Honesto e interesante, Human Life es un documental que celebra la vida humana, transpirando cariño y fuerza de voluntad a través de una elaboración sobria, preciosista, y cuidada. Es una propuesta de verano breve (68 minutos) que no deja indiferente a ningún espectador.
La pieza es un documental coral, con entrevistas a personajes cuyo denominador común es el haberse enfrentado al espejo de la muerte y haber salido adelante, o haber elegido la vida por encima de la adversidad. Así, se nos presentan testimonios de una superviviente del holocausto; una medallista olimpica que estuvo en la tesitura de perder todo por un embarazo no deseado; un pintor tetrapléjico, un surfista sin manos…; a pesar de estar cargados de esperanza y la fuerza propia de ser una historia real de lucha por la vida contra incontables adversidades, estas entrevistas encierran también la dureza de esos obstáculos o esos sucesos difíciles de digerir para cualquiera. No obstante, la sensación agridulce se despeja con el testimonio de estas personas que convirtieron la desgracia en oportunidades y cambiaron el sino de su existencia (uno de ellos funda un hogar para niños abandonados, otra ayuda en un centro de mujeres embarazadas, etc).
Gustavo Brinholi, compositor (The Garden of Afflictions, Milagre) se estrena a la dirección con un experimentado director de fotografía como compañero de silla: Luiz Henrique Marques (Alma Portuguesa, Bonifácio: O Fundador do Brasil). Ambos elaboran una cuidada pieza, tierna pero minimalista, cuya forma es un regalo para la vista. Una historia que habla del bien en el mundo sin caer en la trampa del sentimentalismo, rodada con corrección y buen gusto pero con cuidado de priorizar el contenido sobre el continente, e intentando que la dureza de las situaciones no supere el mensaje de esperanza.
De ritmo pausado y rodaje clásico, Human life es el resultado de una esmerada búsqueda de personajes impactantes, localizaciones de ensueño (en Estados Unidos, Italia, Brasil y Alemania), y la importante presencia de una preciosa banda sonora, fruto del también director de la pieza, Gustavo Brinholi.