“Con gran tristeza y horror seguimos siendo testigos de la muerte de personas inocentes en la tierra donde nació Nuestro Señor. Tras el asesinato de dos mujeres cristianas al interior de la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, pedimos el cese inmediato de todas las hostilidades, la liberación de los rehenes y el inicio de negociaciones para una resolución pacífica de este conflicto”, señaló Mons. Timothy P. Broglio, arzobispo para los servicios militares de EUA y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés).
Según informó en un comunicado la oficina del Patriarcado Latino de Jerusalén -encabezado por Mons. Pierbattista Pizaballa- el 16 de diciembre al mediodía un francotirador de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) ingresó a la parroquia de la Sagrada Familia (lugar de refugio para familias cristianas) y disparó contra Nahida Khalil Anton y su hija Samar Kamal Anton, causándoles la muerte. Otras siete personas también recibieron disparos y resultaron heridas.
El comunicado añade que además, esa misma mañana un tanque de IDF disparó un cohete contra el convento de las Misioneras de la Caridad, lugar donde vivían 54 personas discapacitadas. El impacto dejó tras de sí innumerables daños, entre ellos la destrucción del generador de electricidad, del tanque de reserva de agua y además provocó un incendio masivo que dejó la casa en ruinas.
Unión por la paz junto al Papa
“Esta violencia no debe continuar”, expresó Mons. Timothy Broglio, y añadió que los obispos de EUA unen sus voces a la del Santo Padre “recordando a todas las partes en este conflicto que la guerra, nunca es la respuesta, sino siempre una derrota. ¡Pedimos paz, por favor, paz!”, exclamó el prelado.
Durante el Ángelus del 17 de diciembre desde el Palacio Apostólico del Vaticano, el Pontífice reiteró su conmoción ante el ataque contra la parroquia en Gaza y la muerte de las dos mujeres: “Civiles indefensos están siendo bombardeados y tiroteados. Y esto ha ocurrido incluso dentro del recinto parroquial de la Sagrada Familia, donde no hay terroristas, sino familias, niños, enfermos, discapacitados y monjas. La casa de las Hermanas de la Madre Teresa resultó dañada, su generador fue destruido. Alguien dice: ‘Es terrorismo, es guerra’. Sí, es guerra, es terrorismo. Por eso dice la Escritura que ‘Dios pone fin a las guerras… rompe los arcos y quiebra las lanzas’. Roguemos al Señor por la paz», concluyó el Santo Padre.
Por su parte las Fuerzas de Defensa de Israel negaron a dos agencias informativas, AFP y Fox News haber sido autores de dichos ataques a la parroquia y la muerte de las dos mujeres: “Las fuerzas de Israel no atacan a civiles, sea cual sea su religión”, subrayaron.