El cartel de Lux
Lux, la luz, como la luz eterna de la Estrella de la Mañana, la Virgen María, protagonista del relato de la exposición que este año la Fundación Edades de Hombre, desarrolla en cinco sedes repartidas entre la capital burgalesa, Carrión de los Condes y Sahagún.
La multiplicidad de sedes así como la amplitud de las obras que componen Lux hacen de esta muestra, en palabras de José Enrique Martín, Secretario Técnico de la Fundación Edades del Hombre, “la más ambiciosa y compleja de cuantas se han celebrado hasta ahora” y que celebra este primer cuarto de siglo de vida de un proyecto cultural único en España que, como destaca Martín “se ha consolidado como marca gracias a los doce millones de visitantes que nos han acompañado hasta la fecha y, también como fruto del trabajo de investigación, conservación y difusión del patrimonio cultural religioso, especialmente castellano leonés”.
Los temas
Lux aúna dos grandes temas: el significado e importancia de las grandes construcciones catedralicias y la figura de la Madre de Dios bajo cuyas advocaciones se consagran muchas de estas catedrales entre los años 1000 y 1550 en España.
La presencia mariana, como destaca el Secretario técnico de la Fundación Edades del Hombre, es especialmente importante a partir del s. XI cuando “la Virgen María se erige como titular de múltiples catedrales y su imagen aparece con gran preminncia sobre la sede episcopal, presidiendo retablos y también en la representación de distintos pasajes o momentos de su vida, recogidos en el Evangelio, como la Anunciación pero también otros momentos narrados en textos apócrifos”.
Esta devoción mariana no se quedó sólo en las grandes catedrales sino que se materializa en multitud de monasterios, capillas o santuarios, con especial presencia en el Camino de Santiago con hitos señeros como son las localidades de Carrión de los Condes y Sahagún y sus templos.
Las sedes
La Catedral de Santa María de Burgos es el marco para el primero de los grandes temas de esta muestra expositiva: el dedicado a las catedrales. ‘Fe y arte en la época de las catedrales (1050-1550)’ se compone de siete capítulos que recorren la importante labor de obispos, cabildos catedralicios, obreros, mecenas y artesanos en la edificación de las catedrales junto a las manifestaciones artísticas de una Iglesia peregrina en la tierra, que mira a la vida eterna tras la muerta y goza de la presencia divina y la acción de Dios a través de sus santos. Todo ello unido a un extenso capítulo dedicado, como no podía ser de otro modo a la Virgen María.
Por su parte, las sedes de Carrión de los Condes y Sahagún centran su relato expositivo en la figura de la Madre de Dios. Bajo el subtítulo ‘Ecce Mater Tua’, esta segunda parte de Lux muestra una selecciónde obras en las que se destacan cómo las escenas y títulos devocionales de la Virgen María centran las manifestaciones artísticas,con importante presencia en el patrimonio castellano-leonés.
Una selección de obras únicas
Lux cuenta con la aportación de obras procedentes de toda la geografía española. No en vano, 37 catedrales han colaborado con diversas piezas en la primera parte de la muestra, dedicada al desarrollo de las sedes catedralicias. Una riqueza expositiva que continúa en las sedes de Carrión de los Condes y Sahagún. En este sentido, destaca Enrique Martín, “podemos encontrar obras de maestros insignes de nuestro arte. Exponentes medievales Fernando Gallego, o del Renacimiento como Gil y Diego de Siloe o Pedro Berruguete, sin olvidarnos de Juan de Juni. Adentrándonos en el Barroco encontramos obras de Pedro de Mena, Gregrorio Fernández, Luis Salvador Carmona o pintores de la talla de Alonso Cano y el propio Ribera”.
La calidad del diseño expositivo es siempre una de las señas de identidad de las muestras de las Edades del hombre, seña de la que Lux es merecedora. Así describe José Enrique Martín la manera en la que, basándose en su leit motiv, la exposición realiza un significativo “ juego de luz exterior que invade el interior de los templos como una metáfora visual de la presencia divina en la Iglesia. De esa luz que emana de Dios y que nos lleva a través de Cristo, con la intermediación de María, por el camino de la vida”.