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«Legado de gigantes», una obra para conocer la Edad Media

Jaume Aurell reivindica el legado positivo de la Edad Media, desmontando mitos oscurantistas y destacando su riqueza cultural, espiritual y académica.

José Carlos Martín de la Hoz·11 de abril de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Navarra, Jaume Aurell (Barcelona, 1964), acaba de publicar «Legado de gigantes«, un magnífico trabajo acerca del legado de la Edad Media que contrarresta en gran parte la leyenda oscurantista de ciertas corrientes historiográficas que, desde Petrarca hasta nuestros días, han denostado una parte importante de nuestra historia, bajo el terrible baldón del nombre de “la oscura Edad Media”.

Efectivamente, a “hombros de gigantes” (p. 15), como se decía en aquella época, es como caminamos y avizoramos, en cada tiempo de la historia, mirando desde más arriba los pasos y caminos que hemos de tomar para ir adelante, pues cada etapa de la vida de los hombres aporta a la gran tradición de la Iglesia y de la sociedad un conjunto de valores y de aportaciones que contribuyen al desarrollo de la dignidad de la persona humana.

Indudablemente, la primera gran lección que nos ha dejado el medievo ha sido remontar la invasión de los pueblos germánicos, desde el siglo V hasta el siglo XV (Cf. 28), en el que comenzó el Renacimiento y enseguida llegaría el humanismo cristiano de la Escuela de Salamanca que ha perdurado hasta casi nuestros días. 

A hombros de gigantes

En esos diez siglos donde se fundieron el cristianismo, el derecho romano y la filosofía griega; Roma, el Gólgota y Atenas, para dar lugar a una nueva civilización bien distinta al imperio romano, llena de más luces que sombras, aunque lógicamente muy rica en contrastes (Cf. 39).

Nuestro autor irá desarrollando con gran maestría, aunque sea a grandes rasgos, los momentos estelares de la edad Media: el ambiente cosmopolita (Cf. 51), las intensas relaciones fe y razón (Cf. 53) y los claustros y monasterios donde se preservó la fe y la cultura (Cf. 58).

Es indudable que se tardó muchos siglos en erradicar el paganismo y recuperar el nivel de dignidad de la persona humana que desarrollaba san Agustín en su inolvidable “De civitate Dei”, donde explicaba que la caía del Imperio romano se debió a tres motivos: el primero a las debilidades humanas y a la decadencia, el segundo para que quedara claro que la Iglesia no estaba emparentada con un solo modelo de civilización y, finalmente, para provocar que los cristianos con sus conciudadanos construyeran nuevas culturas y nuevas civilizaciones. 

Universidades

Enseguida se detendrá a hablar de los muchos momentos álgidos de la Edad Media, especialmente, del origen de las Universidades; esas corporaciones de estudiantes y profesores unidos en la búsqueda de la verdad siempre nueva y siempre bella. También expondrá brevemente la intersección entre el clero regular y el clero secular, entre teólogos y canonistas, entre filósofos y teólogos, es decir, las Escuelas teológicas y las relaciones entre los diversos saberes.

Las relaciones entre los que buscan la verdad es una enseñanza viva de que la verdad requiere contemplación, estudio y diálogo, pues, como se afirmará siglos después, el corazón tiene razones que la razón no entiende. O más sencillamente: la verdad es poliédrica.

El profesor Aurell comentará varios cuadros y esculturas de diversas épocas y diversos lugares de Europa y lo hará con gran maestría para explicar que la historia del pensamiento se expresa con argumentos, libros y pensamiento oral, pero también a través del arte. 

La amplia exposición del arte románico y del gótico nos ofrecerá el mejor Aurell, es decir, un profesor convertido ya en un maestro de historia y no un profesor mediano que sabe lo que debe explicar para saber.

Catedrales

Precisamente, en el capítulo de “la Europa de las catedrales” (p. 81) la obra se torna más magistral, así como en el desglose del paso de la llamada innovación teológica desde los conventos a las escuelas catedralicias y palatinas. 

Efectivamente, el acceso a la enseñanza de los hijos de los nobles, de la burguesía, de los hijosdalgos, hará que las universidades se vayan extendiendo por toda Europa.  Como la lengua era el latín y los libros debían copiarse a mano, los conocimientos se globalizan y también se copian unos a otros ingenuamente.

La eclosión de la Universidades nos habla de personas dedicadas al mundo del saber y de la enseñanza: “Los héroes fundadores de las Universidades” (p. 72), pero también nos habla de paz, de bienestar, del mercado y de las leyes del mercado, del trabajo honrado y del trasporte de mercancías.

En realidad, para que la búsqueda de la verdad se abra camino hace falta haber recuperado la dignidad de la persona humana y por tanto del concepto de hijos de Dios en la vida espiritual y en el concierto de los pueblos y de las naciones y sobre todo en la apertura de la búsqueda de la verdad en la ciencia y de la “perspectiva en el arte”. Es decir, ir más allá (Cf. 111).

Momentos estelares

La segunda parte del libro, constituye un ensayo dentro del ensayo y viene a recordar los diez momentos estelares del medievo o las líneas de fuerza que deben tomarse para caracterizar un nuevo relato de la edad Media.

El resumen telegráfico sería el siguiente: espíritu contemplativo; la práctica de no ser práctico; la contención; “Nobleza obliga”; la aspiración al heroísmo; la reforma sobre revolución; el aprecio a la tradición; capacidad de sonreír; la permanencia de los clásicos y la cortesía.

En definitiva, con estos valores y la amplia exposición que ha realizado, el profesor Aurell, ha preparado el índice extenso de un nuevo libro que podría consistir en un nuevo relato de la Edad Media.

Legado de gigantes: Un decálogo de valores medievales para nuestro tiempo

Autor: Jaume Aurell
Número de páginas: 304
Editorial: Rosamerón
Idioma: Castellano
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