Vaticano

El Papa condena duramente la situación en Ucrania: «¡Ciertas acciones no pueden ser justificadas nunca, nunca!»

En más de 80 ocasiones a los largo de este año el Papa Francisco ha hablado de la situación en Ucrania, pero en ninguna ha dedicado palabras tan claras y con peticiones concretas para los principales actores del conflicto. Ayer, domingo 2 de octubre, le dedicó todo el mensaje del Ángelus desde el balcón de su despacho de trabajo.

Javier García·3 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos
Papa Ucrania

Foto: el Papa sostiene una bandera de Ucrania el pasado 25 de junio. ©CNS/Vatican Media

Los fieles congregados en la Plaza de san Pedro escucharon en directo una denuncia contundente del desarrollo del conflicto armado, el sufrimiento de la población inocente y la petición para que los responsables políticos acuerden un alto el fuego de inmediato. Al presidente Vladimir Putin le suplicó -es la palabra que utilizó- que detenga la “espiral de violencia y muerte”. De igual modo, tras recordar el inmenso sufrimiento padecido por la población ucraniana, dirigió “un llamamiento igualmente confiado al presidente de Ucrania para que esté abierto a serias propuestas de paz”.

También pidió a los diferentes líderes internacionales “que hagan todo lo que esté a su alcance para poner fin a la guerra en curso, sin dejarse arrastrar en escaladas peligrosas, y que promuevan y apoyen iniciativas de diálogo. ¡Por favor, hagamos posible que las jóvenes generaciones respiren el aire saludable de la paz, no el aire contaminado de la guerra, que es una locura!”.

Deterioro de la situación en Ucrania

El Papa está especialmente preocupado por cómo va empeorando el curso de los acontecimientos. Una guerra cuyas heridas “en vez de cicatrizarse, sigue sangrando cada vez más, con el riesgo de agrandarse”. Las noticias de los últimos días resultan especialmente preocupantes, pues “aumenta el riesgo de una escalada nuclear, hasta el punto que hacen temer consecuencias incontrolables y catastróficas a nivel mundial”.

En las últimas semanas el Papa se ha referido en varias ocasiones al conflicto ucraniano como una tercera guerra mundial, desarrollada en Ucrania pero con muchos actores e intereses internacionales. Tras el viaje llevado a cabo por el limosnero polaco y cardenal Konrad Krajewski, el Papa ha tenido un conocimiento más directo de las barbaridades de la guerra y ahora está especialmente preocupado por cómo se agrava la situación . Por eso, en la última parte de su discurso, volvió a mostrar de nuevo su preocupación “¿Y qué decir del hecho de que la humanidad se enfrenta una vez más a la amenaza atómica? Es absurdo”.

El Papa recuerda el no a la guerra

El Papa Francisco habló con cercanía y verdadera empatía acerca del conflicto: “Me afligen los ríos de sangre y lágrimas derramados en los últimos meses. Me duelen las miles de víctimas, especialmente niños, y las numerosas destrucciones, que han dejado a muchas personas y familias sin casa y amenazan con el frío y el hambre a vastos territorios. ¡Ciertas acciones no pueden ser justificadas nunca, nunca! […] ¿Qué más tiene que pasar? ¿Cuánta sangre debe correr aún para que entendamos que la guerra nunca es una solución, sino solo destrucción? En nombre de Dios y en nombre del sentido de humanidad que habita en cada corazón, renuevo mi llamamiento para que se llegue inmediatamente a un alto el fuego. Que callen las armas y se busquen las condiciones para iniciar negociaciones capaces de conducir a soluciones no impuestas por la fuerza, sino consensuadas, justas y estables. Y serán tales si se fundan en el respeto del sacrosanto valor de la vida humana, así como de la soberanía e integridad territorial de cada país, como también de los derechos de las minorías y de sus legítimas preocupaciones”.

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