“El Camino permite viajar hasta la mítica Tierra Media por la que caminaban enanos, elfos u orcos. El valle de Moria, Bree, Rivendel, la Comarca, Hobbiton, la Cima de los Vientos y muchos más lugares claves de la película y el libro te harán sentirte el protagonista de tu viaje exterior e interior a la par que descubrirás una naturaleza fascinante y desarrollarás el sentido del asombro, de la belleza y del cuidado de la misma”. Así describen esta peregrinación los encargados del Camino del Anillo en su página web.
Pedro de la Herrán, gerente de esta iniciativa, habla en Omnes sobre este proyecto al que todos están invitados, ya les encante el Señor de los Anillos, ya sean sencillamente amantes del deporte o de la naturaleza.
¿De dónde surge la idea de realizar este Camino?
“El Camino del Anillo surge como una iniciativa de desarrollo rural para promocionar los pueblos olvidados de la Sierra Norte de Madrid. Cuando salieron las películas de El Señor de los Anillos, nos dimos cuenta del parecido geográfico extraordinario entre esta peculiar Sierra y los escenarios creados por Tolkien. Así surgió la idea de invitar a la gente a visitar la Tierra Media en Madrid. De esta forma, además, la gente podría tener una experiencia de belleza en la naturaleza y la literatura, de encuentro con uno mismo y con los demás”.
¿Por qué está involucrada la Archidiócesis de Madrid?
“La iniciativa necesitaba una estructura que la apoyara. La Archidiócesis vio en esto una posibilidad de hacer un bien a la Sierra de Madrid, a la vez que promover un camino espiritual de encuentro con la Creación. Hoy está muy de moda hablar de cambio climático y de sostenibilidad. Si bien son temas importantes, se nos olvida que una verdadera ética ambiental ha de partir de entender qué es la naturaleza y quiénes somos los seres humanos respecto a ella. La Iglesia Católica mira la naturaleza como un regalo de Dios que debemos cuidar, como una casa común donde aprendemos a amarnos y dejarnos amar por Dios. De esta forma, la admiración y el cuidado por la naturaleza surgen solos”.
¿Cómo ayuda espiritualmente a las personas hacer este Camino?
“Cuando haces el Camino te encuentras con el profundo entramado psicológico de los personajes de Tolkien, con los que te sientes identificado. Destruir el anillo es una batalla que dura toda la vida, consiste en hacer una opción radical por el bien, cosa que no se consigue sin la ayuda de una compañía de amigos (una comunidad del anillo) que apuestan por ti y te ayudan a destruir tu anillo para siempre. La gente que recorre el Camino del Anillo se encuentra con su interioridad, con la potencia inefable de la belleza de la Creación, con la compañía de personas que te quieren aún sin conocerte. Es una experiencia única”.
¿Se puede encontrar a Dios haciendo esta peregrinación? ¿Cómo?
“Se puede encontrar a Dios a través de la belleza de la Creación y de la compañía de los demás. En cada detalle de la naturaleza descubrimos que somos amados por un Creador que ha puesto cada cosa en su sitio, y nos descubrimos como parte de esa belleza casi infinita que se despliega en la luz y la vida. Además, el cariño y el servicio incondicional de las personas que te acompañan te invita a entender la vida como una comunión en la que vamos todos juntos, en las que cada uno es para el otro y la vida adquiere un sentido nuevo”.
¿Qué es lo más importante en cuanto a la preparación?
“La actitud de asombro. Nosotros preferimos no contar demasiado de lo que te vas a encontrar. Solemos decir que el Camino habla, que los bosques hablan, que la luz habla. Claro que hay que tener un poco de forma física y ganas de caminar, pero lo más importante es abrir el corazón para dejarte sorprender. En el Camino hacemos una experiencia del WOW al AH. “WOW, qué maravilla”. “AHH, entiendo por qué todo es tan maravilloso”. Sólo se entiende esta experiencia cuando la vives en primera persona”.
¿Cuál es el principal beneficio espiritual de hacer el Camino del Anillo?
“La mayoría de la gente encuentra paz y serenidad. Éstas provienen de entender que la vida no se trata de hacer muchas cosas o de cumplir las expectativas de la sociedad. En el Camino descubres que la vida consiste en dejarte amar. Cuando vuelves a casa, has entendido claves nuevas que te abren a la comunidad y al Creador”.
¿Cuáles son los anillos o dragones contra los que solemos luchar a día de hoy?
“Eso tiene que descubrirlo cada uno. No se trata de las estructuras políticas o las tramas criminales. Es algo interior. El mayor enemigo de Faramir no era Sauron, sino su tentación de ponerse el anillo de poder y gobernar manipulando la realidad. El verdadero enemigo es lo que encuentras en tu vida que no te deja ser libre del todo, es la tentación de hacer el bien usando el mal. Sólo si tienes esperanza en que la belleza y el bien existen, serás capaz de desear destruir el anillo. Y sólo lograrás cumplir ese deseo si tienes una comunidad de amigos que apuestan por ti. Hoy en día se dice mucho que uno tiene que ser bueno, pero no tonto. Es un ejemplo del apego que le tenemos al mal. ¿Y si consiguiéramos ser buenos de verdad, optar por el bien siempre, y si tuviéramos un corazón al que no le importa sacrificar la vida por los ideales que verdaderamente importan?”.