Cultura

La “cruz de clavos“ de Coventry

Una “memoria histórica” basada en la reconciliación entre naciones y pueblos, con la idea de “sanar las heridas de la historia”.

José M. García Pelegrín·20 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos
Cruz clavos dresde

Foto: Cruz de clavos en la Frauenkirche de Dresde

En la noche del 14 al 15 de noviembre de 1940, la aviación alemana (Luftwaffe) bombardea la ciudad inglesa de Coventry, en el contexto de la denominada “Batalla de Inglaterra” de la Segunda Guerra Mundial. En Coventry, ciudad situada a 153 kilómetros al noroeste de Londres, tenían su sede grandes empresas que abastecían a la aviación británica (Royal Air Force, RAF), a la que Hitler trataba de neutralizar, como condición previa para la pretendida ocupación.

Esa noche, 449 aviones de bombardeo arrojaron cientos de miles de bombas; 550 personas perdieron la vida y varios miles quedaron heridos. La ciudad y con ella también la catedral anglicana se vieron reducidas a ruinas. La catedral se ha mantenido en el estado en ruinas en que quedó como símbolo de las terribles consecuencias de los bombardeos.

Pero de la catedral de Coventry surgió también un símbolo, no de destrucción sino de reconciliación. Durante los trabajos de remoción, se encontraron entre los escombros grandes clavos de hierro, que originariamente sujetaban las pesadas vigas de la bóveda de la nave desde el siglo XIV. Con tres de estos clavos se formó una cruz.

De ahí surgió el símbolo de la “cruz de clavos” (“Cross-of-Nails”) de Coventry, que aún se conserva sobre el altar en ruinas y que sería la originaria para un movimiento de reconciliación. En su alocución radiofónica de la Navidad de 1940, el entonces deán Richard Howard –desde las ruinas de la catedral– llamó a los ingleses a no buscar venganza, sino a trabajar por la reconciliación. Poco después hizo inscribir las palabras FATHER FORGIVE (¡Padre, perdona!) en el muro del coro en ruinas.

Dresde, Berlín y Hamburgo

Desde Coventry comenzaron a enviarse “cruces de clavos” inicialmente a ciudades alemanas destruidas en la guerra, en este caso por la aviación británica y estadounidense. Particular importancia revisten Dresde, Berlín y Hamburgo.

En Dresde, los ataques aéreos británicos-norteamericanos del 13 al 15 de febrero de 1945 dejaron completamente destruida la ciudad, incluyendo la famosa Frauenkirche, que no sería reconstruida hasta 2005.

Cruz de clavos. Iglesia Memorial de Berlín

En Berlín, fue la Iglesia memorial –así llamada porque la hizo construir el káiser Guillermo II en memoria de su abuelo Guillermo I– la que quedó en ruinas tras los ataques aéreos de la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra se combinaron nuevas construcciones modernas con las ruinas de una de las torres.

En ruinas se dejó también –como conmemoración– la iglesia de San Nicolás de Hamburgo. En las tres iglesias mencionadas se encuentran actualmente cruces de clavos.

El movimiento se fue extendiendo y en 1974 se fundó la “Comunidad internacional de la cruz de clavos”, que se encuentra extendida por los cinco continentes, desde países europeos como Bosnia-Herzegovina hasta Australia, pasando por Estados Unidos y Canadá, Jordania y Sudán. Su principal objetivo es “sanar las heridas de la historia”.

La oración de reconciliación

La comunidad internacional de la cruz de clavos está unida espiritualmente por tres elementos: en primer lugar, la denominada oración de reconciliación, formulada en 1958 y que desde entonces se reza el viernes a las 12 horas en las ruinas de la antigua catedral de Coventry y en numerosos “centros de la cruz de clavos” en todo el mundo:

Todos pecaron y están faltos de la gloria de Dios (Rom 3,23)

El odio que divide nación de nación, raza de raza, clase de clase,

Padre, perdona.

El codicioso deseo de la gente y naciones de poseer lo que no es suyo,

Padre, perdona.

La ambición que explota la labor de hombres y mujeres y devasta la Tierra,

Padre, perdona.

Nuestra envidia del bienestar y la felicidad ajena,

Padre, perdona.

Nuestra indiferencia por la grave situación del desamparado y el desplazado,

Padre, perdona.

La codicia que deshonra los cuerpos de hombres, mujeres y niños,

Padre, perdona.

La soberbia que nos lleva a confiar solamente en nosotros, y no en Dios,

Padre, perdona.

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo (Ef. 4,32)

Servicio conjunto en pro de la reconciliación y san Benito

El segundo elemento es el “servicio conjunto en pro de la reconciliación en zonas del mundo en conflicto” y en tercer lugar, la denominada “regla de vida”, que hunde sus raíces en la regla de San Benito de Nursia: “Oración y trabajo (ora et labora), piedad y vida se entienden como una unidad”.

La “Comunidad de la cruz de clavos en Alemania” (“Nagelkreuzgemeinschaft in Deutschland e.V.”) se constituyó en 1991, como una comunidad ecuménica, con actualmente 78 centros, en su mayoría iglesias evangélicas, si bien también hay entre ellas algunas católicas como Santa Bárbara en Múnich, además de otras instituciones dedicadas a la memoria histórica.

En su programa se dice: “La cruz de clavos nos interpela una y otra vez a los alemanes para que afrontemos nuestro pasado y también el tenso presente con un espíritu de verdad y reconciliación. En las ciudades donde vivimos, queremos vivir el ‘espíritu de Coventry’».

Las últimas instituciones en recibir la “cruz de clavos” de Coventry en Alemania han sido la iglesia evangélica de San Miguel de Jena, que se convertía en el centro con el simbólico número 77 de la comunidad alemana; el 19 de marzo hizo entrega de ella el deán de Coventry John Witcombe. Más recientemente, el 29 de mayo, John Witcombe entregó una cruz de clavos a la catedral evangélica de Brunswick (Braunschweig, en alemán).

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