La Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen viene acompañada, este año, en la iglesia española, por la celebración del Día del Seminario.
La jornada, que habitualmente se celebra en torno a la festividad de San José había sido aplazada a esta fecha a causa de la pandemia de COVID. Bajo el lema «Pastores misioneros» se resalta la identidad del sacerdocio ministerial como destacan en la explicación de la Conferencia Episcopal Española para esta jornada: «Los sacerdotes, en cuanto que participan del sacerdocio de Cristo Cabeza, Pastor, Esposo y Siervo (PDV, n. 15), son llamados en verdad «pastores de la Iglesia»; y en cuanto enviados por Cristo, con los Apóstoles (Mt 28, 19ss), son esencialmente misioneros dentro de una Iglesia toda ella misionera”.
Como señalan los obispos de la Comisión de Clero y seminarios de la CEE en la reflexión teológico pastoral que han publicado para este día «La solemnidad de la Inmaculada Concepción es para la Iglesia en España la ocasión apropiada para ayudar a todo el Pueblo de Dios a tomar conciencia de la importancia del Seminario Diocesano, casa y corazón de la Diócesis, donde germinan las semillas de las vocaciones al sacerdocio ministerial».
Además han querido subrayar la publicación de la nueva Ratio Fundamentalis Instituciones Sacerdotalis con la que se renuevan los planes de formación de los seminarios y que pone el foco formativo en la «la participación en la única misión confiada por Cristo a su Iglesia: la evangelización en todas sus formas».
El Día del Seminario se celebra desde el año 1935 con el objetivo de suscitar vocaciones sacerdotales mediante la sensibilización, dirigida a toda la sociedad, y en particular a las comunidades cristianas. Una jornada en la que la colecta se destina a los seminarios diocesanos, para su mantenimiento, continuidad, becas de seminaristas… etc.