La fundación Centesimus Annus Pro Pontifice fue creada por san Juan Pablo II en 1993 para promover la implantación de la Doctrina Social de la Iglesia. Hoy esta fundación está presente en cuatro continentes y cuenta con unos 350 miembros.
Su nombre está tomado de la Carta Encíclica Centesimus Annus de Juan Pablo II en 1991. Para celebrar su aniversario, la fundación ha tenido un encuentro internacional los días 5 y 6 de junio de 2023 en Roma, con el título: «La memoria para construir el futuro: pensar y actuar en términos de comunidad».
Doctrina Social de la Iglesia
El Papa ha recibido hoy en audiencia a los miembros de Centesimus Annus y, en su discurso, ha recordado los orígenes de la fundación: la encíclica de Juan Pablo II, escrita por el 100 aniversario de la Rerum novarum del Papa León XIII. «Vuestro compromiso se ha situado precisamente en este camino, en esta ‘tradición’: (…) estudiar y difundir la Doctrina Social de la Iglesia, tratando de mostrar que no es solo teoría, sino que puede convertirse en un estilo de vida virtuoso con el que hacer crecer sociedades dignas del hombre», ha dicho el Papa.
Francisco ha agradecido especialmente a la fundación su trabajo durante estos últimos diez años «con la acogida y el relanzamiento de las aportaciones que he tratado de hacer al desarrollo de la Doctrina Social».
Economía al servicio de la persona
A continuación, ha señalado los puntos más importantes que quiso poner de relieve en sus últimas encíclicas. «En la exhortación apostólica Evangelii gaudium quise alertar contra el peligro de vivir la economía de forma insana. ‘Esta economía mata’ (n. 53), dije en 2013, denunciando un modelo económico que produce despilfarro y fomenta lo que se puede llamar la ‘globalización de la indiferencia’. Muchos de vosotros trabajáis en el ámbito económico: sabéis lo beneficioso que puede ser para todos un modo de imaginar la realidad que ponga a la persona en el centro, que no menosprecie al trabajador y que busque crear el bien para todos».
En cuanto a Laudato si’, el Papa ha indicado que puso de relieve «el paradigma tecnocrático dominante y propuso la lógica de la ecología integral, en la que ‘todo está conectado’, ‘todo está relacionado’ y la cuestión medioambiental es inseparable de la cuestión social, van juntas. El cuidado del medio ambiente y el cuidado de los pobres van juntos. Al fin y al cabo, nadie se salva solo, y el redescubrimiento de la fraternidad y la amistad social es decisivo para no caer en un individualismo que hace perder la alegría de vivir. Y también hace perder la vida».
La importancia de la solidaridad
El Papa también ha señalado su alegría por la elección del lema de este congreso internacional, que hace referencia al número 116 de su encíclica Fratelli tutti. Francisco ha subrayado la importancia de la solidaridad, indicando que es «mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad» y resaltando otros aspectos como «luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, tierra y vivienda, la negación de derechos sociales y laborales. Es hacer frente a los efectos destructivos del imperio del dinero: desplazamientos forzosos, migraciones dolorosas, tráfico de seres humanos, drogas, guerra, violencia».
La comunidad
Por otra parte, ha recordado el pasaje del Evangelio en el que Jesús dice que no se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo (Lc 16, 13), y ha resaltado la importancia de la comunidad.
«Pensar y actuar en términos de comunidad es, por tanto, dejar espacio a los demás, es imaginar y trabajar por un futuro en el que cada uno pueda encontrar su lugar y tener su espacio en el mundo. Una comunidad que sepa dar voz a los sin voz es lo que todos necesitamos.
La valiosa labor de la Fundación Centesimus Annus puede ser también esta: contribuir a un pensamiento y a una acción que fomenten el crecimiento de una comunidad en la que podamos caminar juntos por la senda de la paz», ha concluido el Santo Padre.