El pasado 11 de noviembre, en Essen, se ha constituido el denominado “Comité Sinodal de la Iglesia Católica en Alemania”, con la aprobación unánime de sus estatutos y reglamento interno. Según un comunicado de prensa emitido el sábado, este comité “se reunirá periódicamente hasta 2026 para seguir desarrollando la sinodalidad de la Iglesia”.
Prohibición de Roma
La duración de tres años está establecida con el fin de preparar un “Consejo sinodal” que extienda el trabajo realizado durante el “Camino sinodal” llevado a cabo entre 2019 y 2023. Sin embargo, el establecimiento de este “Consejo sinodal” fue explícitamente prohibido por el Cardenal Secretario de Estado y los cardenales prefectos de los dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos, con la aprobación expresa del Papa Francisco, y comunicado en una carta fechada el 16 de enero de 2023: “Ni el Camino Sinodal, ni un organismo designado por él, ni una conferencia episcopal nacional” están autorizados a crear tal organismo. Esto se debe a que dicho consejo sería “una nueva estructura de gobierno de la Iglesia en Alemania, que (…) parece situarse por encima de la autoridad de la Conferencia Episcopal y sustituirla de facto”.
A pesar de esta prohibición, 19 de los 27 obispos titulares de las diócesis alemanas participaron en la reunión constitutiva, junto con 27 representantes del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) y otras 20 personas elegidas por la asamblea del Camino sinodal. Según la comunicación para la prensa, todos ellos “debaten conjuntamente sobre el futuro de la Iglesia”.
Un aspecto notable de los estatutos discutidos fue resaltado por Irme Stetter-Karp, Presidenta del ZdK, al final de la reunión: “Me complace que el comité haya acordado, entre otras cosas, tomar decisiones futuras con una mayoría de dos tercios de todos los miembros presentes. Esto implica un gran avance en la promoción de la sinodalidad”. Además, esto significa la eliminación del poder de veto que los obispos tenían en las asambleas del Camino sinodal, donde las decisiones requerían el respaldo de dos tercios de los obispos presentes.
Pasos ulteriores
No obstante, para que los estatutos sean efectivos, aún deben ser aprobados por los organizadores del Camino sinodal; es decir, por la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) y el ZdK. No parece caber duda en que el ZdK los apruebe; sin embargo, queda por verse cómo serán tratados en el seno de la DBK, considerando que ocho de los obispos no han participado en esta reunión constitutiva del Comité sinodal.
Al finalizar la reunión, Mons. Georg Bätzing, Presidente de la DBK, expresó optimismo: “El Comité sinodal ha ganado impulso. Agradezco haber entrado en una nueva fase. Por ello, me complace retomar unas palabras del Sínodo Mundial: ‘Iglesia en marcha’, un sentimiento que experimentamos en Roma y también ahora en Essen. Las decisiones sobre los estatutos y el reglamento interno son un claro indicio de que hemos aprendido y practicado la sinodalidad, con su requisito fundamental: la confianza mutua”.
Al inicio de la reunión, Irme Stetter-Karp recalcó que el Camino sinodal en Alemania está estrechamente vinculado a la Iglesia universal: “El Papa Francisco nos anima a mantenernos firmes en nuestra palabra. Progresamos con perseverancia”. Añadió: “las consultas en Roma han dejado en claro la necesidad de cambios concretos y visibles en la Iglesia”. Mons. Bätzing subrayó la conexión entre el Sínodo universal y el Camino sinodal alemán: “La sinodalidad debe reforzarse y concretarse como ‘modus vivendi et operandi’ para toda la Iglesia. Sólo desde esta perspectiva, el Camino sinodal de la Iglesia en Alemania puede ser considerado como un esfuerzo genuino por desarrollar precisamente la sinodalidad que tanta importancia tiene para toda la Iglesia en el siglo XXI”.
Falta de claridad
Llama la atención, sin embargo, que a pesar de que los representantes del Camino —o ahora del Comité sinodal— se refieren continuamente al aliento del Sínodo universal y del Papa para continuar, no adoptan las claras palabras del Pontífice sobre la sinodalidad: “No estamos aquí para llevar a cabo una reunión parlamentaria o un plan de reformas”, expresó Francisco al inicio de la Congregación General del Sínodo a principios de octubre. No obstante, el Comité sinodal sigue el mismo patrón que el Camino sinodal: con votaciones sobre propuestas y enmiendas, y, por supuesto, con un “plan de reformas”.
A ello se refirió expresamente la Presidenta del ZdK, al excluir el “formato” del Sínodo universal: “no consideramos apropiado limitarnos a escuchar durante una semana, y luego otra”. Irme Stetter-Karp no cree que “necesitemos aprender algo del Sínodo universal en cuanto a métodos de trabajo”.
Oposición de teólogos y laicos
A mediados de semana, la iniciativa “Nuevo Comienzo” (Neuer Anfang), un grupo de teólogos y laicos que apoyan proyectos de reforma en la Iglesia católica, preocupados por la dirección del Camino sinodal, emitió una nota de protesta contra el Comité sinodal, afirmando que ”podría fragmentar a la Iglesia católica en Alemania y poner en peligro la unidad con el Papa y la Iglesia universal”. Según la iniciativa, la renovación de la Iglesia “no puede consistir en crear una Iglesia a la manera alemana”.
Califica la creación del Comité sinodal como un “acto escandaloso e ilegítimo en todos los sentidos” que pretende usurpar el poder sobre la Iglesia. En la nota expresa su protesta “contra la presunción de este grupo de hablar en nombre de todos los católicos de Alemania”.
Citando a la Presidenta de la ZdK, quien señaló que el objetivo es encontrar una “forma permanente en la que obispos y laicos, es decir, el ministerio y el pueblo de Dios juntos, no solo se consulten, sino que también tomen decisiones”, indican que esto reduciría, e incluso destruiría, el oficio apostólico de liderazgo de los obispos. Sólo los obispos, asesorados por los fieles, tienen la autoridad para dirigir la Iglesia, concluye la nota de “Nuevo Comienzo”.
La reunión constitutiva del “Comité sinodal” se llevó a cabo a puerta cerrada. No obstante, según Irme Stetter-Karp, se acordó en su reglamento interno que, en general, las reuniones estarán abiertas a la prensa en el futuro. “Esto generará una transparencia que considero crucial”, afirmó.