Mundo

La coronación del rey Carlos III, «profundamente cristiana»

La coronación del rey Carlos III del Reino Unido, y de su esposa Camila como reina consorte, por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha sido “profundamente cristiana”, con participación de “todo el espectro de confesiones cristianas”, como anunció el arzobispo de Westminster, cardenal Vincent Gerard Nichols. En ella se ha combinado la tradición con elementos de una sociedad “multicultural y pluriconfesional”, en palabras del rey Carlos III.

Francisco Otamendi·7 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos
Carlos III

El rey Carlos III con la reina consorte Camila hace unos meses en una celebración en Buckingham Palace (OSV News photo/Yui Mok, Reuters)

Fuera de las pompas londinenses, la coronación del rey Carlos III en la abadía de Westminster ha visibilizado a todas las confesiones cristianas, y a otras tradiciones religiosas. Ha sido, además, motivo para ofrecer a un mundo secularizado una ceremonia religiosa, una referencia a lo trascendente, a la esfera espiritual, que han podido ver millones de personas de todo el mundo por televisión y las redes.

Se preveía una solemne ceremonia, “expresión minuciosa y fiel de la fe y la esperanza cristianas”, escribió el cardenal Nichols, primado de Inglaterra y Gales. Y así ha sido. El primado había recordado también que “excluido el Estado de la Ciudad del Vaticano, sólo hay otro país en el mundo en el que la toma de posesión del Jefe de Estado tenga lugar en una ceremonia religiosa”. 

“Para nosotros, se trata de una antigua tradición que contribuye en gran medida al sentido de identidad y continuidad de esta compleja sociedad moderna y a todo lo que aportamos al mundo en general”, añadía. El Papa Francisco ha estado representado en la coronación por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado. Al acto han asistido más de dos mil invitados, representantes diplomáticos de más doscientos países y cien Jefes de Estado. 

Arzobispo de Canterbury: «para servir» 

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la iglesia anglicana, que acaba de participar en una peregrinación ecuménica de paz a Sudán del Sur junto al Papa Francisco y el pastor presbiteriano escocés Iain Greenshields, ha sido quien ha ungido al rey con los santos óleos.

En su breve homilía, el arzobispo de Canterbury señaló que “el Rey de Reyes, Jesucristo, fue ungido no para ser servido, sino para servir. El servicio es amor en acción”, cuidado de los más vulnerables, atención a los jóvenes, cuidado del mundo natural. “Hemos visto estas preocupaciones en nuestro rey”, afirmó.

“El Espíritu de Dios es quien da la fuerza y nos atrae al amor en acción”. Así lo hizo Jesús, “quien dejó a un lado todo privilegio y dio su vida. Su trono era una cruz y su corona estaba hecha de espinas. Cada uno hemos recibido la llamada de Dios a servir. Cada uno puede elegir hoy el camino de Dios. Concede la gracia de que en tu servicio encuentre la libertad perfecta”, concluyó.

Al final de la ceremonia, y antes de abandonar la abadía de Westminster, el rey Carlos III ha sido saludado por los líderes religiosos de otras tradiciones, que se han dirigido a él como “próximo en la fe” y han recibido a su vez un gesto de reconocimiento por su parte. El primer ministro británico, Rishi Sunak, de origen y religión hindú, leyó en la celebración un fragmento de la Carta de san Pablo a los Colosenses.

«Defensor de la fe«

El rito de coronación del rey Carlos III se puede considerar bajo diversos ángulos, pero no ha sido, como es evidente, un acto laico. Millones de personas han podido visualizar una minuciosa ceremonia que ha convertido a Carlos III en “defensor de la fe” y “gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra”, importante referente de la tradición protestante, en la que no faltó el ‘God save the King’ (Dios salve al rey).

El Palacio de Buckingham había asegurado en un comunicado que la ceremonia reflejaría el papel actual del monarca y miraría hacia el futuro, sin dejar atrás las tradiciones. Señaló además que “la coronación es un servicio religioso solemne, junto con una ocasión de celebración y desfile”. 

La ceremonia, y los actos previos y posteriores, testimoniaron en este sentido que “la religión no es una cosa privada” y “que se puede mostrar en la esfera social pública”, contrariamente a la herencia recibida de la Revolución francesa, como reflexionó el catedrático judío de Harvard Joseph Weiler, premio Ratzinger 2022, en un Foro Omnes.

Oración por el rey en las parroquias

La Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales había solicitado que el viernes 5 de mayo se celebrara una misa “por Su Majestad el Rey con motivo de su Coronación”. También se pidió que al final de la misa, antes de la bendición final, se rezara una Oración por el Rey

Se señalaba asimismo que en las misas dominicales del 7 de mayo, las parroquias podían incluir en la oración de los fieles una intención por el Rey y la Familia Real, y al final de la misa la Oración por el Rey seguida del canto Domine, salvum fac y/o el himno nacional. El texto sugerido es el siguiente:

ORACIÓN POR EL REY

Oh Señor, salva a Carlos, nuestro Rey.

Y escúchanos el día en que te invoquemos.

Oh Señor, escucha mi oración.

Y deja que mi clamor llegue ante ti.

El Señor esté contigo.

Y con tu espíritu.

Dios todopoderoso, te rogamos,

que tu siervo Carlos, nuestro Rey,

quien, por tu providencia ha recibido el gobierno de este reino,

pueda continuar creciendo en toda virtud,

que, imbuido de tu gracia celestial,

sea preservado de todo lo que es dañino y malo

y, bendecido con tu favor

pueda, con su consorte y la familia real,

llegue por fin a tu presencia,

por Cristo que es el camino, la verdad y la vida

y que vive y reina contigo

en la unidad del Espíritu Santo,

Dios, por los siglos de los siglos.

Amén.

Detalles de la ceremonia de coronación

Con una estructura similar, en los últimos 900 años la ceremonia ha tenido lugar en la abadía de Westminster, y desde 1066 la celebración litúrgica ha estado a cargo del arzobispo de Canterbury. En la coronación se han podido apreciar algunas de las ceremonias que se vieron en el funeral por la reina Isabel II el año pasado.

Las palabras iniciales de la coronación del rey Carlos III que se han podido escuchar “son muy significativas”, ha escrito el cardenal Nichols. “El primero en hablar es un corista, que dice: ‘Majestad, como hijos del Reino de Dios le damos la bienvenida en nombre del Rey de Reyes’, y el Rey Carlos responde: ‘En su nombre, y según su ejemplo, no vengo a ser servido, sino a servir’”.

“La ceremonia que sigue es profundamente cristiana en cada sentimiento y acción, combinando historia e innovación, acción y palabra, música y oración silenciosa”, prosigue el cardenal, quien ha recordado que “la historia de estas tierras está profundamente marcada por nuestra historia religiosa. Hasta el siglo XVI, la coronación era católica. Durante los últimos cuatrocientos años ha sido un servicio de la Iglesia de Inglaterra y sigue siéndolo”. 

El primado católico considera que “esta vez muchos aspectos del acontecimiento reflejan y refuerzan la relación profundamente cambiada entre nuestras dos Iglesias”. Y relata que, “como es bien sabido, el Papa Francisco regaló al Rey Carlos una reliquia de la verdadera Cruz de Cristo. La reliquia fue incrustada en una cruz de plata, que será llevada a la cabeza de la primera procesión el día de la coronación”.

Recuerda el cardenal Vincent Gerard Nichols que “la ceremonia contiene muchas huellas de sus orígenes católicos: el canto del Kyrie, el Veni Sancte Spiritus, el Te Deum y el Gloria, con un arreglo escrito en el siglo XVI por William Byrd para los católicos recusantes”.

Y revela que “como cardenal arzobispo de Westminster, fui invitado a participar en la bendición del rey recién coronado, una novedad que representa un paso más en la cicatrización de nuestras antiguas heridas comunes”.

Libertad religiosa en el Reino Unido

El rey Carlos declaró recientemente que presta este juramento como “miembro totalmente comprometido y devoto de la Iglesia de Inglaterra”. También dijo que, si bien este deber solemne es su deber constitucional, también tiene otros deberes, expresados con menos solemnidad pero igualmente sinceros. Explicó que éstos son el deber de mantener el ejercicio de la libertad religiosa en el Reino Unido y la acogida de personas de otras confesiones religiosas y de todas las confesiones”.

Una de las innovaciones más importantes de esta coronación que se ha presenciado, a juicio del cardenal, “es que el rey reza públicamente, para que todos puedan oírle. Esta oración tiene lugar inmediatamente después del juramento. 

El rey reza: “Concédeme ser una bendición para todos tus hijos, de todos los credos y convicciones, para que juntos descubramos los caminos de la bondad y seamos guiados por los senderos de la paz, por Jesucristo nuestro Señor. Amén”.

La fe de la Reina Isabel II 

Un repaso a declaraciones de estos meses permite observar que Carlos III sigue la estela de su madre, Isabel II, fallecida el 8 de septiembre de 2022. Ya cuando tenía 21 años, y faltaban seis años para convertirse en reina, transmitió un compromiso público, diciendo: “Declaro ante todos ustedes que toda mi vida, ya sea larga o corta, la dedicaré a su servicio… Dios, ayúdame a cumplir bien mi voto”.

En sus últimos años, Isabel II fue cada vez más explícita en su profesión de fe religiosa, principalmente a través de sus mensajes anuales de Navidad, una tradición iniciada por su abuelo, Jorge V, en 1932, y continuada por su padre, Jorge VI. Así habló sobre su fe: “Para mí, las enseñanzas de Cristo y mi propia responsabilidad personal ante Dios proporcionan un marco en el que trato de llevar mi vida. Yo, como muchos de ustedes, he obtenido un gran consuelo en tiempos difíciles de las palabras y el ejemplo de Cristo”.

El cardenal inglés Arthur Roche, Prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha señalado que “como gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, la importancia y el ejemplo que la Reina dio a las relaciones interconfesionales es algo que el Rey Carlos III ha tratado de mantener, durante estos días de luto en los que ha aceptado acceder al trono y ha visitado los principales lugares del Reino Unido”. 

Con musulmanes

Tras el fallecimiento de la reina Isabel II, musulmanes de todas las edades firmaron en un libro de condolencias durante una ceremonia interconfesional en la gran mezquita Baitul Futuh, en Londres. “Nuestra lealtad al rey” será “tan fuerte como la que mostramos a su majestad la reina”, afirmó Rafiq Hayat, presidente de la comunidad musulmana británica Ahamdiyya.

“Creemos que será un muy buen líder para los musulmanes y que reunirá a las diferentes confesiones”, sobre todo porque “cuando habla, la gente escucha”, y “esto tendrá mucho peso en las relaciones entre el mundo musulmán, el mundo cristiano y el mundo judío”, añadió.

El autorFrancisco Otamendi

Leer más
Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica