El 21 de julio se clausuró el X Congreso Eucarístico Nacional en Estados Unidos. Tras cinco días de actividad en Indianápolis, los católicos del país emprendieron el camino de vuelta a casa con la esperanza de que el Renacimiento Eucarístico traiga a la Iglesia un “nuevo Pentecostés”.
Los asistentes al Congreso Eucarístico Nacional también pudieron acudir a sesiones de impacto y multitudinarias adoraciones durante los últimos tres días. El lema de la tercera jornada fue “En Getsemaní”. Como explicaron desde la organización del evento, el objetivo de centrar la mirada en la Pasión de Cristo era la purificación y restauración de los corazones.
A lo largo del día los participantes rezaron el Rosario por América, asistieron a la Santa Misa, recibieron sesiones de impacto sobre la familia o el apostolado y pudieron acudir a una exposición sobre la Sábana Santa.
El Congreso Eucarístico en las calles de Indianápolis
El lema del cuarto día fue “Este es mi cuerpo”. En la página web del Congreso indicaron que, “tomando como modelo a la Iglesia primitiva, esta jornada formará a los participantes como discípulos de Jesucristo para que vivan el Evangelio en su amor a Dios y al prójimo”.
Algo especial de este penúltimo día fue la oportunidad que tuvieron los asistentes de participar en una Misa con la liturgia del rito oriental, oficiada por monseñor Joy Alappatt y el arzobispo Borys Gudziak. Por la tarde, las sesiones estuvieron centradas en temas como la teología eucarística, la misión social del católico o la evangelización digital.
Además, las redes sociales se llenaron de las fotografías que mostraron la gran procesión que recorrió Indianápolis. Como parte del evento, Cristo atravesó las calles de la ciudad estadounidense seguido por miles de personas: jóvenes, seminaristas, laicos, ancianos y familias enteras.
Un nuevo Pentecostés
El quinto día tuvo como lema “Hasta los confines del mundo”. Las sesiones de impacto estuvieron centradas en animar a los católicos a ser misioneros eucarísticos y los organizadores anunciaron que están preparando una nueva peregrinación que vaya de Indianápolis a Los Ángeles durante la primavera de 2025.
El Congreso Eucarístico Nacional concluyó con una Misa de clausura presidida por el delegado papal, el cardenal Tagle. Durante la homilía, el cardenal transmitió a los presentes el deseo del Papa de que el Congreso tenga como consecuencia la conversión de los católicos a la Eucaristía. Apreciando el tesoro del Cuerpo y la Sangre de Cristo, afirmó el delegado papal, los fieles podrán realmente ser evangelizadores.
Una vez finalizado todo, los miles de asistentes regresaron a sus hogares con la misión repetida constantemente a lo largo de los cinco días: los católicos son auténticos misioneros, llamados a “proclamar con alegría el Evangelio en cada rincón de nuestra nación”.
Comienza ahora en Estados Unidos la siguiente fase del Renacimiento Eucarístico, el tercer año de esta iniciativa, calificado como el “Año de la Misión”, siendo el último de este proyecto liderado por la Conferencia episcopal de Estados Unidos.