En una rueda de prensa celebrada esta mañana en su sede de Madrid, ACN España ha lanzado una campaña de ayuda a Ucrania “para socorrer a una Iglesia desbordada por los traumas y las heridas del conflicto”. Han intervenido José María Gallardo, director de ACN España, por grabación monseñor Sviatoslav Schevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, y monseñor Visvaldas, nuncio apostólico de Ucrania, y, en directo desde Kiev, el padre Mateusz Adamski.
Ayuda a la gestión del trauma
Un equipo de Ayuda a la Iglesia Necesitada ha estado recientemente en Kiev para conocer de primera mano las necesidades de la población ucraniana. Allí, han tenido la oportunidad de entrevistarse con monseñor Schevchuk, quien les ha pedido que sigan hablando de ellos: “Si dejáis de hablar de nosotros, dejaremos de existir”.
Se calcula que el 80 % de la población ucraniana tiene heridas físicas o psicológicas a consecuencia de esta guerra que dura ya dos años.
“El futuro de Ucrania y de la Iglesia depende de cómo seamos capaces de responder a esta necesidad de superar el trauma de la guerra que ya ha afectado al corazón de la sociedad ucraniana: la familia”, afirma monseñor Schevchuk.
José María Gallardo, director de ACN España, ha explicado en la rueda de prensa que la guerra de Ucrania es la “mayor catástrofe humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial”. Desde el inicio del conflicto, se han contabilizado 6,3 millones de refugiados y más de 5 millones de desplazados internos. Actualmente, el 40 % de la población ucraniana depende de la ayuda humanitaria para subsistir.
Por ello, Ayuda a la Iglesia Necesitada está organizando un programa para la formación de sacerdotes, religiosos y laicos. Hasta la fecha, se dispone de 11 centros en los que han sido atendidas 1021 personas, y se quiere apoyar también la atención a jóvenes y niños en un centro de la región de Volyn.
“La solidaridad está funcionando”
Monseñor Sviatoslav Schevchuk ha intervenido en la rueda de prensa a través de unas grabaciones de vídeo en las que ha explicado que “lo que está sucediendo en Ucrania es un genocidio. […] Las personas están siendo asesinadas en Ucrania por ser ucranianos”. El arzobispo ha puesto de ejemplo la matanza de Bucha.
No obstante, ha explicado que hay buenas noticias: en primer lugar, que “la Iglesia como Madre cuida de sus hijos” y que “la solidaridad está funcionando”, ya que, en estos dos años, “nadie ha muerto por hambre o sed. Eso son buenas noticias”.
Monseñor Schevchuk ha agradecido la ayuda a ACN y ha recordado algunas cifras para concienciar sobre la magnitud del conflicto: 14 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y 50000 han perdido las piernas o las manos.
La guerra también ha tenido un gran impacto en las familias, ya que se han divorciado 120000 matrimonios en estos dos años, la cifra más altas de divorcios de la historia de Ucrania desde su independencia.
Monseñor Schevchuk también ha explicado que las autoridades rusas han prohibido el culto greco-católico en muchos de los territorios invadidos.
Además de las numerosas bajas sufridas, el arzobispo ha hablado de las 35000 personas desaparecidas, y de la tortura que supone para las familias no saber si sus seres queridos están vivos o muertos.
Las vocaciones crecen
La campaña de ACN se centra en tres aspectos fundamentales: gestión del trauma, ayudas para la subsistencia y la formación y mantenimiento de los seminaristas, cuyo número ha aumentado después de la guerra. “La guerra no ha frenado las vocaciones y todos los seminaristas del país reciben ayuda para su formación o sostenimiento desde que comenzó la invasión. Muchos de estos jóvenes son ahora huérfanos y no tienen medios para continuar con su formación”, indican desde ACN.
El director de ACN España ha explicado que desde que estalló el conflicto Ayuda a la Iglesia Necesitada “ha apoyado a la Iglesia en Ucrania con más de 600 proyectos y más de 15 millones de euros. Este país ha sido el más sostenido en 2022 y en 2023 por esta institución”.
A través de una grabación ha intervenido también monseñor Visvaldas Kulbokas, nuncio apostólico de Ucrania desde 2021, quien ha agradecido la ayuda de ACN y el apoyo del exterior, explicando que “como Iglesia operamos como un cuerpo unido”, y que “en el centro de todo están las personas”.
“Tiempo de gracia”
Para concluir la rueda de prensa, ha intervenido en directo desde Kiev el padre Mateusz Adamski, sacerdote polaco que actualmente es párroco de la Asunción de la Santísima Virgen María en Kiev, además de vicerrector del seminario Redemptoris Mater de la misma ciudad. Este sacerdote, al principio de la invasión, “albergó decenas de personas en los sótanos de la parroquia para mantenerlas a salvo de los bombardeos”.
El padre Mateusz ha explicado en español que, pese a la dureza de la guerra, este tiempo ha sido también “un tiempo de gracia”, en el que “hemos podido tocar a Dios vivo realmente” y “sentir el Paraíso con las manos”.
Además, el párroco de la Asunción ha subrayado la importancia del mandato de Jesucristo de amar a los enemigos, y ha explicado que en la parroquia rezan también por sus opresores. “Esta oración tiene muchísima fuerza para ellos”, ha señalado. El padre Mateusz ha explicado que también la gente ahora se acerca más a la iglesia, y que de hecho un parroquiano, ahora desaparecido, recibió el Bautismo, la Confirmación y la Comunión con gran alegría.
Por ello, el padre Mateusz ha explicado que, a pesar de la guerra, “nuestra misión es anunciar a Jesucristo resucitado”. “Nuestra patria está en el Cielo, no está aquí”, ha afirmado.
Ante la pregunta de si se ve cercano el final de la guerra, el sacerdote ha respondido que “no ve posibilidad de vencer a un Goliat como Rusia”, pero que “el Señor es Señor de la Historia. Si lo permite, es para purificarnos y para que nos convirtamos”.
Para concluir, el párroco ha agradecido a todos los españoles la ayuda durante estos dos años, y también la acogida a niños ucranianos en vacaciones, tanto en España como en otros países, porque así han podido descansar y volver a su patria con fuerzas renovadas.