Todavía hay muchas poblaciones que se enfrentan a la pobreza y la escasez de alimentos; millones de personas que, debido a los conflictos, las consecuencias de las pandemias y el aumento del coste de la vida, no pueden acceder adecuadamente a la nutrición.
El llamamiento de Caritas Internationalis se centra, una vez más, en «promover la agricultura y la producción de alimentos sostenibles, reducir el desperdicio de alimentos y apoyar los sistemas alimentarios locales».
Medidas que, además de combatir adecuadamente el hambre, también, según la organización internacional, «ayudarán a preservar el planeta para las generaciones futuras». Evidentemente, esto va de la mano de la preservación de la naturaleza, también en términos globales.
Una petición expresada también por el Papa Francisco en su reciente Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que tendrá lugar el próximo 1 de septiembre.
Al lado de las víctimas de la injusticia ambiental
El Pontífice reflexiona especialmente sobre la importancia de garantizar «la justicia y la paz» para todos los pueblos del planeta.
Una de las condiciones para ello es «estar al lado de las víctimas de la injusticia medioambiental y climática», poniendo fin a esta «guerra sin sentido contra la creación».
Para ello es necesario «transformar nuestros corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que rigen nuestras ciudades».
Menos residuos y menos consumo innecesario
En particular, hay que transformar los estilos de vida para que haya «menos residuos y menos consumo innecesario, especialmente allí donde los procesos de producción son tóxicos e insostenibles». Esto es importante para que «todo el mundo pueda estar mejor: nuestros semejantes, estén donde estén, y también los hijos de nuestros hijos».
Sobre las políticas públicas y económicas «que rigen nuestras sociedades y modelan la vida de los jóvenes de hoy y de mañana», la denuncia del Papa es contundente: a menudo «favorecen riquezas escandalosas para unos pocos y condiciones de degradación para muchos».
Alcemos la voz
Ante esta dinámica», escribe el Santo Padre, «levantemos la voz», porque serán una vez más los pobres quienes sufrirán «los peores impactos». El Papa Francisco ya lo había explicado en la Encíclica Fratelli tutti, considerando injusto que sólo los poderosos y los científicos tengan voz en el debate público.
En este sentido, Cáritas Internationalis -señala en una nota- siempre trata de trabajar junto a las comunidades locales «para implementar prácticas agrícolas sostenibles, crear capacidad de adaptación al cambio climático y apoyar a los líderes mundiales y a los responsables de la toma de decisiones para que aborden y revisen las políticas que agravan el hambre en el mundo».
Así ha ocurrido, por ejemplo, en varios países de África, pero también en Pakistán, donde desde 2018 Cáritas romueve prácticas agrícolas sostenibles y ejecuta programas centrados en la resiliencia de las familias de pequeños agricultores y en mejorar su capacidad de adaptación al cambio climático y a las catástrofes, manteniendo la salud de los ecosistemas y del suelo.
En Somalia, por su parte, se financian desde hace tiempo iniciativas de ayuda a las víctimas de la sequía, así como actividades educativas para los jóvenes y los marginados.
Con ocasión de la Conferencia sobre el Cambio Climático de Bonn, que se celebrará del 5 al 15 de junio, Caritas organizará también un evento sobre las posibilidades de «trabajo conjunto en agricultura y sistemas alimentarios» entre líderes religiosos y locales, con la participación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Verde para el Clima (GCF), negociadores del Grupo Africano y la Unión Europea (UE).
Acceso global a los bienes de la naturaleza
En cuanto a los líderes mundiales que se reunirán de nuevo para la cumbre COP28, esta vez en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre, el llamamiento del Papa en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Creación tiene como objetivo lograr una «transición rápida y equitativa» para poner fin cuanto antes a la explotación de los combustibles fósiles, frenar los riesgos del cambio climático y salvaguardar el acceso global y seguro a los bienes de la naturaleza.