Vaticano

Papa Francisco: “El pesebre es el trono de nuestro Rey»

El Papa ha dedicado la audiencia general de hoy a san Francisco de Sales y sus reflexiones sobre la Navidad, debido a la carta apostólica que se publicará hoy por el cuarto centenario de la muerte de este santo.

Paloma López Campos·28 de diciembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos
El Papa en la audiencia 28-12

El Papa saluda a un niño a su llegada a la audiencia de hoy (CNS Photo/ Vatican Media)

El Papa Francisco ha comenzado la audiencia general felicitando la Navidad a los fieles congregados en el Aula Pablo VI. Al inicio ha mencionado que “este tiempo litúrgico nos invita a detenernos y a reflexionar sobre el misterio de la Navidad y, puesto que hoy, se cumple el cuarto centenario de la muerte de san Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia, podemos inspirarnos en algunos de sus pensamientos”.

Debido a esta memoria que hacemos del santo, el Papa ha anunciado que hoy “se publica una carta apostólica que conmemora este aniversario. El título es Todo pertenece al amor, retomando una expresión característica del santo obispo de Ginebra”.

Siguiendo al doctor de la Iglesia, Franciso ha querido “profundizar en el misterio del Nacimiento de Jesús en compañía de san Francisco de Sales”.

Teniendo en cuenta los escritos del obispo de Ginebra, el Santo Padre ha comenzado analizando el elemento del pesebre donde nació Jesús. “El evangelista Lucas, al relatar el nacimiento de Jesús, insiste mucho en el detalle del pesebre. Esto significa que es muy importante, no solo como detalle logístico, sino como elemento simbólico para entender qué clase de Mesías es el que nació en Belén, qué clase de Rey, quién es Jesús”.

“Mirando el pesebre, mirando la cruz, mirando su vida de simplicidad, podemos entender quién es Jesús. Jesús es el Hijo de Dios que nos salva, se hace hombre como nosotros. Despojándose de su gloria y humillándose. Vemos este misterio concretamente en el punto central del pesebre, es decir, en el Niño”.

Este detalle humilde del pesebre nos acerca al modo de actuar de Dios. Así, Francisco dice: “No lo olvidemos nunca. El estilo de Dios es cercanía, compasión y ternura”. 

La consecuencia de este estilo del Padre implica que “Dios no nos toma por la fuerza, no nos impone su verdad y su justicia, no hace proselitismo con nosotros. Quiere atraernos con el amor, con la ternura, con la compasión”.

Por todo esto, Franciso afirma que “Dios ha encontrado el medio para atraernos, seamos como seamos, con amor. No un amor posesivo y egoísta”.

El amor de Dios “es puro don y pura gracia. Es todo y solo para nosotros, para nuestro bien. Así nos atrae, con este amor desarmado e, incluso, desarmante. Pero cuando vemos esta simplicidad de Jesús también nosotros tiramos afuera todas nuestras armas, nuestra soberbia”.

Continuando con el análisis del nacimiento de Cristo, Francisco considera que “otro aspecto que destaca en el Belén es la pobreza”. Esta no es una pobreza exclusivamente material, sino que, dice el Papa, debe ser “entendida como renuncia a toda vanidad mundana”.

Conocer este misterio de la pobreza nos permite entender mejor el sentido de la auténtica Navidad. El Papa avisa de que hay una Navidad que es “la caricatura mundana que la reduce a una celebración cursi y consumista. Es necesario hacer fiesta, pero que esto no sea la Navidad. La Navidad es otra cosa. El amor de Dios no es meloso. Nos lo demuestra el pesebre de Jesús. El amor de Dios no es un buenismo hipócrita que esconde la busca de placeres y comodidades”.

Inspirado en una carta que escribió san Francisco de Sales antes de morir, el Papa concluye diciendo que “hay una gran enseñanza que nos viene del Niño Jesús a través de la sabiduría de san Francisco de Sales. No desear nada y no rechazar nada, aceptar todo lo que Dios nos envía. Pero, cuidado. Siempre, y solo, por amor. Porque Dios nos ama y quiere siempre, y solo, nuestro bien”.

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