La ciudad de Cuenca fue sede de un encuentro nacional de catequistas, del 12 al 16 de febrero de 2025, que reunió a más de 1.640 participantes de todo el Ecuador. Este evento, que se realiza cada dos años, ofreció un espacio vital para la reflexión, el intercambio y la formación, con el objetivo de fortalecer la transmisión de la fe en un mundo en constante cambio.
Un desafío central: Transmitir la fe en el mundo actual
El encuentro puso de relieve el desafío de transmitir la fe en el contexto actual, marcado por la secularización, la diversidad cultural y la rápida evolución tecnológica. Se hizo hincapié en la necesidad de buscar nuevas formas de conectar con las nuevas generaciones y comunicar el mensaje de Jesús de manera relevante y significativa.
Como expresó monseñor Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito, durante la Eucaristía: “Ustedes son ‘maestros de la fe’, que no sólo enseñan la doctrina, sino que la viven y la testimonian con su propia vida. Sean creativos en la misión, actualícense siempre, nunca dejen de aprender, sobre todo, sean apasionados’”.
Intercambio de experiencias y formación: pilares del encuentro
Los catequistas tuvieron la oportunidad de compartir sus experiencias, desafíos y éxitos en la labor de transmitir la fe, intercambiando buenas prácticas y reflexionando sobre cómo mejorar la iniciación en la fe.
La formación también fue un componente clave. Conferencias magistrales abordaron temas como metodología, pedagogía, el Sínodo y la Eucaristía, brindando a los catequistas herramientas para fortalecer su labor.
La catequesis: un diálogo con la realidad local
Se resaltó la importancia de que la catequesis esté encarnada en la realidad de cada pueblo, reconociendo la diversidad cultural y las expresiones de fe propias de cada comunidad en Ecuador.
El encuentro en Cuenca fue un llamado a la renovación de la catequesis en el Ecuador, instando a la Iglesia a adaptarse y encontrar nuevas formas de comunicar el Evangelio. monseñor Marcos Pérez, arzobispo de Cuenca, en la Eucaristía de apertura, manifestó que “los catequistas son misioneros que quieren cambiar el mundo”. Los catequistas, como agentes de evangelización, tienen un papel fundamental en esta tarea.
La experiencia dejó una huella profunda en los participantes, quienes regresaron a sus comunidades con nuevas ideas y motivación para continuar la labor de transmitir la fe. El próximo encuentro, en Riobamba en 2027, continuará este camino de renovación catequética.