¿Qué tienen en común un compositor de música católica y otro de grandes bandas sonoras de cine? Es lo que mostró la V edición del Concerto con i Poveri (Concierto con los Pobres) a las ocho mil personas que llenaron el Aula Pablo VI del Vaticano el sábado 7 de diciembre de 2024.
El evento, que reserva las primeras filas para tres mil personas pobres de Roma, contó este año con la presencia del sacerdote y compositor italiano Marco Frisina (autor de himnos como Jesus Christ You Are My Life y Aprite le Porte a Cristo) y, como invitado especial, el alemán Hans Zimmer, ganador del Óscar a Mejor Banda Sonora por Dune – Parte 1 y El Rey León.
Había gran expectativa por el evento: en pocos minutos tras la apertura de las solicitudes de entradas el pasado día 18, estas se agotaron, y la página permaneció fuera de servicio por más de 30 minutos. Según el sitio web del concierto, hubo más de 200 mil accesos al mediodía, cuando se abrió el registro.
Una catequesis musical
La primera hora del concierto estuvo dirigida por Frisina, quien trazó un recorrido por los principales temas proclamados por el Jubileo de la Esperanza 2025, que abrirá sus puertas (literalmente) la noche del próximo día 24 en la Plaza de San Pedro. Después de dirigir el himno pontificio y recordar la “vocación de Roma” como lugar de conversión y cercanía a Dios, el italiano presentó temas de las principales bandas sonoras que compuso para películas, como Moisés, José de Egipto y Juan XXIII.
Frisina aprovechó la ocasión para realizar una breve catequesis relacionada con los temas de sus composiciones: la fe (Come le stelle del cielo, de la película Abrahán), la esperanza (Zippora, esposa de Moisés), el perdón (Giuseppe incontra i suoi fratelli, de José), la paz entre las naciones (Sulla cattedra di Pietro, Pacem in Terris, en honor a Juan XXIII), la desesperación de quienes no tienen a Dios (la muerte de Judas) y la salvación en Cristo (con su himno Open the Doors, en homenaje a San Juan Pablo II).
Destacó especialmente su obra Magnificat, interpretada por la solista italiana Serena Autieri, quien afirmó que María sigue siendo una mujer que inspira y que “muestra que Dios mira a través de los sencillos”, aludiendo a los menos favorecidos presentes en la audiencia. También participó la violonchelista Tina Guo, colaboradora de Zimmer en varias de sus composiciones.
El gran esperado
El compositor Hans Zimmer fue recibido con fuertes aplausos tras la ejecución de Frisina y su orquesta del tema de una de sus principales películas, Gladiador. Alternó entre un sintetizador que hacía efectos sonoros, resaltaba o suavizaba partes ejecutadas por el coro y la orquesta (su especialidad en el cine) y el gran piano.
La segunda hora del concierto contó con la presencia de Zimmer y la dirección de Dario Vero, con un programa marcado por grandes suites de Pearl Harbor, Ángeles y Demonios y la obra Time, de la película Inception, del director Christopher Nolan. El espectáculo concluyó con una emocionante interpretación de la banda sonora de Piratas del Caribe, ovacionada de pie por el público.
Un idioma universal
La respuesta a la pregunta sobre qué tienen en común los dos compositores es la universalidad de la música y su capacidad para despertar en el ser humano lo más profundo: sus alegrías y tristezas, sus logros y angustias. Zimmer y Frisina no están tan alejados como podría parecer, como demostró el espectáculo.
“Me siento profundamente honrado de participar en el Concierto con los Pobres aquí en el Vaticano, un evento que demuestra cómo el arte y la música pueden ser herramientas poderosas de solidaridad e inclusión”, afirmó Zimmer en una rueda de prensa convocada por el Vaticano. “Esto no es solo un concierto: es un acto de amor, un gesto concreto hacia los menos afortunados, una invitación a reflexionar sobre lo que nos une como seres humanos”.
“Un concierto es una bella parábola, una parábola de armonía, incluso de la armonía sinodal que la Iglesia se esfuerza por vivir más plenamente. (…) Cada uno en la orquesta toca su propia partitura, pero debe armonizarse con los demás, generando así la belleza de la música”, afirmó el Papa Francisco, quien recibió el sábado a los promotores y artistas del concierto en audiencia.
El Concerto con i Poveri es uno de los ejemplos de lo que el Jubileo espera generar en 2025: el diálogo de la Iglesia con las inquietudes del mundo contemporáneo. Si todos los caminos llevan a Roma, también es cierto que todos pueden partir de ahí. “Porque la belleza es un don de Dios para todos los seres humanos, unidos por la misma dignidad y llamados a la fraternidad”, concluyó Francisco.
Además de realizarse en vísperas del Jubileo, el concierto celebra los 40 años del Coro de la Diócesis de Roma, fundado por Frisina en 1984, acompañado por la Nueva Ópera Orquesta.
Periodista en Roma