Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia 2016. Por aquel entonces, Dimitri Conejo, un joven dedicado al desarrollo web y diseño de interfaces daba vueltas a la manera de servir a Dios.
En aquel encuentro con el Papa, “el Señor me tocó el corazón y me dijo claramente ‘quiero que renueves mi Iglesia en internet”’, destaca Dimitri.
Por aquel entonces “se pusieron en contacto conmigo desde Religión en Libertad que estaban buscando un director tecnológico”. En esa tarea, como el propio Dimitri apunta, aprendió mucho y conoció de primera mano el mundo digital católico.
El primer Cathopic
El proyecto de Cathopic comenzaba a tomar forma en su cabeza. “Yo llevaba un tiempo con la idea de montar un banco de imágenes claramente católico. Me daba cuenta que, en muchas ocasiones, los católicos, a la hora de diseñar o hacer carteles, para las parroquias o lo que fuera, simplemente entraban en Google y ‘cogían’ la foto. Como diseñador de UX/UI tengo mucho respeto por el trabajo de los creadores, fotógrafos, etc., y me parecía una barbaridad esta práctica…, pero es que, realmente, no había nada a lo que acudir”.
La constatación de esa necesidad lo llevó a crear la primera versión de Cathopic: “Comencé Cathopic con unas 400 fotografías libres de derechos que pude reunir de diversos bancos de imágenes y que tenían un trasfondo católico”.
En ese momento Cathopic era una página relativamente sencilla, Dimitri reestructuró un código web anterior, compró el dominio, contrató el servidor y “poco más, eran como unos 19 dólares lo que costaba aquella página”.
La página comenzó a recibir miles de visitas y creció, mucho más rápido de lo que el propio Dimitri había imaginado: “Quería crear algo pequeño pero, cuando salió, fue una locura. A medida que crecía me di cuenta que había muchas más necesidades: cubrir redes sociales del proyecto, mandar newsletters, etc.”
El aumento de necesidades llevó también a un aumento del equipo: “Primero se unió una persona, y luego, otras. Lo que siempre he tenido claro de mi misión evangelizadora es el hecho de que tengo que tomármelo de una manera muy profesional. Mi misión sigue siendo que todo lo que haga sea lo más profesional posible.
Si el Señor me ha dado estos dones, son para exprimirlos al máximo. Por eso, nuestros proyectos como Cathopic o Holydemia tienen siempre ese toque de estudio, de investigación y formación. Se crean interfaces muy buenas, con un branding estudiado… Aspectos que, en el mundo católico, suenan ‘a chino’ muchas veces, pero creo que hoy en día es muy importante saber transmitir la fe de la manera más efectiva y profesional posible”.
En este punto, Dimitri alude a un trabajo de benchmarking que realizó antes de lanzar Cathopic y Holydemia y del que sacó varias conclusiones. Entre ellas, “lo que más me llamó la atención, cuando empecé a conocer el mundo de contenido cristiano en la red, es que los protestantes nos sacaban años de profesionalización y experiencia. Cuando veía algunas webs católicas y las comparaba con las protestantes me preguntaba muchas veces ‘¿Por qué ellos lo hacen tan bien y nosotros somos a veces tan cutres?’”
La profesionalización
El crecimiento de Cathopic ha sido estable y lo continúa siendo en la actualidad. De aquella web sencilla de 400 fotos, se ha pasado a un hub de recursos católicos en el que participan cientos de creadores de contenido católico, especialmente fotografías y vídeo. También ha crecido el equipo y la profesionalización de la gestión.
El punto de inflexión de esta mejora de Cathopic fue la segunda versión. En ese momento, los integrantes del equipo de Cathopic“nos dimos cuenta que muchas personas subían fotos que no eran suyas. Las cogían de otro banco de imágenes y las subían. Nosotros tenemos un filtro de moderación, humano, que coteja las imágenes, pero alguna se podía escapar”. De hecho, esta experiencia hizo que Dimitri creara Dimconex Media, la empresa que gestiona Cathopic y Holydemia. De este modo, “no sólo se protege el proyecto sino que pudimos ampliar el contenido con vídeo e ilustraciones”. La fase 3 de Cathopic ya está en marcha y, con ella, una nueva modalidad: Cathopic PRO. Con este sistema, a través de un pago por descargas como en cualquier banco de imágenes profesional, el usuario accede a más contenido y de mejor calidad, así como a los vídeos e ilustraciones. Dimitri apunta que en Cathopic“estamos reuniendo a muchos creadores de contenido católico y son muy’ cracks’, hacen verdaderas maravillas y, desde Cathopic, se pueden dar a conocer a mucha más gente”.
Cathopic 3
“Cathopic trata de ser una comunidad de encuentro entre todos los creadores católicos. Un lugar donde acudir, donde puedan compartir y crecer profesionalmente y, ¿por qué no?, lucrarse de su trabajo, porque es algo muy lícito”, afirma Dimitri. De hecho, son los propios creadores los que deciden que su contenido se ofrezca a cambio de pago o de manera gratuita.
Como destaca Dimitri, “a veces, seguimos viviendo con la mentalidad de que ‘todo lo de Dios es gratuito’, de una manera mal entendida. Yo no creo que eso sea así. Al igual que todos los trabajadores católicos cobran por su trabajo, los creadores de contenido, los fotógrafos, tienen derecho a cobrar por su trabajo…, De hecho, Cathopic 3 busca proteger el contenido, a los creadores y crear un modelo de negocio que sostiene el proyecto”.
Los paquetes de precios de Cathopic no se han hecho buscando un lucro excesivo, como relata Dimitri “se escuchó a muchas personas sobre cuánto estarían dispuestos a pagar, se estudiaron los costes de servidores, equipo… etc., y así se hizo”. Los precios oscilan entre los 29 y los 119 dólares al mes, dependiendo del número de descargas que se requieran.
Al igual que el usuario paga menos por cada descarga cuanto mayor volumen contrata, el creador sobra más cuanto más contenido sube. “Nos basamos en un modelo de economía colaborativa, cuando el usuario paga Cathopic pro, la mayoría del dinero se va al servicio y a los creadores”, subraya Dimitri.
A día de hoy, Cathopic Pro alberga cerca de 5.000 imágenes de alta calidad, mas de 2.800 clips de vídeo disponibles en 4K y HD y casi un millar de ilustraciones y gráficos. Todo ello con la colaboración de casi 300 creadores de contenido. Este banco de imágenes y recursos es usado por más de 63.000 personas, iglesias y organizaciones de todo el mundo. “Estados Unidos, en especial, y América Latina, demandan muchísimo contenido”, apunta el creador de Cathopic.
Un proyecto que sigue creciendo en usuarios y recursos y que hace realidad aquella llamada del Señor a un joven diseñador web en la JMJ de Cracovia.