La Santa Sede ha hecho pública esta mañana la carta que el Papa Francisco ha enviado a los miembros del Colegio Cardenalicio en la que pide a los cardenales un esfuerzo y compromiso reales para lograr el saneamiento económico de las instituciones de la Santa Sede.
El Papa recuerda en esta carta la necesidad de la Iglesia de reformarse continuamente, espíritu en el que se basa, la reforma de la Curia romana y la Constitución apostólica Predicate Evangelium.
Dentro de esta reforma, el Papa pone el acento en la reforma económica de la Santa Sede. Los trabajos en este sentido, destaca el pontífice, “han sido clarividentes y han permitido adquirir una mayor conciencia de que los recursos económicos al servicio de la misión son limitados y deben ser gestionados con rigor y seriedad para que no se dispersen los esfuerzos de quienes han contribuido al patrimonio de la Santa Sede”.
El Papa ha agradecido el esfuerzo de los miembros del colegio cardenalicio en este sentido, pero les pide además un “esfuerzo adicional por parte de todos para que el ‘déficit cero’ no sea sólo un objetivo teórico, sino una meta realmente alcanzable”.
Por ello, destaca Francisco, a las políticas éticas que se han implementado en estos años se une “la necesidad de que cada institución se esfuerce por encontrar recursos externos para su misión, dando ejemplo de gestión transparente y responsable al servicio de la Iglesia”.
Reducción de costes y evitar superficialidades
El Papa concreta este esfuerzo en la necesidad de “reducción de costes” y hace un llamamiento a realizar los servicios “con espíritu de esencialidad, evitando lo superfluo y seleccionando bien nuestras prioridades”.
Francisco ha pedido además un ejercicio de fraternidad y solidaridad entre las diversas instituciones de la Santa Sede señalando la imagen de las familias en las que “los que se encuentran en una buena situación económica acuden en ayuda de los miembros más necesitados”, y animando a las instituciones vaticanas con superávit a “contribuir a cubrir el déficit general”.
Actuar con generosidad entre ellos, asegura el Papa, es además “requisito previo para pedir generosidad también desde fuera”.
Una petición clara que el Papa ha dirigido a los cardenales pidiendo además “valentía y espíritu de servicio” para poder continuar con la labor de la Iglesia en el futuro, así como una participación en el proceso de reforma a través de “vuestros conocimientos y experiencia”.
Esta carta se suma a los numerosos esfuerzos que, desde el Vaticano, se han ido poniendo en marcha para una gestión económica eficiente y transparente de la Santa Sede.