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La crisis migratoria en la República Democrática del Congo

El grupo armado “Marzo 23” ha desplazado a cientos de miles de personas en la República Democrática del Congo, agravando la crisis humanitaria en Kivu del Norte y Kivu del Sur. La OMS advierte sobre el impacto del conflicto en la salud pública, incluyendo la propagación de enfermedades como el cólera y la viruela del mono.

Arturo Pérez·22 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos
República Democrática del Congo

Un niño desplazado en la República Democrática del Congo por los conflictos del país. (OSV News photo / Reuters)

El grupo armado M23, apoyado por Ruanda, ha forzado el desplazamiento de cientos de miles de personas, dificultando el acceso a la ayuda humanitaria. La situación es especialmente crítica en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, donde los combates han dejado miles de muertos y han destruido refugios de emergencia.

La portavoz de ACNUR, Eujin Byun, y el máximo responsable de ayuda de la ONU en el país, Bruno Lemarquis, han advertido sobre la inseguridad que impide que la ayuda llegue a las personas necesitadas. Los rebeldes avanzan hacia Bukavu (Kivu Sur) tras haber tomado Goma (Kivu Norte), mientras la destrucción de instalaciones sanitarias y refugios empeora la situación.

La OMS también destaca el impacto de las hostilidades en la respuesta a la viruela del mono, especialmente en Goma. Municiones sin detonar y saqueos complican aún más el retorno seguro de los desplazados, y las infraestructuras críticas están siendo destruidas, dificultando la atención sanitaria y aumentando el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas como el cólera, la malaria y la viruela del mono.

Desplazados internos en la República Democrática del Congo

Este conflicto al este de la República Democrática del Congo está generando un movimiento de desplazados internos hacia el oeste, Angola. La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Episcopal para el Cuidado Pastoral de Migrantes y Peregrinos (CEPAMI) en Angola, Carla Luísa Frei Bamberg, declaró que la Iglesia está en alerta en las diócesis fronterizas, especialmente en Uíge y Mbanza Congo, para recibir a los refugiados con cuidado y apoyo. La Iglesia está trabajando en colaboración con otras organizaciones para asegurar condiciones dignas para los refugiados, incluyendo vivienda, alimentos y medios de subsistencia.

El 15 de febrero de 2025, en Bukavu, (Kivu Sur – República Democrática del Congo), un incendio amenazó con destruir por completo la prisión local durante los saqueos provocados por la retirada de las fuerzas armadas y milicianos del M23. A pesar de que algunos reclusos iniciaron el fuego, el capellán de la prisión y algunas religiosas intervinieron rápidamente, evitando que el edificio se destruyera completamente. La capilla también fue saqueada, pero el sacerdote logró salvarla en gran parte. Tras los saqueos, Bukavu está regresando lentamente a la normalidad, con actividades comerciales reanudadas y la esperanza de que las escuelas abran pronto.

Saqueos

El obispo de Uvira, monseñor Sébastien Joseph Muyengo Mulombe, fue víctima de un robo el 20 de febrero junto con dos sacerdotes en la sede episcopal de Uvira, en la región de Kivu Sur, RDC. Tres soldados de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo, armados y vestidos con uniforme, irrumpieron en el recinto, amenazaron al personal y a los religiosos, los obligaron a tirarse al suelo y les robaron dinero, teléfonos y otras pertenencias. Luego los encerraron y los amenazaron de muerte antes de huir. Este incidente es parte de una serie de saqueos en Uvira, donde el ejército nacional se muestra debilitado ante el avance del grupo rebelde M23.

El autorArturo Pérez

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