Uno de los sueños a los que aspira el Santo Padre es celebrar el aniversario del concilio junto a hermanos de las demás confesiones cristianas, y en particular celebrar la Pascua en la misma fecha, que precisamente en 2025 coincidirá en las dos Iglesias.
Se trata de un deseo expresado durante su viaje al Congo el pasado mes de febrero, cuando se reunió con la comunidad jesuita presente en el país. En esta línea se enmarca también la Vigilia Ecuménica de Oración que el mismo Pontífice ha convocado para el 30 de septiembre en la Plaza de San Pedro, a la que confiará de manera especial la primera sesión de la Asamblea General del Sínodo de los Obispos. La iniciativa se titula Together y reunirá en el centro del catolicismo a representantes de distintas Iglesias acompañados por jóvenes de toda Europa y de todas las realidades eclesiales.
Volviendo al aniversario de la conclusión del Concilio de Nicea, el Papa Francisco ha hablado de ello
recientemente al menos en tres ocasiones.
El 25 de junio de 2021, dirigiéndose a los representantes de la Federación Luterana Mundial, el Pontífice había recordado el aniversario como una ocasión para dar «un nuevo impulso al camino ecuménico que es un don de Dios y para nosotros un camino irreversible». Además, la ocasión de la visita de los luteranos a Roma vino dada por la conmemoración de la Confessio Augustana -cuyo 500 aniversario se cumple en 2030- en la que se reconoce la fe común entre las dos confesiones religiosas: un solo Dios, un bautismo, un cuerpo.
«Será importante mirar con humildad espiritual y teológica las circunstancias que llevaron a las divisiones, en la confianza de que, si bien es imposible deshacer los tristes acontecimientos del pasado, es posible releerlos dentro de una historia reconciliada», añadió el Papa Francisco.
En una ocasión posterior, el 17 de enero de 2022, el Papa se dirigió a la Delegación Ecuménica de Finlandia, reiterando cómo «la confesión trinitaria y cristológica de este Concilio, que reconoce a Jesús ‘Dios verdadero de Dios verdadero’, ‘consustancial al Padre’, nos une a todos los bautizados». Que el 1700 aniversario sea, por tanto, un recordatorio para disponernos «con renovado entusiasmo a caminar juntos por el camino de Cristo, en el camino que es Cristo» para alcanzar la plena unidad, dijo el Papa.
Finalmente, el 6 de mayo de 2022 el Santo Padre recibió en audiencia a los participantes en la Sesión Plenaria del entonces Consejo Pontificio, hoy Dicasterio, para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Aquí el Papa dijo: «A pesar de los turbulentos acontecimientos de su preparación y sobre todo del largo período posterior de recepción, el primer Concilio Ecuménico fue un acontecimiento de reconciliación para la Iglesia, que de manera sinodal reafirmó su unidad en torno a la profesión de su fe».
Y son precisamente el estilo y las decisiones de aquel Concilio los que deben inspirar los pasos que todavía hoy hay que dar «hacia el objetivo del pleno restablecimiento de la unidad de los cristianos». Sucesivamente, el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, junto con la Secretaría General del Sínodo, ha dirigido a las Conferencias Episcopales una invitación para escuchar las voces de los hermanos y hermanas de las otras Confesiones sobre las cuestiones relativas a la fe y a la diaconía en el mundo de hoy en el marco del proceso sinodal que se ha celebrado: “Si de verdad queremos escuchar la voz del Espíritu, no podemos dejar de oír lo que Él ha dicho y dice a todos los que han nacido de nuevo ‘del agua y del Espíritu’» (Jn 3,5).