El miércoles 14 de junio inició en la ciudad de Orlando (Florida) la reunión de primavera de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés). A lo largo de tres días los prelados discutirán asuntos relevantes para el futuro de la Iglesia en los próximos años, entre ellos: la iniciativa «Renacimiento Eucarístico Nacional» (2022-2025); el Congreso Eucarístico Nacional en el 2024; un nuevo plan pastoral nacional para el ministerio hispano; las prioridades del plan estratégico de la USCCB para el período 2025-2028 y un plan para la formación continua de sacerdotes.
Aunque la reunión comenzó el 14 de junio, día dedicado a la oración y la convivencia entre los obispos, los trabajos formales y las sesiones arrancaron el jueves 15 de junio. Luego de los protocolos iniciales Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico de los EUA dirigió su alocución inaugural, seguido por Mons. Timothy P. Broglio, presidente de la USCCB. En el camino sinodal ¿dónde estamos y hacia dónde vamos como iglesia en los EUA?, fueron las preguntas que orientaron el mensaje del Nuncio. La ruta sinodal, dijo, no es un programa sino una forma de ser de la Iglesia y por ello puede representar un desafío.
Hoy en día llegamos a nuestro destino usando el GPS, sin embargo, «para nuestra navegación espiritual en el sínodo, no necesitamos de un GPS sino de una brújula, pues esta nos indica el norte. Como Iglesia sabemos la dirección a la que vamos: Jesucristo y su Reino son el verdadero norte. Pero para encontrar el camino correcto, tenemos que sumergirnos en la realidad de nuestro pueblo y escuchar atentamente las preguntas e inquietudes de sus corazones. Este es el camino sinodal, el camino encarnado de Jesús», indicó Mons. Pierre.
Orientaciones para el camino sinodal
El Nuncio ofreció tres orientaciones para comprender mejor el camino sinodal y que el Santo Padre nos llama adoptar: el encuentro, la escucha y el renacimiento eucarístico para contribuir a una evangelización sinodal. Sobre el primer aspecto el Nuncio enfatizó la necesidad de ser una iglesia misionera, es decir que salga más allá de las estructuras eclesiales para encontrarse con quienes no conocen la presencia y el amor de Cristo: «La Iglesia es una realidad dinámica. Siempre está en movimiento. Como Cristo, debemos ir en misión al mundo con espíritu de apertura», indicó.
Esto nos lleva a la segunda directriz, precisó: escuchar con el objetivo de unir. «Es exasperante ver la división que existe en la sociedad y en la política. Estas divisiones impiden el progreso afectando a los más vulnerables. Pero el mismo tipo de polarización también nos infecta dentro de la Iglesia», enfatizó.
Eucaristía
Finalmente, Mons. Pierre extendió la invitación de vivir la Eucaristía como misión, especialmente en este segundo año del Renacimiento Eucarístico: «La Eucaristía es la presencia real de Cristo. Es un Sacramento dinámico, que impregna todo lo que hacemos con el carácter del amor de Cristo por su pueblo. Es un sacramento para la misión. Por tanto, un renacimiento eucarístico es una llamada a hacer que la totalidad de nuestras vidas sean expresión de la presencia del Señor entre nosotros», indicó el Nuncio.
En ese sentido, Mons. Timothy P. Broglio, arzobispo de la Arquidiócesis para los Servicios Militares y presidente de la USCCB señaló que es alentador ver como la iniciativa del Renacimiento Eucarístico va avanzando: «Este esfuerzo trata, ciertamente de anunciar la verdad sobre el misterio de la Eucaristía y la presencia real de nuestro Señor y Salvador. Queremos reforzar el hecho de que nuestra participación en la misa es nuestra participación en el acto salvífico de Jesucristo en el Calvario», dijo Broglio.
Migración
El presidente de la USCCB también habló sobre la migración. «EUA sigue buscando formas de abordar los retos de la inmigración. No podemos dejar de ver el rostro de Cristo en todos los que necesitan nuestra ayuda, especialmente los pobres y vulnerables. Imagino que muchos de nosotros tenemos ancestros que, ya sea recientemente o al menos en el siglo XIX, llegaron a estas costas buscando una vida mejor. Incluso aquellos que llegaron en el Mayflower buscaban libertad de religión y una vida nueva», indicó.
En ese rubro señaló que la Iglesia Católica está comprometida con el bien común y recalcó la voluntad de cooperar con las instituciones gubernamentales y otras entidades religiosas para coadyuvar en el asunto migratorio. «Sé que esto nos puede confrontar con ciertos grupos o personas que temen la inmigración, pero nuestro compromiso es con la verdad acerca de la condición humana y la dignidad de cada persona, desde la concepción hasta la muerte natural», señaló.
El presidente de la USCCB también habló de la situación en Ucrania y de su visita a la región: «Del 27 al 31 de diciembre visité Leópolis, Kiev, Bucha e Irpín. Me sorprendió la devastación y también la resistencia de la gente. Hubo momentos en que tuve que pasar tiempo bajo tierra, durante los bombardeos y las amenazas», enfatizó. Mons. Broglio también se refirió al proceso sinodal continental en el que participó con Canadá: «Fue un tiempo de discernimiento, escucha y apertura al Espíritu Santo», precisó.
La conferencia de primavera de la USCCB concluirá el viernes 16 de junio.