Del 13 al 17 de febrero se desarrolló la asamblea regional del sínodo de la sinodalidad en la región Centroamérica y México realizando así su proceso de discernimiento en esta etapa continental. Este primer encuentro de los 4 que se realizan en la región ha tenido por sede la Casa de convivencia Familia de Nazareth, ubicada en la carretera al Puerto de la Libertad en el municipio de Zaragoza de El Salvador.
La invitación que resuena durante esta etapa es la de “Ensancha el espacio de tu tienda” (Is. 54,2), esta cita extraída del profeta Isaías ha dado el título al documento de trabajo para la etapa continental del sínodo de la sinodalidad, un documento que pretende unir las voces de millones de personas alrededor del mundo y servir como documento de estudio, reflexión y discernimiento durante esta parte del proceso y de forma especial durante estos encuentros continentales y regionales.
Para la región Centroamérica y México fueron 91 los participantes de las diferentes conferencias episcopales de la región: obispos, sacerdotes, laicos, representantes de la vida consagrada, de los pueblos originarios y afrodescendientes se dieron cita para vivir días de escucha y discernimiento en este proceso sinodal que se está desarrollando desde el año 2021 y que estará concluyendo en el año 2024. En palabras del Padre Pedro Manuel Brassesco, secretario general adjunto del CELAM: “Lo primordial es disponerse a la escucha del Espíritu, no se trata de plantear líneas de acción para la Iglesia o hacer un listado de propuestas… en estos encuentros se va a trabajar el documento para la etapa continental que es lo que nos marca precisamente y lo que nos da referencias en esta etapa, en esta fase que estamos viviendo en base siempre a la metodología de la conversación espiritual, esto es disponernos a la escucha del Espíritu que se expresa en el otro, que se expresa en nosotros y que de esa manera entonces, vamos construyendo consensos para dar un paso más, para proponer precisamente a lo que será la asamblea del sínodo en octubre lo que el Espíritu nos está diciendo en América Latina y el Caribe”.
Inauguración de la Asamblea regional
El primer momento del encuentro se desarrolló en la Capilla del Hospitalito en San Salvador, lugar donde fue martirizado San Oscar Arnulfo Romero. Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador dio la bienvenida a los participantes de la Asamblea regional: El Espíritu Santo venga a nosotros por intercesión de María Santísima y que nos guie en este tan importante trabajo de sinodalidad de la región Centroamérica y México, CAMEX, que nos conceda la gracia de un verdadero dialogo espiritual que nos renueve y nos impulse en nuestra labor misionera en sinodalidad para bien de nuestro continente y de la Iglesia universal”. Monseñor Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico de El Salvador en sus palabras inaugurales señalo: “Hemos iniciado en el Gólgota de América Latina… Yo quiero que este sea el lema de este encuentro: Sentir con la Iglesia, el lema episcopal de Monseñor Romero… Hay un peligro y es que nos quedemos en tecnicismo; corresponsabilidad es una palabra que quiero juntar al lema de San Oscar Romero, Sentir con la Iglesia, nos impulsa a vivir esa corresponsabilidad, esa sinodalidad en el marco de la misión de la Iglesia; esta tarea es indispensable y urgentísima.
Monseñor Miguel Cabrejos, ofm. Presidente del CELAM en sus palabras dirigidas a los participantes de la Asamblea regional en la Capilla del Hospitalito enfatizó en “Aprender el arte del discernimiento en comunidad para poder avanzar”. La Santa Eucaristía inaugural se vivió en la cripta de la Catedral metropolitana de San Salvador, ante la tumba de San Oscar Romero, Monseñor Miguel Cabrejos señalo: ¿Cuáles son los nuevos desafíos para nuestra región de Centroamérica y México, los desafíos a la luz de Aparecida, de la Asamblea Eclesial, del magisterio del Papa Francisco y de los signos de los tiempos que nos interpelan, nos llaman, nos invocan, nos preguntan también, podemos preguntarnos ¿Cómo podemos renovar una vez más nuestro compromiso para que nuestros pueblos tengan vida plena en Jesucristo, caminando eclesial y sinodalmente hacia el jubileo Guadalupano de manera especial y al jubileo de la Redención del 2033? Ante estas preguntas lo volvemos a decir una vez más, la cruda realidad nos interpela, la cruda realidad de América Latina y el Caribe especialmente de algunos países nos interpelan a seguir siendo una iglesia samaritana, encarnada en la preferencia de quienes Jesús más ama, una Iglesia que manifieste también firmeza en las huellas de Cristo por la humanidad y que alimente nuestra esperanza”.
Metodología de la conversación espiritual
La metodología se basó teniendo por fundamento la conversación espiritual como hoja de ruta para la escucha activa y el discernimiento comunitario, los asambleístas fueron organizados en pequeñas comunidades de vida, en estos espacios se fue favoreciendo el ambiente de escucha, dialogo y discernimiento sobre todo en torno al documento para la etapa continental, la agenda de los días de la asamblea regional CAMEX seguía el mismo esquema cada día; el primer momento de la mañana se realizaba un momento de espiritualidad y seguidamente en las comunidades de vida se propiciaba el dialogo teniendo tres momentos importantes: intuiciones o resonancias presentes en el documento, tensiones y el discernimiento de por dónde nos lleva el Espíritu distinguiendo prioridades, al final de la jornada se realizaba una puesta en común y resonancias o ecos del proceso de escucha. Se concluía con la Santa Eucaristía.
El día viernes 17 de febrero vario un poco la agenda, teniendo la presentación de la experiencia del sínodo digital, una iniciativa que ha abierto la participación de miles de hermanos, de forma especial jóvenes a través de las plataformas digitales, al concluir esta presentación se realizó el encuentro de comunidades de vida, organizados en esta ocasión por vocaciones, concluyendo al mediodía con la Eucaristía presidida por Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador.
La dinámica de la conversación espiritual favoreció el dialogo y la escucha a pesar de encontrar realidades que provocan tensión. En varios grupos la palabra que resonaba es el discernimiento, descubrir entre los ecos de esta escucha y los signos de los tiempos, ¿Qué viene de Dios y que no?, que brota de mis propios deseos y ¿Cuál es el deseo de Dios? para no caer en modas pasajeras que nos alejen del proyecto de Dios. Algunas expresiones de este proceso fueron: volver a nuestras raíces, dejarnos guiar por el Espíritu Santo, asumir nuestra corresponsabilidad, apertura, dialogo, el significado del ministerio como servicio, la necesidad de crear procesos, acompañamiento a las diferentes realidades, la conversión interior, se resaltó la importancia de la formación y la dimensión eclesial de Pueblo de Dios. Durante esta Asamblea regional presto servicio como facilitadora de la metodología la hermana Dolores Palencia csj. Religiosa mexicana, de la Congregación de Hermanas de San José y acompaño la dimensión espiritual la hermana Daniela Cannavina hcmr. Secretaria general de la confederación latinoamericana y caribeña de religiosos (CLAR).
En algunos momentos concretos de la asamblea acompaño la jornada el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, quien dio testimonio de la vida de San Oscar Romero y su legado para nuestra Iglesia Latinoamericana y universal.
Tensiones que se hacen presente
Algunas tensiones presentes expuestas en los grupos y que recoge el documento de trabajo para la etapa continental: distinguir entre clericalismo y anticlericalismo, la participación de la mujer, la estructura jerárquica, los espacios de toma de decisión, la petición de un diálogo más incisivo y acogedor para personas que viven situaciones como: los divorciados vueltos a casar, matrimonios polígamos, el movimiento LGBTQ y por otro lado el aparente choque entre dos tendencias el tradicionalismo y progresismo.
También entre los grupos se escuchaba el eco de evitar caer en la tentación de entender el ministerio dentro de la Iglesia como cuotas de poder a las cuales se tiene derecho y por las cuales se debe luchar por alcanzar; evitar caer en la tentación de las ideologías y modas del tiempo actual, la inquietud que provoca la influencia de algún sector por hablar de una aparente “democratización” de la Iglesia y sus estructuras. Se expresaba la necesidad de permanecer fieles al evangelio, la tradición y el magisterio de la Iglesia, evangelizar el mundo sin perder de vista nuestra esencia cristiana, distinguir los signos de los tiempos para este momento de la historia, la necesidad de una renovación que pasa sobre todo por una conversión interior y pastoral, así como asumir los desafíos de hablar y evangelizar a la sociedad actual sin perder de vista lo esencial de nuestra fe.
Escuchando a nuestros pastores
Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, presidio la Santa Eucaristía al final del segundo día de trabajos, durante la homilía señalo: “La sinodalidad no es una moda, la sinodalidad nos ha llevado a unirnos más como Iglesia… estamos haciendo algo nuevo, en América Latina y el Caribe hemos sido pioneros en este camino sinodal, prueba de ello es la existencia del Secretariado del episcopado de América Central (SEDAC)”.
El día 15 de febrero la Santa Eucaristía al final de la jornada fue presidida por Monseñor Sócrates René Sándigo Jirón, Obispo de la Diócesis de León, Nicaragua, durante la homilía señalo: “Tengamos en cuenta que estamos en un proceso en que constatamos primero que vamos caminando, nos damos cuenta de cuanto ha avanzado la Iglesia y eso es un signo hermoso que vamos caminando. Luego en ese caminar hay que aprender a leer los signos de los tiempos…”.
El 16 de febrero Monseñor Roberto Camilleri Azzopardi ofm. Obispo de la Diócesis de Comayagua y presidente de la conferencia episcopal de Honduras nos invitaba en la homilía de la Eucaristía de este día: “…Hemos pedido al Espíritu Santo que nos ilumine, para que esa luz nos de la dirección que nos indica que es verdadero, esa luz que nos va conduciendo a esa luz infinita que es el Señor…”.
En la Eucaristía de clausura de la asamblea, el 17 de febrero Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador enfatizó durante la homilía: “…Nos queda mucho por caminar, la Iglesia es eso, camino sinodal, ciertamente esta es la forma de caminar de la Iglesia pero con un objetivo además que es la misión, por tanto la sinodalidad es misión a la vez y en esto quiero traer en memoria lo que escuchamos muchas veces de tantos hermanos que constantemente nos hablaban de la necesidad de poner a Cristo en el centro de identificarnos con Cristo, seguir a Cristo y desde Cristo vivir la sinodalidad viendo en Cristo a los hermanos alejados a quienes no están físicamente con nosotros pero a quienes invitamos de corazón con los brazos abiertos porque son otros Cristos independientemente de la situación que estén viviendo a todos el Señor nos ama, todos somos hermanos… La sinodalidad es ante todo el seguimiento de Cristo, que camina con nosotros, pero en Cristo estamos unidos todos por el Espíritu, en la caridad, en la misericordia, en el perdón, en una actitud de bien, no para juzgar sino para comprender para ayudar, nuestra misión es bendecir no maldecir, tenemos ahí un programa de vida… Las lecturas que escuchamos son las de hoy, no las hemos escogido y es providencial, siempre va haber la tentación de construir torres de Babel por orgullo, por ir solos por dar la espalda a Cristo; sin embargo, nosotros somos de Cristo…”.
El camino continúa
Mauricio López Oropeza, coordinador del grupo de trabajo para la fase continental del sínodo señala que el camino continúa: “Al concluir los 4 encuentros regionales de América Latina y el Caribe, se tendrá un encuentro de los acompañantes de cada región y el teólogo de apoyo con la comisión responsable del CELAM y en conjunto se elaborará el documento final que se presentará el 31 de marzo y que se difundirá a todos”. En el mes de junio tendremos disponible el documento de trabajo que registrará los frutos de las siete asambleas continentales y el trabajo continuará en la primera sesión la Asamblea Ordinaria que se realizará en octubre de este año en Roma y que se extenderá hasta el año 2024
Al concluir la asamblea regional algunos participantes compartían que no se tenía claro el camino al que conduciría este proceso ¿Cuáles serán los frutos? ¿Qué alcance tendrá? ¿Cuáles serán los primeros pasos en dar? pero si queda la confianza que el Espíritu Santo sigue llevando a la Iglesia e ira impulsando los caminos que deba transitar por la historia. La experiencia podría ser valorada como positiva y enriquecedora ya que ha permitido un dialogo y la escucha a pesar de las diferentes opiniones e incluso realidades. Una realidad hermosa ha sido ver trabajar juntos en pequeños grupos: laicos, obispos, religiosos, sacerdotes, dialogando en espíritu de comunión con un mismo interés, intentando dar una respuesta a las necesidades de la Iglesia en nuestro tiempo. Sin duda un encuentro donde se ha favorecido espacios de espiritualidad, silencio y escucha para intentar discernir los signos de los tiempos y responder al aquí y ahora de la Iglesia en este nuevo milenio, el resto del camino que queda es dejarnos guiar por la luz del Espíritu Santo, siendo dóciles a su proyecto.