Desde hace más de 200 años, casi todos los pontífices descansan, un par de semanas en Castel Gandolfo durante el periodo estival. Esta residencia, situada cerca del Vaticano cuenta con las ventajas de un clima más fresco y las hermosas vistas del lago Albano.
El palacio fue construido en la primera mitad del siglo XVII, durante el papado de Urbano VIII.