España

«Al quitar a Dios de la sociedad llega el culto a la personalidad»

Representantes de las confesiones católica y judía debatieron sobre el modelo de laicidad en un Foro organizado por Omnes en el que coincidieron en el valor social de las confesiones religiosas en la sociedad actual.

Maria José Atienza·24 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos
foro laicismo1

Mons. Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid y secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y el anterior presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub, han sido los ponentes del Foro Omnes moderado por la catedrática de Derecho de la UIC, Montserrat Gas. Mohamed Ajana, secretario de la Comisión Islámica de España, que iba a participar en dicho encuentro, no pudo asistir debido a un imprevisto. 

El Foro, planteado con el tema “¿Qué modelo de laicidad queremos para España? Las religiones ante las propuestas de laicismo comenzó con una reflexión de Montserrat Gas sobre el papel del estado ante la religión y la laicidad positiva.

En esta línea, Gas, utilizando un símil deportivo, apuntó cómo el papel del estado sería comparable al de una Federación, que vela por el cumplimiento de las reglas y la limpieza del juego pero que “no toma parte en ese juego optando por una de esas confesiones o impulsando una especie de religión de estado”. 

En cuanto a si tenemos en España un sistema satisfactorio de relaciones con las confesiones desde el Estado, Isaac Querub ha querido señalar que “Lo que pedimos al Estado es que impulse la convivencia las personas independientemente de sus convicciones religiosas y facilite el ejercicio libre de las creencias”.

Esta idea ha estado muy presente en las sucesivas intervenciones del antiguo presidente de las comunidades judías españolas para el que el modelo español, adoptado desde la Constitución ,“es admirado en todo el mundo y funciona. Y si funciona y satisface a las distintas confesiones ¿por qué hemos de cambiarlo?”. 

Por su parte, Mons. Luis Argüello, ha calificado de satisfactorio el marco actual de las confesiones en el estado español. El secretario General de la CEE ha querido recordar que “es necesario organizar la convivencia sabemos que los que convivimos somos grupalmente diferentes y que desde esa diferencia definimos el bien común. Al servicio de eso aparece el estado. Por eso, cada vez, veo más este tema de la laicidad positiva como asegurar la convivencia de pueblos distintos”. Además ha querido destacar que “los seres humanos tenemos el deseo innato de compartir nuestra conciencia de bien con nuestros conciudadanos, lo que los cristianos llamamos ser misioneros, y hemos de vivir esto sin que se convierta en una estratagema para la búsqueda del poder”. 

El peligro del pensamiento único

Ambos ponentes han coincidido en el peligro del pensamiento único que pretenden imponer las posturas laicistas que termina siendo otra clase de fanatismo. En esta línea Isaac Querub ha afirmado que “cuando se erradica de manera fanática el factor religioso o a Dios de la sociedad, se sustituye rápidamente por el culto al individuo y sabemos lo que ocurre. Cuando se mata a Dios tenemos el culto a la personalidad y se termina por matar a las personas”.  Una idea plenamente compartida por Mons. Argüello, quien quiso alertar de dos “atajos” que pueden ser usados por los creyentes y terminan generando violencia de algún tipo: El fundamentalismo, de querer imponer la propia convicción y, por otra parte, el relativismo absoluto, el querer convertir cada deseo en ley.

Preocupa la propuesta de una religión civil

Preguntados acerca de la reciente carta enviada por el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodriguez Uribes, en su calidad de secretario de Laicidad del PSOE, a las ejecutivas provinciales del partido socialista, bajo el título “La laicidad, religión de la libertad”. Mons. Argüello quiso señalar que «lo preocupante es ver cómo se propone una religión civil desde el estado que además ofrece unos ‘frutos'». Para Argüello «es legítimo que un partido político tenga un programa y lo ofrezca a la sociedad. Lo que parece preocupante es que a eso se le dé un contenido de religión civil porque entonces el Estado ofrece una propuesta religiosa de sustitución y deja de ser neutral». Isaac Querub, por su parte, ha destacado que el contenido de la carta «dista de las posiciones que nos han manifestado en los encuentros con el gobierno». Ambos ponentes han coincidido en que les hubiera gustado una reunión o consulta de la comisión mixta de gobierno y entidades religiosas en asuntos como el cierre de centros de culto durante la pandemia o la tramitación de leyes como la LOMLOE o a reciente de eutanasia.

Tanto Luis Argüello como Isaac Querub sin embargo han querido hacer una llamada a la esperanza para hacer ver el papel insustituible del hecho religioso y la valiosa aportación de las diferentes confesiones en un diálogo fecundo para el progreso de la sociedad.

El encuentro tuvo lugar de manera semipresencial, cumpliendo con las medidas de seguridad sanitarias pertinentes, en el salón de Actos de la Universidad Villanueva de Madrid y fue retransmitido a través de Youtube. Asistentes presenciales y virtuales pudieron hacer llegar sus preguntas a los ponentes a través de Whatsapp o el chat del propio canal.

Galería del acto

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica
Banner publicidad
Banner publicidad