Libros

Los orígenes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz

Un estudio exhaustivo sobre los primeros años de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz revela cómo san Josemaría Escrivá, desde sus inicios, buscó servir y formar espiritualmente a los sacerdotes diocesanos en plena comunión con sus obispos.

José Carlos Martín de la Hoz·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos
Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz

San Josemaría con sacerdotes vascos a los que predicó ejercicios espirituales. 30 de junio de 1939. © Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei

Santiago Martínez Sánchez, profesor de historia en la Universidad de Navarra y director del Centro de Estudios Josemaría Escrivá de esa Universidad, ha realizado un estudio verdaderamente exhaustivo acerca de los primeros años de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, desde el 2 de octubre de 1928, cuando san Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975) fundó el Opus Dei, hasta la conclusión del Concilio Vaticano II, el 8 de diciembre de 1965. 

Lo primero que demuestra esta profunda investigación es que la labor del Opus Dei con los sacerdotes diocesanos del mundo entero, constituía desde el principio de la vida sacerdotal de san Josemaría, una verdadera “pasión dominante”. Es decir, que el querer de Dios para que trabajase en la formación del clero secular, su sostenimiento espiritual, preparación para trabajar a las órdenes de los Ordinarios de los lugares y, finalmente, en la construcción de presbiterios sacerdotales unidos y vibrantes, ya estaba en el corazón de san Josemaría desde sus tiempos de seminarista en Zaragoza y permanecerá hasta su muerte en Roma.

La configuración jurídica

La historia jurídica de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, responde a un querer de Dios y atravesará todas circunstancias jurídicas del derecho de la Iglesia desde el Código de Derecho Canónico de 1917 hasta el de 1984 y de la historia de la Iglesia y de la teología desde el siglo XX hasta la actualidad. Ambos afluentes confluirán en 1982 en la Constitución Apostólica “Ut Sit” y su formulación jurídica en la Bula “Ut Sit” del 19 de marzo de 1983, con la que se ha venido formulando el carisma de la Prelatura del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz inseparablemente unida. En esa fórmula jurídica se contienen los elementos fundacionales y son salvaguardados por el derecho.

La medula fundamental de este trabajo consistirá en explicar cómo se llevó a cabo ese querer de Dios: que el Opus Dei trabajara con sacerdotes diocesanos en plena comunión con los obispos del mundo entero promoviendo la plena identificación de esos sacerdotes con sus Ordinarios y con los sacerdotes del presbiterio diocesano, convirtiendo la tarea sacerdotal que le encomendaban los ordinarios de cada lugar como materia que debían santificar (17, 44, 456, 461).

Servir a los sacerdotes

Es bien conocido, y el estudio que ahora presentamos lo explica muy pormenorizadamente, el momento en que san Josemaría cuando iba a proceder a solicitar la aprobación Pontificia del Opus Dei, entonces como Instituto Secular, ante las dificultades que encontraba para explicar lo que sería la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, estaba decidido a abandonar la Obra para fundar una Asociación para sacerdotes en el mundo entero y promover la búsqueda de la santidad en el ministerio.

Al igual que Dios le confirmó la presencia de mujeres en el Opus Dei, también le hizo ver que “cabían los sacerdotes diocesanos” sin merma de su amor a la diócesis, ni doble obediencia, ni división en el presbiterio. con mentalidad laical y diocesana entre los demás miembros de la Obra (258). Conviene leer despacio este capítulo pues aporta documentación de gran interés (280-281).

Precisamente, la mejor conclusión de este extenso y sólido trabajo de investigación es marcar la sobrenaturalidad de la Sociedad Sacerdotal de la santa Cruz y los frutos de santidad, de unión con los obispos de cada diócesis y entre los miembros del Presbiterio sacerdotal. Evidentemente, siempre san Josemaría pedía a los sacerdotes que deseaban adquirir formación y dirección espiritual en esa institución que mostraran haber recibido la vocación divina y los deseos de dejarse ayudar y la comunión de oraciones con el obispo y con el Padre de esta familia espiritual.

Contexto

Asimismo, el autor ha procurado acercarse a la mentalidad sobre las asociaciones clericales que tenían algunos prelados, sus curias diocesanas y los formadores de los seminarios, en los años cuarenta, cincuenta y sesenta. Algo necesario para entender por qué algunos obispos no captaron del todo la libertad de un sacerdote para adscribirse a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, como tampoco entenderían después los cambios que la juventud exigió tras la revolución del 68. En definitiva, el diálogo con el mundo contemporáneo que propició el Concilio Vaticano II para poder trabajar mejor en el mundo contemporáneo.

También es importante la lectura de los capítulos primeros para conocer un poco el mundo rural, tan distinto al actual, es más, casi desaparecido (“con la gente se va el cura” p. 153), pues sin esas coordenadas históricas no se entiende el sistema pedagógico de los seminarios diocesanos y la propia formación intelectual que se les impartía, pues la mayoría de aquellos chicos llegarían a la capital de la comarca o de la provincia, si destacaban mucho, con una edad muy madura, una larga experiencia y después de muchos años de lectura y de estudio personal que les capacitaría para terminar sus días trabajando en parroquias con familias y feligreses que requirieran un poco de mayor nivel.

El único problema de este interesante estudio radica en su gran extensión, pues cuando se llega al capítulo noveno que es el más interesante: “historia diocesana de la sociedad sacerdotal de la santa cruz” (539-626), ya se han tenido que leer muchas cuestiones previas. Lógicamente, es un problema difícil pues también es importante fundar bien las cuestiones previas para poder entender los hechos. Es cierto que las gráficas elaboradas facilitan mucho el entendimiento de las cuestiones. Finalmente, hemos de resaltar el alto nivel espiritual de aquellos sacerdotes (306).

Indudablemente, la esperanza de que se publicará el siguiente volumen, el que mostrará cómo verdaderamente la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, sobrevivirá a los tremendos embates del fenómeno de la contestación y a las crisis de identidad que acaecieron en muchos lugares de España. También aparecerá el intenso trabajo de los Sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz por descubrir muchas vocaciones para los seminarios y colaborar con las autoridades de los seminarios y los obispos para que cuajaran muchas vocaciones que hoy son, junto a sus compañeros, la esperanza y el futuro de la Iglesia en España (422).

Santiago Martínez Sánchez, Párrocos, obispos y Opus Dei. Historia y entorno de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz en España, 1928-1965, Rialp, Madrid 2025, 702 pp. 

Leer más
Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica