América Latina

Chile: años de decisiones

Ante la proximidad de unas nuevas elecciones para elegir al presidente del país, y la presentación del proyecto de una nueva Constitución, Chile tiene que decidir sobre temas clave para la vida y la sociedad, como la regulación del aborto o de la eutanasia.

Pablo Aguilera·19 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos
chile

En Chile han fallecido 37.476 personas por el virus COVID. Se inició el 2020 un masivo programa de vacunación y a finales de septiembre el 74 % de la población ha recibido las dos dosis de la vacuna. El nivel de contagios, de hospitalizados graves y de fallecidos ha disminuido notablemente en los últimos dos meses, lo que ha motivado que el Gobierno rebaje las  medidas restrictivas de trabajo, movimiento, reunión, etc.

A finales de septiembre se cumplieron cuatro años de la promulgación de la ley del aborto en tres causales: enfermedad con riesgo vital de la madre, enfermedad del embrión/feto incompatible con la vida y en caso de violación. En este periodo (septiembre 2017-junio 2021) se realizaron un total de 2.556 abortos en el país.

Lamentablemente, la Cámara de Diputados, también en septiembre, aprobó un proyecto de ley de aborto sin causales hasta la semana 14 de embarazo por estrecho margen: 75 votos contra 68 y 2 abstenciones. Pasará al Senado que, probablemente, lo votará el próximo año.

El año 2016 y 2017 hubo una gran movilización de los obispos y laicos de este país rechazando el aborto en tres causales. También lo rechazaron muchas otras comunidades cristianas. Sorprendentemente, esta vez la Conferencia Episcopal no hizo ninguna declaración sobre este proyecto previo a su votación. Unos pocos obispos católicos hablaron sobre el tema. La Conferencia Episcopal emitió una declaración de rechazo el día después de la aprobación de los diputados.

Es un gran tema sobre el cual los candidatos a la Presidencia de la República han señalado sus posturas. Sólo un candidato, José Antonio Kast, ha manifestado su absoluto rechazo al aborto. Los otros tres candidatos –Gabriel Boric de izquierda, Yasna Provoste de la Democracia Cristiana y Sebastián Sichel de centro derecha- son absolutamente partidarios del aborto libre.

En abril los diputados aprobaron un proyecto de ley que permitiría la eutanasia. Será estudiado y votado por los senadores, probablemente el año próximo. En julio el Senado aprobó un proyecto de “matrimonio” homosexual, que debe ser estudiado y votado por la Cámara de Diputados, seguramente el año 2022.

Como se puede ver, este 2021 ha sido un año nefasto para los valores tradicionales que se han vivido en Chile. Pero no está dicha la última palabra, pues los tres proyectos mencionados deben ser votados por la otra Cámara, que cambiará su composición con las próximas elecciones parlamentarias.

En noviembre próximo se elige al futuro Presidente del país, a la totalidad de los 155 diputados y la mitad de los senadores, es decir 25. Seguramente la elección presidencial requerirá una segunda vuelta en diciembre, en que competirán las dos primeras mayorías.

Desde julio pasado ha comenzado a funcionar la Convención constituyente formada por 155 miembros. Ellos fueron elegidos en elección de mayo pasada. Tienen un plazo máximo de 12 meses para redactar un proyecto de nueva Constitución que debe ser aprobada con 2/3 de sus votos. Sesenta días después (año 2022) sería sometida a plebiscito obligatorio. Si la mayoría de los chilenos la aprueba, el Congreso chileno la promulgará. En cambio, si la mayoría (50 % +1) la rechaza, seguiría vigente la Constitución anterior.

Cada 18 de septiembre Chile celebra su Fiesta nacional. Desde 1811 la Iglesia Católica reza un Te Deum de acción de gracias en todas las diócesis. En la Catedral de Santiago acuden las autoridades civiles del país: el Presidente de la República, presidentes del Senado y Diputados, Corte Suprema, Comandantes en Jefe de instituciones de la Defensa nacional, etc. Desde 1970 se invita también a los representantes de otras confesiones religiosas. En esta ocasión es relevante la homilía que pronuncia el Arzobispo.

Este año el Cardenal Celestino Aós dio gracias a Dios por las muchas cosas buenas que hay en nuestro país, pero también expresó su preocupación por los peligros para la convivencia democrática de los chilenos en un año marcado por antagonismos políticos. En una parte de su homilía expresó: “Damos gracias por todos aquellos que buscan respetar y proteger los valores no negociables: el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de los padres para elegir el modelo y el establecimiento de educación de los hijos, la promoción del bien común en todas sus formas y la subsidiariedad del Estado que respeta la autonomía de organizaciones y colabora con ellas.”

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