– Jonathan Luxmoore, OSV News
Católicos turcos y minorías cristianas están atemorizados ante los disturbios que han tenido lugar tras la detención, el 19 de marzo, de un lider opositor principal, Ekrem Imamoglu, alcalde electo de Estambul y “musulmán practicante. pero alcalde laico”.
“Nuestra iglesia no está en el punto de mira directo de nadie, ya que es una presencia insignificante aquí, pero los católicos de todo el país tienen ahora miedo”, dijo una fuente eclesiástica a OSV News.
No ha sido una sorpresa
“La gestión del poder en Turquía y en todo Oriente Medio está ligada a individuos y grupos sin una verdadera comprensión de la democracia. Así que lo que está sucediendo ahora no ha sido una sorpresa, al menos para cualquiera que haya seguido los acontecimientos a lo largo de los años”.
La fuente, que pidió no ser citada por razones de seguridad, habló con OSV News mientras continuaban las protestas callejeras por la detención de Ekrem Imamoglu, alcalde electo de Estambul y previsible candidato presidencia, junto con docenas de otros miembros de su opositor Partido Republicano del Pueblo.
Dijo que no había oído hablar de detenciones o daños materiales que afectaran a las dispares comunidades católicas del país, ni de amenazas directas al Patriarcado Ecuménico Ortodoxo, con sede en Estambul, y a otras confesiones cristianas.
Cristianos afectados
Sin embargo, añadió que todos los grupos cristianos se habían visto afectados por el agravamiento de las tensiones políticas y las dificultades económicas en Turquía, cuyos 85 millones de habitantes son en su mayoría musulmanes suníes.
El diario turco de gran tirada ‘Hurriyet’ informó el 26 de marzo de que más de 1.400 manifestantes, en su mayoría jóvenes, habían sido arrestados desde la detención de Imamoglu, y al menos 170 estaban a la espera de juicio, entre ellos varios periodistas detenidos en redadas al amanecer.
Buena parte de Estambul, cerrada
Añadió que gran parte de Estambul, una ciudad de 15,7 millones de habitantes, permanecía cerrada, con policías antidisturbios patrullando con gases lacrimógenos, cañones de agua y balas de goma, y con las conexiones de internet y transporte parcialmente cortadas.
Mientras tanto, AsiaNews, una agencia del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras del Vaticano, dijo que las autoridades turcas se habían abstenido de una prohibición total de las protestas para evitar “provocar una ira popular excesiva”.
La agencia añadió que el apoyo a Imamoglu, “musulmán practicante pero alcalde laico”, seguía siendo fuerte en una Estambul “llena de cicatrices y decepciones”, y que pretendía revivir la visión laica favorecida por el fundador moderno de Turquía, Mustafá Kemal Atatürk (1881-1938).
Acusaciones
El 26 de marzo, Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, acusó a los políticos de la oposición de intentar “encubrir sus propias fechorías”, “escondiéndose detrás de los jóvenes” y de sabotear la economía instando al boicot de empresas y medios de comunicación progubernamentales.
Añadió que la “anarquía” rendiría cuentas, y también acusó a los gobiernos occidentales de doble rasero por ignorar “actos de vandalismo e insultos”.
“Si por democracia entienden permitir que ladrones, defraudadores y grupos marginales exploten municipios y recursos públicos, rechazamos esa forma de entender la democracia”, dijo Erdogan, primer ministro turco de 2003 a 2014. Erdogan obtuvo amplios poderes durante tres mandatos posteriores como presidente, sobreviviendo a un intento de golpe de Estado en julio de 2016 que dejó más de 200 muertos.
Uso de la fuerza contra manifestantes
En las recientes protestas, el uso de “fuerza innecesaria e indiscriminada” contra los manifestantes fue condenado por Amnistía Internacional, que instó al gobierno turco a “respetar y proteger el derecho de reunión pacífica”.
Mientras tanto, el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Michael O’Flaherty, dijo que también le preocupaban los informes sobre el uso desproporcionado de la fuerza policial y pidió a las autoridades turcas que “respeten sus obligaciones en materia de derechos humanos”,
Iglesia católica: siete diócesis, 54 parroquias
La Iglesia católica tiene siete diócesis y vicariatos apostólicos, con 54 parroquias y 13 centros pastorales, en Turquía, Estado miembro de la OTAN. La Iglesia ha sufrido varios ultrajes, como el apuñalamiento mortal en 2010 del presidente de su conferencia episcopal, el obispo Luigi Padovese, en Iskenderun, y el asesinato en 2006 del padre de origen italiano Andrea Santoro en su iglesia de Trabzon.
Aunque el país reanudó los lazos diplomáticos con el Vaticano en 2016, dos años después de una visita del Papa Francisco, a la iglesia se le denegó el reconocimiento legal y sigue intentando reclamar unas 200 propiedades de una lista presentada a una comisión parlamentaria en 2012.
Otras iglesias cristianas históricas también intentan recuperar tierras y propiedades confiscadas tras el Tratado de Lausana de 1923, que estableció las fronteras de la Turquía moderna, y se enfrentan a problemas para reclutar clérigos, establecer asociaciones y obtener permisos de construcción y renovación.
1700 aniversario del Concilio de Nicea
Las esperanzas de una nueva visita del Papa en mayo para conmemorar el 1700 aniversario del Concilio de Nicea (griega) en la actual Iznik (turca), aumentaron tras la reunión de Erdogan el 26 de diciembre con el patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomé de Constantinopla, aunque el Vaticano no ha confirmado ningún plan. El Papa Francisco expresó su deseo de ir en noviembre, pero sigue siendo una incógnita si su salud se lo permitirá.
En su entrevista con OSV News, la fuente eclesiástica dijo que parecían persistir en la sociedad turca “profundas divisiones”, ya que Erdogan persigue políticas impulsadas por “el nacionalismo y el islam”.
Miedo a hablar, y denuncia de ambigüedades
“Ciertamente, gran parte de la población desaprueba su mezcla de política y religión, pero la mayoría de la gente también conoce las consecuencias negativas de hablar”, dijo la fuente.
“Incluso entre los cristianos occidentales, las actitudes siguen siendo ambiguas. Por un lado, organizan vigilias de oración con lágrimas en los ojos por los cristianos de Oriente Próximo. Por otro, apoyan políticamente a los gobiernos que hacen negocios con Turquía”.
OSV News no recibió respuesta a las peticiones de comentarios sobre la situación actual de la oficina de prensa de los obispos turcos y de varias comunidades eclesiásticas prominentes de Estambul.
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Jonathan Luxmoore escribe para OSV News desde Oxford, Inglaterra.
Este texto es una traducción de un artículo publicado primero en OSV News. Puede encontrar el artículo original (en inglés) aquí.