En una entrevista concedida a Omnes, que se publicará de manera íntegra el domingo 18 de abril, el Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, ha hablado de su tarea en la Secretaría de la Conferencia Episcopal, su paso por la sede de Córdoba y, muy ampliamente, los años como cabeza de la Iglesia de Sevilla. En la entrevista, el Arzobispo también da algunas pinceladas sobre la figura de su sucesor en la sede hispalense.
Mons. Asenjo se quedará a vivir en Sevilla, «excepto en verano que, a causa del calor, subiré a Sigüenza». Una muestra del afecto que tiene por la tierra andaluza y que, a pesar de los duros inicios «en los que hubo quien esparció la falsedad de que no quería a los andaluces», le es correspondido: «los sevillanos me dicen que están contentos de que me quede aquí».
Bastante limitado a causa de la pérdida total de visión de un ojo y gran parte del otro, Mons. Asenjo, que ha pedido a la Santa Sede que se acelere su sucesión, está contento de la labor realizada en estos años en Sevilla, en la que destaca el Seminario, la labor de delegaciones como familia o migraciones o la erección de la Facultad de Teología «que Sevilla se merecía».
El papel y la fuerza de las Hermandades y Cofradías es, evidentemente, uno de los temas de los que habla en esta entrevista el Arzobispo hispalense. Refiriéndose a las Hermandades, a las que considera un «gran dique contra la secularización», destaca su convencimiento de que «despreciar a las Hermandades es una postura demasiado soberbia y poco inteligente». En este sentido, lanza una afirmación de futuro: «a mi sucesor le diré, siempre, que quiera a las Hermandades, que las aprecie y las conozca y que les dedique tiempo».