Cultura

La corona de Adviento, una tradición muy arraigada en Alemania

La corona de Adviento se extendió primeramente en los ambientes protestantes; pero hoy en día es imprescindible, tanto en iglesias como en familias católicas

José M. García Pelegrín·6 de diciembre de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos
corona adviento

Foto: Corona de Adviento

Si bien en la corona de Adviento se pueden reconocer predecesores paganos, como las antorchas que se encendían en la época oscura del año en una especie de conjuro al dios sol para su retorno, su historia auténtica es relativamente reciente.

El teólogo protestante Johann Hinrich Wichern (1808 -1881) fundó en su Hamburgo natal una especie de aldea para “rescatar a niños abandonados y difíciles de educar” –los “golfillos” que pueblan la literatura del siglo XIX–, la denominada “Rauhes Haus”. Con una concepción educativa revolucionaria para la época, aprendían a leer y escribir, pero también a dejar atrás su pasado. Quienes ingresaban en la Rauhes Haus”, “debían perdonar todo por completo y para siempre”.

Wichern colocó la primera corona de Adviento en dicha casa, en 1839, colgándola de la sala dedicada a la oración, con el fin de preparar a sus pupilos para la Navidad. La corona “original” o también llamada “de Wichern” consistía en una rueda de carreta revestida con ramas de abeto, con cuatro velas blancas grandes, que simbolizaban los domingos; entre ellas se intercalaban otras más pequeñas y rojas, que representaban los días laborales. La primera vela se encendía el primer domingo de Adviento y la última, el 24 de diciembre.

La  “corona de Wichern”, con sus cuatro velas blancas y 20 rojas más finas, sigue siendo utilizada en algunos edificios especialmente significativos como el Bundestag o Parlamento Alemán, el Ayuntamiento de Hamburgo o “Sankt Michaelis”, la iglesia evangélica más importante de la misma ciudad. Sin embargo, principalmente por razones prácticas, pronto se sustituyó por el de cuatro velas, una para cada domingo de Adviento.

Iniciado el siglo XX, lo que era una costumbre en el mundo protestante se extendió también al ámbito católico: en 1925 se coloca una corona de Adviento por primera vez en una iglesia católica, en Colonia; en 1930, Múnich seguiría el ejemplo.

El intento de destrucción nazi de la corona de Adviento

Durante la época nacionalsocialista (1933-1945), los ideólogos nazis intentaron adueñarse de la Navidad y trasformar la Navidad cristiana en una “Navidad alemana”, “Fiesta de Yule” o “Fiesta del solsticio de invierno”.

La corona de Adviento pasó a representar las cuatro estaciones. Además, en lugar de la corona clásica de ramas de abeto impusieron formas alternativas a la estructura portante tal como la rueda del sol o decoraciones vikingas que simbolizaban el origen germánico; en otros casos se empleó una peana en forma de cruz gamada. También se intentó sustituir por un especial símbolo pagano: el “Julleuchter” (“Candelero de Yule”). Este candelero de arcilla, decorado con runas germánicas, estaba relacionado con la “fiesta del solsticio de invierno”; aunque se trata de un símbolo antiguo, el nazismo se apropió de él.

La estrecha relación entre este símbolo pagano y el terror nacionalsocialista llevó a que después de 1945 fueran destruidos casi en su totalidad. Sorprendentemente, quizá debido a los esfuerzos actuales por desvirtuar el carácter cristiano de la Navidad, dichos candeleros vuelven a fabricarse hoy en día.

A pesar de dichos esfuerzos, la corona de Adviento estaba ya tan extendida que los nazis no lograron desplazarla. Aunque actualmente se pueden hacer de todas formas –no solo en círculo–, con otro tipo de soporte, como la madera o el metal, y con velas de diferentes colores, la corona tradicional de Adviento tiene forma circular, con el soporte verde formado por ramas de abeto y las velas rojas o también blancas, al menos así en las casas privadas o también en comercios, etc.

La Corona de Adviento hoy

Para el uso litúrgico; es decir en las iglesias, la corona de Adviento puede tener las velas del color de la liturgia, el violeta o morado. En este caso –siguiendo también el uso litúrgico–, la tercera tiene un color más claro o incluso rosa, pues es el color de los ornamentos que se emplean en el tercer domingo de Adviento, o domingo “gaudete”. En algunos casos se añade una vela blanca, en el centro de la corona, que se enciende en la Nochebuena.

Con menos frecuencia pueden verses en iglesias coronas de Adviento con velas en los cuatro colores litúrgicos: blanco, verde, rojo y violeta. Sin embargo, también en las iglesias alemanas siguen predominando las coronas tradicionales con velas de color rojo.

Las coronas de Adviento más famosas

La corona colgante de Adviento más grande del mundo –al menos tradicionalmente considerada así- se encuentra sobre la fuente de la plaza principal de la ciudad austríaca de Mariazell. Tiene un diámetro de 12 metros y pesa seis toneladas. Está inspirada en la corona de Adviento original de Wichern y decorada con 24 luces: cuatro para los domingos de Adviento y 20 para los días laborables.

Corona de Adviento de Mariazell

Sin embargo, como ésta es de materiales artificiales, la mayor corona de Adviento “real” del mundo está en Kaufbeuren: se coloca en la Fuente de Neptuno desde el primer domingo de Adviento hasta la fiesta de los Reyes Magos y tiene un diámetro de ocho metros.

Esta corona está hecha con auténticas ramas de abeto y decorada con velas de cera de casi dos metros de altura.

Corona de Adviento de Kaufbeuren

Simbolismo de la corona de Adviento

La corona de Adviento acoge diversos símbolos; el hecho de que, al ir encendiendo cada vela, vaya aumentando la luz simboliza la llegada de quien es la “luz del mundo”.

Sus diferentes elementos también tienen una cierta simbología: la forma circular –el círculo no tiene principio ni fin– recuerda la unidad y eternidad de Dios.

Las ramas verdes representan a Cristo vivo, pues el verde simboliza la esperanza y la vida, y remiten ya al árbol de Navidad.

Incluso el color de las velas tiene su simbología: el más usual, el rojo, simboliza que Jesucristo dio su vida por los hombres; a las de color violeta como símbolo del Adviento ya nos hemos referido anteriormente.

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