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La crisis de confianza en la Iglesia siro-malabar

Una tesis doctoral debatida en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz analiza algunos acontecimientos relacionados con la antigua Iglesia siro-malabar, que en los últimos años se ha visto envuelta en una serie de polémicas.

Giovanni Tridente·16 de noviembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa saluda a representantes de la Iglesia siro-malabar durante una audiencia en el Vaticano (CNS photo / Vatican Media)

La Iglesia católica siro-malabar, con sede en Kerala (India), es una de las comunidades cristianas más antiguas de Oriente, fundada según la tradición por el apóstol Tomás. Con más de cinco millones de creyentes y una fuerte presencia institucional, esta Iglesia desempeña un papel importante tanto en la vida espiritual de sus miembros como en el tejido social y cultural del país. En los últimos años, sin embargo, se ha visto abrumada por una serie de escándalos y polémicas que han minado profundamente la confianza de los fieles y puesto en entredicho su credibilidad institucional.

Este clima de desconfianza fue analizado y documentado con detalle por el estudiante Nibin Thomas, que el pasado lunes expuso su tesis doctoral en la Facultad de Comunicación Social Institucional de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, dirigida por el profesor Juan Narbona.

A través del análisis de casos concretos y de las respuestas de una muestra de catequistas de la archieparquía de Ernakulam-Angamaly – 5.332 catequistas, de los cuales 767 son monjas, 14 sacerdotes y 156 seminaristas -, la investigación mostró básicamente cómo la inadecuada gestión de las crisis por parte de las autoridades eclesiásticas ha alimentado un sentimiento de inseguridad y desconfianza entre los fieles, lo que ha provocado la erosión de la confianza en la propia jerarquía eclesiástica.

El impacto de los escándalos en la confianza

La sucesión de escándalos -casos de abusos sexuales, estafas financieras y acusaciones de encubrimiento- ha erosionado devastadoramente la percepción de confianza en la Iglesia siro-malabar, según demuestra la investigación de Thomas. De hecho, el 83,8 % de los encuestados afirmó que estos acontecimientos habían generado una crisis sin precedentes; más del 77 % confirmó que las polémicas habían comprometido su relación personal con la Iglesia, percibiendo una creciente desconexión entre la institución y los valores de transparencia y justicia que debería encarnar.

Un elemento clave que ha contribuido a la erosión de la confianza es la percepción de que la jerarquía eclesiástica ha gestionado mal estas crisis. No en vano, el 73,4 % de los encuestados cree que las autoridades han tratado de proteger a los autores y encubrir los delitos, en lugar de afrontarlos con transparencia y rigor moral. Esta sensación de proteger a los culpables se interpretó como una traición a las expectativas de verdad y justicia. La propia comunicación institucional fue percibida como insuficiente, con un 65,9 % de los encuestados en desacuerdo con los métodos de información utilizados por la Iglesia durante las crisis.

El papel de las redes sociales

De hecho, la revolución digital y las redes sociales han amplificado el impacto de los escándalos. Según el 74,6 % de los catequistas entrevistados, basándose también en su experiencia personal, la difusión de estas herramientas ha agravado sin duda las polémicas, favoreciendo evidentemente la difusión de noticias a menudo negativas de manera viral.

Al mismo tiempo, revela la falta de preparación de los organismos eclesiásticos para responder a estos flujos de información de manera oportuna y adecuada. Un escenario, reza la tesis de Thomas, “que pone de manifiesto la necesidad de un enfoque proactivo y estratégico de la comunicación por parte de la Iglesia siro-malabar, no sólo para desmentir posibles fake news, sino también para fomentar una narrativa transparente que pueda recuperar la confianza de los fieles”.

Para reflexionar

El estudio presentado en la Universidad de la Santa Cruz aporta claramente elementos de reflexión que pueden aplicarse también a otros contextos eclesiales. En un mundo cada vez más conectado y transparente, las instituciones eclesiásticas están llamadas a revisar sus métodos de gestión de crisis y su forma de comunicar en general. La pérdida de confianza, de hecho, es un importante recordatorio para promover una cultura de responsabilidad, diálogo y escucha, elementos cruciales para reconstruir esos lazos de pertenencia comprometidos por lo sucedido.

Sin duda, es necesario aprender a evitar el encubrimiento, a actuar con decisión contra los autores y a comunicar con claridad y transparencia. Elementos que, además de recuperar la confianza, pueden fomentar una auténtica reconciliación en la comunidad.

Intervención de la Santa Sede

En este frente, hay que recordar que las situaciones y divisiones internas que ha vivido la archieparquía de Ernakulam-Angamaly en los últimos años requirieron incluso la intervención de la Santa Sede. En 2023, el Papa Francisco había expresado en un videomensaje su preocupación por la situación conflictiva surgida en torno al modo de celebrar la liturgia, animando al arzobispado a un camino de unidad y renovación.

Anteriormente, en 2021 y 2022, había dirigido dos cartas a obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, en las que exhortaba a la comunidad a “caminar juntos con el pueblo de Dios porque la unidad vence todo conflicto”. Unidad que debe reconstruirse de la mano de la recuperación de la confianza.

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