Vaticano

Los católicos solo pueden temer desperdiciar su vida, dice el Papa

El Papa Francisco rezó el Ángelus desde su ventana y centró su discurso en la frase que Jesús repite hoy en el Evangelio: “No tengáis miedo”. Pero, ¿hay algo que los católicos deban temer? El Santo Padre trató este tema y también mencionó a Emmanuela Orlandi, la violencia en una cárcel de mujeres en Honduras y saludó a varias comunidades.

Paloma López Campos·25 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos
Papa Francisco ángelus 25 junio

El Papa Francisco durante el rezo del Ángelus el 25 de junio de 2023 (Vatican News Español)

El Papa Francisco ha dedicado hoy unas palabras al miedo y su impacto en la vida de los católicos en el discurso que acompaña al rezo del Ángelus. En su mensaje ha profundizado en la frase que Cristo repite hasta tres veces en el Evangelio de hoy: “No tengáis miedo”.

Meditando sobre las palabras de Jesús, el Santo Padre ha subrayado una paradoja que encontramos en el Nuevo Testamento y en la vida de los católicos. “El anuncio del Reino de Dios es un mensaje de paz y de justicia, fundado en la caridad fraterna y en el perdón y, sin embargo, encuentra oposición, violencia y persecución”.

¿Cómo puede ser entonces que el Señor nos diga que no tengamos miedo? Francisco respondió que “no porque todo irá bien en el mundo, no, no por eso, sino porque para el Padre somos preciosos y nada de lo que es bueno se perderá”.

El miedo de los católicos

Pero hay algo a lo que los católicos sí deben tener miedo y “lo descubrimos a través de una imagen que Jesús utiliza hoy: la imagen de la «Gehenna”. Esta Gehenna era “el gran vertedero de basura de la ciudad. Jesús habla de él para decir que el verdadero miedo que hay que tener es el de desechar la propia vida”.

Lo que Cristo quiere decir a través de esto es que “no hay que tener tanto miedo a sufrir incomprensiones y críticas, a perder prestigio y ventajas económicas por permanecer fieles al Evangelio, no, sino a desperdiciar la existencia buscando cosas de poco valor, que no colman el sentido de la vida”.

Actualmente “uno puede ser objeto de burlas o de discriminación si no sigue ciertos modelos de moda, que, sin embargo, a menudo ponen en el centro realidades de segunda categoría”. El Papa mencionó algunos ejemplos, como los padres que trabajan y atienden a sus hijos, las religiosas y sacerdotes, o los jóvenes con ilusiones que tienen ganas de encontrarse con otras personas, “sin perder el tiempo en cosas que pasan y no dejan huella”.

Fieles a lo que importa

Todo esto conlleva renuncias “pero es necesario para no perderse en las cosas, que luego se tiran, como se hacía entonces en la Gehenna”. Francisco aseguró que “permanecer fiel a lo que importa es costoso; cuesta ir contracorriente, cuesta liberarse de los condicionamientos del pensamiento común, cuesta ser apartado por los que siguen la moda”. Sin embargo, el Papa insistió en lo que “Jesús dice: lo que cuenta es no desperdiciar el mayor bien, es decir, la vida. No desechen la vida. Solo esto debe asustarnos”.

Por ello, Francisco invitó al final a que todos nos preguntemos: “Yo, ¿de qué tengo miedo? ¿De no tener lo que me gusta? ¿De no alcanzar las metas que la sociedad impone? ¿Del juicio de los demás? ¿O más bien, de no agradar al Señor y de no poner en primer lugar su Evangelio?”.

Tras el mensaje del Ángelus, el Papa expresó su dolor por las muertes ocurridas tras una pelea de bandas en una cárcel en Honduras. El Santo Padre también recordó a Emanuela Orlandi y a su familia, a quienes aseguró sus oraciones. Por último, saludó a varias comunidades y grupos italianos.

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