En febrero de 2020 nacía el Consejo Latinoamericano del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor, CEPROME, una institución que centra sus esfuerzos en la formación para prevenir los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en el continente latinoamericano.
Laicos, consagrados y sacerdotes de países como Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, México, El Salvador y Venezuela, forman parte de este Consejo que ha desarrollado, desde su creación, una amplia tarea de formación en torno a diferentes temas y cuestiones relacionadas con la protección de los más vulnerables y la prevención de todo tipo de abusos en ámbitos eclesiales.
El Papa Francisco, en un encuentro con una delegación de CEPROME reunida en Roma el 25 de septiembre de 2023, les decía: “Ustedes, lo sé bien, tratan de trabajar y aplicar métodos cada vez más adecuados para erradicar la lacra de los abusos, tanto en la Iglesia como en el mundo. Y no debemos olvidar esto: los abusos que han golpeado a la Iglesia no son más que un pálido reflejo de una triste realidad que abarca a toda la humanidad, y sobre la que no se presta la necesaria atención. Alguno puede decir: ‘ah, no son tantos, entonces’. Si fuera uno solo, ya sería escandaloso, uno solo, y son más de uno”.
Como en el resto del mundo, en América Latina, los casos de abuso en entornos eclesiales han supuesto un antes y un después en la vida de la Iglesia. Siguiendo el camino emprendido por toda la Iglesia universal, los episcopados latinoamericanos y las diversas instituciones de la Iglesia han ido trabajando en el desarrollo de protocolos de actuación y reparación ante casos de esta índole, en la formación desde las primeras etapas y, sobre todo, en el desarrollo de mecanismos de prevención para evitar la repetición de estos casos.
Una labor necesaria
La tarea de CEPROME abarca desde la labor de consultoría y asesoramiento a instituciones de la Iglesia para desarrollar ambientes seguros. Esta tarea incluye la tarea de formación y prevención de estos casos, pero también, la realización e implementación de protocolos de actuación frente a abusos, la monitorización de los recursos internos para evitar estas acciones y la gestión de las responsabilidades.
Además, han desarrollado un servicio de evaluación psicológica y psicodiagnóstico tanto de posibles víctimas como de agresores y un sistema de evaluación psiquiátrico-psicológica que es necesaria en la mayoría de los casos.
La labor de CEPROME es amplia y, sobre todo, continuada. María Inés Franck directora del Consejo Latinoamericano de CEPROME, señalaba para Omnes cómo este organismo se ha convertido en un punto de referencia para la comunidad eclesial de América Latina, especialmente “en el momento de tomar decisiones ante temas concretos relacionados con los abusos y, especialmente con la prevención”.
Las personas que conforman esta comunidad “están en contacto continuo”, lo que ofrece una perspectiva actualizada y diversa del abordaje de las cuestiones relacionadas con la protección de los menores en los diversos países. De entre ellas, varias están vinculadas, además a la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores (Tutela Minorum) y han trabajado con el Centre for Child Protection (CCP) de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Los diplomados o cursos de formación, así como los seminarios que se impulsan desde esta institución han formado ya a cientos de personas que trabajan en distintas organizaciones de la Iglesia: diócesis, colegios, comunidades religiosas, etc.
Estos diplomados abarcan temas como las directrices del derecho canónico y la gestión de los abusos sexuales, el acompañamiento o la manera de abordar una entrevista con una víctima de abuso.
Otro de los ámbitos en los que se centran las actividades de este Consejo Latinoamericano del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor es la elaboración de libros de referencia dedicados a todas las áreas relacionadas con la prevención, reparación y gestión de casos de abuso sexual a menores y personas vulnerables en la Iglesia. Estos libros, constituyen una bibliografía de formación indispensable para comprender el verdadero alcance de estos delitos y, especialmente, hacer de las comunidades eclesiales verdaderos entornos de libertad y seguridad.