“Hemos visto un aumento alarmante de la depresión y tendencias suicidas, especialmente entre los jóvenes”, reconocen los obispos de los Estados Unidos. Para crear conciencia acerca del tema, eliminar el estigma y abogar por quienes sufren alguna condición mental, se lleva a cabo en EUA del 10 al 18 de octubre la “Campaña nacional católica de salud mental”. La iniciativa, promovida por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), tiene tres componentes: una novena, mesas redondas y abogar por recursos para quienes necesiten ayuda. La iniciativa inició con una novena el 10 de octubre, día mundial de la salud mental.
“Con esta campaña, esperamos crear una mayor conciencia sobre este tema urgente, ayudar a eliminar el sentimiento de estigma o vergüenza de las personas que lo sufren y promover un mensaje claro: todos los que necesitan ayuda deberían recibirla. Jesús enseña: ‘Porque donde está su tesoro, ahí estará su corazón’ (Lc 12, 34). Ustedes son el tesoro de la Iglesia. La Iglesia vive para servirles”, señalan los obispos Borys Gudziak, arzobispo de la archieparquía católica de Ucrania en Filadelfia y Mons. Robert Barron, obispo de Winona-Rochester. Los prelados -quienes también son los presidentes del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano y del Comité de Laicos, Matrimonio y Vida Familiar de la USCCB, respectivamente- piden “la intercesión de santa Dimpna (de Irlanda) y san Juan de Dios (los santos patrones de las personas que padecen enfermedades mentales) para que nuestro trabajo dé grandes frutos en un punto de inflexión tan crítico en nuestra cultura hoy en día. Que el Señor, el Médico Divino, brinde ayuda y consuelo a todos los que sufren, inspire a las comunidades a ofrecer mayor apoyo a los enfermos y conceda sabiduría a los legisladores para que todos los que necesitan ayuda puedan recibirla”, concluyen los obispos Barron y Gudziak.
La salud mental en datos
Según las estadísticas del Instituto Nacional de Salud Mental de los EUA (INSM), al 2021, el 22.8 % de los adultos estadounidenses (57.8 millones) fueron clasificados con una enfermedad mental, de ellos 14.1 millones bajo una enfermedad mental grave; no obstante, menos de la mitad recibió la atención médica necesaria. Esto se debe a que más de un tercio de la población estadounidense vive en zonas donde no hay profesionales de la salud mental. El Instituto añade que, a lo largo de la vida entre el 60 % y el 85 % de las personas pueden presentar un padecimiento mental. “Al igual que las enfermedades físicas, las enfermedades mentales son una parte ‘normal’ de la condición humana y deben tratarse como tales”, dice el INMS.
Otros motivos por los cuales las enfermedades mentales no son tratadas son el estigma asociado a una enfermedad mental y los costos exorbitantes del servicio. Es por ello por lo que la Federación Mundial de Salud Mental (WFMH, por sus siglas en inglés) escogió como tema para el Día mundial de la salud mental del 2023 “la salud mental como un derecho humano universal”. Al respecto, el secretario general de la WFMH, Gabriel Ivbijaro señala que aunque la salud mental no se menciona específicamente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU de 1948, el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 precisa que “los Estados reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”. Ivbijaro indica que el tema de este año dará oportunidades para garantizar que toda persona que padezca algún problema de salud mental tenga el derecho a acceder a cuidados médicos accesibles y de calidad, especialmente cuando se trata de personas desplazadas forzadamente, minorías o niños.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que a nivel global una de cada ocho personas en el mundo padece alguna enfermedad mental. Además, cada vez más adolescentes y jóvenes adquieren este padecimiento. “Ninguna persona debería verse privada de sus derechos humanos o excluida de las decisiones sobre su propia salud por padecer un problema de salud mental. No obstante, en todo el mundo, estas personas siguen viendo limitados sus derechos humanos de distintas formas”, señala la OMS.