Los próximos 19 y 20 de noviembre tendrá lugar el X Simposio San Josemaría que se desarrollará en el Palacio de Congresos de Jaén. Dos días en los que de debatirá y reflexionará sobre la libertad en el mundo actual con una especial atención a los jóvenes.
El Simposio, organizado por la Fundación Catalina Mir una entidad sin ánimo de lucro que promueve actividades de carácter asistencial y de orientación en favor de la familia y de los jóvenes, contará entre sus ponentes con la participación del ex-Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el Catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense y colaborador de Omnes, Rafael Palomino o Teresa y Antonio, una pareja de novios que hablan con naturalidad de su vida cristiana en redes.
María Bueno, una de sus organizadores, ha concedido una entrevista a Omnes con motivo de la celebración de este Congreso.
– ¿Por qué se ha elegido el tema de Libertad y compromiso en el X Simposio de San Josemaría?
El fin del Simposio de San Josemaría no es otro que el dar a conocer su mensaje, sus enseñanzas. Y si hay unos temas que a San Josemaría le apasionaban era la libertad personal, propia y ajena, y el compromiso, la entrega. A hablar y escribir sobre ellos dedicó mucho tiempo. Por poner solo un ejemplo, en su libro “Amigos de Dios”, en el que se recogen algunas de sus homilías, hay una que lleva por título “La libertad, don de Dios”, y en ella nos dice con fuerza “Querría grabar a fuego en cada uno: la libertad y la entrega no se contradicen; se sostienen mutuamente” y más adelante recalca que “por amor a la libertad nos atamos”.
La importancia de este claro mensaje de San Josemaría es tan grande, y tan vital para la persona y la sociedad actual, que nos pareció de mucho interés dedicar este Simposio a profundizar y reflexionar sobre el tema.
– La libertad, ¿está secuestrada por la ideología en el mundo actual?
Yo no diría tanto como secuestrada, pero sí muy limitada. La libertad es muy fuerte, y a la vez muy sensible y sufre con cualquier ataque. Y como las ideologías suelen tener un fondo reduccionista, aprisionan las decisiones restándole frescura a la libertad, que naturalmente tiende a estar holgada.
Hoy es llamativa la fuerza de lo políticamente correcto, que obliga a veces a un duro ejercicio de madurez y de reflexión en la toma de muchas decisiones, que no siempre se estamos dispuestos a realizar.
Llega incluso al extremo de que una toma de decisión en contra del criterio mayoritario que impera en la sociedad se llega a considerar un ataque a la misma. Hoy se considera revolucionario no a quien quiere transformar la sociedad adaptándola a sus preconcepciones, sino a aquel que, contra la ideología dominante no renuncia a defender sus propias convicciones, por muy trasnochadas que la mayoría de la sociedad las considere. ¡Fíjese, por ejemplo, si no parece a día de hoy revolucionario ir en contra del aborto!
Sin embargo, decir la verdad, hablar con coherencia y vivir como pensamos, nos lleva a ser más libres cada día, y lo contrario, nos coacciona.
– Cree, que, como ha dicho algún pensador, hemos caído en la esclavitud de la “simple conquista” de libertades que en el fondo nos atan, como la de elección de sexo, interrupción del embarazo, etc.?
A veces no entendemos que el verdadero significado de la libertad no está en “hacer lo que me da la gana” en todo momento, sino en conocer bien y elegir bien, aquello que nos hace mejores personas, y que nos va acercando a nuestra plenitud. En este sentido, tener libertad para hacer más cosas no nos hace, necesariamente, más libres. Y este es el caso de estas conquistas falsamente calificadas como libertades, que al enfrentarse de lleno con la propia naturaleza humana, terminan limitando las posibilidades de desarrollo personal y, por tanto, la verdadera libertad.
– Durante el Covid se está hablando mucho de falta de libertades o del uso de la pandemia para restringir libertades individuales ¿Cree que ha habido ese retroceso?
Su pregunta nos está poniendo de manifiesto la actualidad del lema del Simposio.
La libertad individual es un aspecto fundamental de la persona que se ve atacado de continuo, desde siempre y en todas las época de la historia, y esta situación de pandemia que no ha tocado vivir no iba a ser menos.
En el Simposio se van a abordar distintos aspectos de la libertad, y se van a presentar testimonios de personas que han vivido y están viviendo su libertad personal de una forma comprometida, y con un compromiso radical, también en estas circunstancias, y en algunos casos, precisamente por estas circunstancias tan difíciles por las que hemos atravesado.
Por eso, quiero desde aquí invitar a sus lectores a participar en el Simposio, de forma directa, y si eso no les es posible, de forma telemática, pues a buen seguro que nos hará reflexionar sobre estos temas tan importantes en nuestra vida.
– El compromiso, ¿amplía la libertad, o la limita?
Parece ser que en nuestro tiempo, compromiso y libertad son conceptos antagónicos, que es difícil concebir la palabra libertad dentro de un concepto de compromiso.
Sin embargo, es curioso que se pueda concebir la libertad sin compromiso, cuando todos los días, en alguna medida, nos comprometemos con algo, con un estilo de vida, con una carrera, con una pareja, con un deporte…, hasta cuando tenemos que elegir, y no lo hacemos, ya estamos eligiendo.
Se puede entender la libertad como un conjunto de beneficios aparentes, de una independencia total, de no atarse a nada ni a nadie, de no tener que rendir cuentas de palabras o de actos, etc., y el compromiso, como una cadena perpetua, que no permite cambios ni avances, sino que, por el contrario, nos fija los pies en una piedra que nos detiene en el camino.
Por el contrario, creo que comprometerse da amplitud a la libertad, pues es una de las actitudes más maduras que podemos asumir las personas, ya que, para comprometerse con algo, primero hay que instruirse, conocer las posibilidades que tenemos a nuestro alcance para llevarlo a cabo, hacer del conocimiento una vía inteligente de comparación, y una vez claros los motivos de nuestra decisión, podremos cumplir nuestros compromisos libremente, y nuestro compromiso será libre siempre, aunque a veces nos cueste llevarlo a cabo.
San Josemaría, en Amigos de Dios, escribía “Nada más falso que oponer la libertad a la entrega, porque la entrega viene como consecuencia de la libertad”
– En el programa existe una sección dedicada a los jóvenes a quienes se les acusa de huir del compromiso ¿quiere mostrar otra cara de la juventud?
Efectivamente, si vemos los telediarios y oímos las noticias, parece que los jóvenes solo piensan en fiestas y botellones. Pero esa es sólo una parte de la juventud.
Sin embargo, hay otra juventud, por suerte mayoritaria, aunque sea menos noticia, que está dispuesta a comprometerse a diario en la defensa de causas muy distintas, como pueden ser en temas sociales, de medio ambiente, políticos o religiosos. Y el Simposio de San Josemaría, además que mostrar al mundo otra cara de la juventud, pretende presentarles a los jóvenes, a través de personas de su misma edad, proyectos ilusionantes, que pueden hacer vida propia, y por los que, libremente, merece la pena comprometerse.
– ¿Cree que los jóvenes de hoy tienen, sin embargo, una libertad mayor para expresar o vivir sus creencias y convicciones?
Es evidente que los jóvenes tienen una gran libertad para expresar y vivir según sus convicciones, y que tienen una gran capacidad de compromiso.
Un ejemplo muy concreto lo tenemos en un proyecto de HARAMBEE, que ellos llamaron KAZUCA, que arrancó de los jóvenes en la edición VIII del Simposio, en el año 2016. Jóvenes andaluces y africanos se unieron por la educación en África. Se propusieron conseguir fondos para becar los estudios universitarios de dos jóvenes sin recursos, que destacaban en sus estudios, Violet y Jeff, del slum Kibera, un barrio pobrísimo de Nairobi. Para todos era un sueño y … el sueño se ha cumplido. Violet y Jeff se acaban de graduar, han empezado a trabajar y están felices levantando a su familia y a su entorno. Ellos estarán, de alguna manera, con nosotros en este Simposio.
– ¿Cuál es el balance de estas diez ediciones?
Muy positivo. A lo largo de estas ediciones se han ido abordando temas muy diversos, y mostrando a miles de personas las enseñanzas de San Josemaría en cada uno de esos temas. Han pasado por Jaén muchísimos ponentes, todos ellos de gran altura, que nos han ilustrado en materias de enseñanza, de familia, del papel de los cristianos en la sociedad el siglo XXI, de comunicación, de servicio, de diálogo… Sobre estos temas se han presentado testimonios de vida, que nos han ayudado a tener una mejor perspectiva del mundo que nos rodea, se han presentado novedades literarias sobre la figura de San Josemaría… Y, todo esto ha hecho que nuestro Simposio, que nació pequeñito, pero con vocación de crecer, esté alcanzando mayor relieve en cada edición, y tenga hoy la consideración de “Internacional”, llegando cada día a más personas.
– ¿Cuáles son las perspectivas de futuro?
San Josemaría, a lo largo de su vida abordó en profundidad muchísimos temas, que hoy siguen siendo de plena actualidad y que este Simposio se propone seguir dando a conocer.
Además de las personas que han participado presencialmente en las sesiones, en los en las últimas ediciones hemos llegado, a través de conexiones vía internet, a todos los rincones del mundo. A partir de ahora, con más experiencia y más medios en este tipo de participación, por las circunstancias de pandemia de todos conocidas, tenemos una gran ilusión en que el nuestro Simposio sirva de altavoz para que el mensaje de San Josemaría llegue a todos los rincones del mundo.