Manos Unidas lanza este año su campaña número 64. Más de 6 décadas ayudando a países del tercer mundo a través de proyectos de cooperación y que, cada año, sigue poniendo el acento en la dolorosa actualidad del hambre en el mundo. La campaña de este año es una invitación a la implicación personal en esta lucha contra el hambre y la pobreza bajo el lema “Frenar la desigualdad está en tus manos”. Una campaña que han presentado la presidenta de Manos Unidas, Cecilia Pilar, y los misioneros Dario Bossi y Virginia Alfaro.
Cecilia Pilar ha comenzado presentando la situación que en la actualidad viven muchas personas. Las cifras son preocupantes, ha dicho, pues sabemos que cada nueve segundos muere una persona de hambre. En total, más de tres millones y medio de personas mueren al año.
Toda esta información choca con las cifras de la riqueza, que no para de aumentar. Sin embargo, Pilar resaltó en su presentación que este incremento no se refleja igual en todos los países.
Las condiciones en las que viven millones de personas no pueden reducirse a números, ha dicho la presidenta, sino que deben ser asumidas por todos como una responsabilidad común.
Dario Bossi, misionero camboniano
Varios países del mundo “experimentan muchas relaciones neocoloniales”, señaló el misionero camboniano, Dario Bossi, en su intervención. De hecho, las potencias mundiales tienen en tierras fértiles, pero económicamente pobres, proyectos monstruosos que destrozan las tierras, provocando muertes y crímenes contra las personas.
Bossi explicó la dificultad para hacer frente a estos proyectos, pues si las comunidades se niegan, las potencias y empresas emprenden campañas de persecución para presionar a los nativos de los lugares. Pero no todo es negativo, como quiso destacar el misionero. Las comunidades también intentan organizarse y unirse para luchar contra estas agresiones.
Se necesita ayuda exterior y Dario resaltó la importancia de que la Iglesia escuche a las personas y se ponga de lado de los más amenazados, poniendo al servicio de estos su fuerza institucional.
Virginia Alfaro, misionera seglar en Angola
Virginia Alfaro es misionera seglar en Angola. Allí coordina un programa de intervención comunitaria llamado “Infancia feliz”. Este proyecto promueve el acceso a los derechos básicos de mujeres y niños.
A través del programa de intervención, Alfaro ayuda a “crear oportunidades”, mejorando la educación de los niños y estableciendo una educación de calidad. Durante su intervención, la misionera subrayó que la mayoría de los niños no tienen acceso a esta formación. De hecho, solo el 11 % de los niños reciben una educación preescolar, que es tan cara como una universidad privada.
Por otro lado, explicó Virginia, la mayor parte de las adolescentes abandona el sistema educativo, ya que se quedan embarazadas. La importancia de luchar contra esto puede expresarse en números y así lo hizo Alfaro. Destacó que las niñas que acaban la educación primaria pueden producir entre un 10 y un 20 % más de recursos para su sostenimiento, y si terminan los estudios de secundaria, pueden llegar a producir hasta un 25 % más.
Además de la educación, los misioneros como Virginia luchan por la sanidad y el bienestar. En la ponencia, Alfaro recalcó que el 94 % de las muertes que hay en el mundo por malaria ocurren en África, siendo esta enfermedad la principal causa de muerte en niños y mujeres embarazadas en Angola.
Para las mujeres embarazadas el riesgo de enfermedad se une a la situación de precariedad por la “fuga de paternidad”. Muchos hombres abandonan a las madres de sus hijos pues no existe un vínculo entre la identidad masculina y la figura paterna, por lo que las mujeres, íntimamente ligadas a su maternidad, deben luchar por sus derechos en una sociedad fragmentada.
La colaboración de todos
Los ponentes de la rueda de prensa han insistido varias veces en la necesidad de entender que el cambio en las situaciones de los más vulnerables son responsabilidad de todos. Han animado a crecer en la concienciación y participación de los proyectos que, a nivel mundial, se implementan para luchar contra la desigualdad.