Educación

Revolución en la oferta formativa de la Teología en España

¿Pueden los laicos hacer un postgrado ó master en Teología Bíblica, en Joseph Ratzinger ó san Ignacio de Loyola, Historia de la Iglesia, Misionología, Teología Moral, o en Lengua y Cultura Árabe ó Judía? Hasta hace muy poco, no. Ahora sí. Es un modelo impulsado por el Papa Francisco.

Rafael Miner·6 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Foto: ©Jan Canty

Hasta hace poco tiempo, los estudios de Teología debían realizarse como un todo orgánico, bien en las Facultades de Teología, o en los Institutos de Ciencias Religiosas. Lo que tenía hasta ahora la Iglesia son las licenciaturas y doctorados propios de las Facultades eclesiásticas, y después los diplomas y las licenciaturas de los Institutos Superiores de Ciencias Religiosas (ISCR). Eso son grados académicos, a los que la Santa Sede les da un valor para cubrir determinados oficios.

Pero después del proceso de Bolonia, que puso las bases del denominado Espacio Europeo de Educación Superior (1999), “se da a las universidades civiles la oportunidad de hacer sus propias titulaciones, que van más allá de lo que son las carreras establecidas, y la Iglesia se ha sumado a permitir que más allá de la licenciatura oficial en Sagrada Teología, se pueda obtener un título de experto en Judaísmo, ejemplo, por la Universidad X. ¿Y eso qué valor tiene? El que le da la Facultad de Teología correspondiente, sin que sea un grado académico de bachillerato o de licenciatura. Eso sí, todos los títulos cuentan con el aval de la aprobación previa por parte de la Santa Sede”.

Así lo explica el profesor Nicolás Álvarez de las Asturias, catedrático y vicerrector de Ordenación Académica de la Universidad San Dámaso, de Madrid, quien sintetiza de este modo el concepto: “Ahora son los mismos centros los que comienzan a ofertar el modelo de títulos propios o expertos, equivalente en el mundo civil a un postgrado o un master, o el de diplomas. Y muchos de ellos, online”.

Es decir, la Santa Sede permite que cada Universidad ofrezca con su propia autoridad títulos propios, que deben ser aprobados por la Congregación para la Educación Católica, cuyo prefecto es el cardenal Giuseppe Versaldi, aunque no constituyen un grado eclesiástico. Un modelo de corte anglosajón.

¿Esto va en demérito de las tradicionales facultades de Teología o de los Institutos de Ciencias Religiosas? De ningún modo. “Porque esos títulos propios ofrecen formación en algún aspecto muy específico de la Teología o de la Filosofía, a niveles distintos. En unos casos muy especializada, y en otros a nivel más divulgativo, pero centrados solo en un aspecto, sin buscar dar una visión orgánica completa, que ofrecen las Facultades y los ISCR, con unos estudios filosóficos y teológicos que la Iglesia considera necesarios para una formación adecuada”, añade el profesor Nicolás Álvarez de las Asturias.

Además, este impulso a la dinamización de los estudios de Filosofía y Teología viene del mismo Papa Francisco, y la Constitución Apostólica Veritatis Gaudium, a la que citaremos al final. El Santo Padre desea que “la red mundial de las Universidades y Facultades eclesiásticas” afronte “una valiente revolución cultural”.

Intelectuales del ámbito civil

Omnes se ha puesto en contacto con directivos de universidades que han comenzado a ofrecer títulos propios de Expertos. Por ejemplo, la propia San Dámaso, Navarra, la Pontificia de Comillas, o la UNIR, entre otras. El primer consejo para todos los que deseen participar en algún curso de Experto o Diploma es mirar las fechas de matriculación. En bastantes está abierta el plazo todavía. En otros se ha cerrado ya, pero está previsto un período de admisión en agosto, como en Navarra.

Los títulos propios que constituyen la oferta están siendo y serán para laicos interesados en algún aspecto de la Teología; intelectuales del ámbito civil que consideren necesario complementar su formación a nivel universitario en cuestiones que no les son familiares; y en tercer lugar, personas que deseen complementar las licenciaturas más estándares, señalan en San Dámaso.

“En este caso, por citar un ejemplo, si un obispo libanés enviara a un sacerdote a hacer una licenciatura a nuestra Universidad, por ejemplo en teología moral, con un poco más de esfuerzo, podría cursar el título propio sobre el Islam, que le podría venir muy bien para desarrollar su misión en el contexto multirreligioso de su país; y los ejemplos podrían multiplicarse a la luz de nuestra oferta y de las necesidades de las distintas diócesis”, añade el vicerrector de San Dámaso.

Ana Moya, responsable de gestión institucional de la misma universidad madrileña, explica la doble modalidad: “tenemos los diplomas, que son más sencillos, más divulgativos, y el nivel de experto, en el que existen asignaturas específicas y son especializados, dirigidos a personas que ya tienen alguna titulación universitaria”. Pueden consultarlos aquí.

En el curso 21/22 comenzarán a impartirse dos nuevos títulos propios en San Dámaso: Experto y Diploma en Historia de la Iglesia, que se suman a los ya existentes de Filosofía, Misionología, Cultura y Lengua Judía, Cultura y Lengua Árabe, o el que aborda la Relación entre el Cristianismo y el Islam.

Internacionales

El ISCR de la Universidad de Navarra hace notar el agradecimiento de personas que han pasado por los estudios de Teología del centro académico. Por ejemplo, Darío Malaver, responsable de la pastoral familiar hispánica en Abu Dhabi (Emiratos Árabes). Este es su correo: “Te pido de todo corazón que pases mi más profundo agradecimiento a todos y cada uno de los profesores de este Diploma, su carisma y entrega me han servido de ejemplo para mi vida en la Iglesia. No tendré palabras suficientes para describir cuán grata, productiva, satisfactoria e inspirante ha sido mi participación en este Diploma”.

Natalia Santoro, secretaria académica de este ISCR, subraya que “la valorización del laicado” fue una de las grandes intuiciones del concilio Vaticano II, como señaló el arzobispo Jean- Louis Brugés, en la presentación de la Instrucción de 2008 sobre los ISCR : “Para que los laicos puedan efectuar los servicios que les son propios, deben recibir una formación adaptada. Tienen el derecho de solicitarla y la Iglesia tiene el deber de proponérsela”.

El Instituto de Ciencias Religiosas de la Universidad de Navarra, en el que estudian personas de más de 20 países, tiene cinco Diplomas, expuestos en una navegación que es más fácil realizar de uno en uno, en el desplegable desde Cursos y Jornadas. Y su “demanda es creciente”, Natalia Santoro.

Entre los alumnos se encuentran docentes y profesores, directivos, consultores, médicos y científicos, ingenieros, comunicadores, catequistas, padres de familia, y religiosos y laicos de todos los movimientos de la Iglesia. Entre las motivaciones se encuentran la formación de formadores; participar en el debate social; el discernimiento vocacional, y la búsqueda de la verdad.

Los TUP, UNIR…

Los estudios de Teología Universitaria para Postgraduados (TUP) de la Universidad Pontificia Comillas son conocidos en el sector, y “se dirigen a personas con título universitario, especialmente a laicos y laicas, que buscan dar razón de su fe, ofreciéndoles un horario de tarde compatible con su jornada laboral”, en la sede de Comillas ICADE en Madrid.

Los TUP de Comillas son impartidos por los mismos profesores que enseñan por la mañana, y otorgan el título canónico de Bachiller en Teología (Grado). Se trata de una Teología dirigida a personas que desean profundizar en la doctrina católica, y dirigida especialmente a laicos, informa Comillas.

Pero los TUP son diferentes a los títulos propios de los que hablamos. Comillas tiene también másters postgrado propios como son los de Atención pastoral a la Familia, Discernimiento vocacional y acompañamiento espiritual y espiritualidad ignaciana. Como títulos propios, los de Ejercicios espirituales y Espiritualidad Bíblica.

Como se acaba de ver, los estudios bíblicos son una de las materias que más atractivo están teniendo a la hora de diseñar títulos propios. Sobre la Biblia anuncian títulos otros centros, por ejemplo la UNIR, que programa también un curso de Experto en Filosofía y Religión según el pensamiento de Joseph Ratzinger.

La UNIR anima a “descubrir la influencia de la Biblia, con el fin de: – analizar con rigor los diferentes textos de la Biblia; – entender el contexto histórico, político, social y cultural en el que fueron escritos; – e interpretar la Biblia y aplicar su contenido a la sociedad actual”.

Red mundial de universidades y facultades

Hace tres años que el Papa Francisco dio el pistoletazo de salida de esta revolución educativa. “Ha llegado el momento en el que los estudios eclesiásticos reciban esa renovación sabia y valiente que se requiere para una transformación misionera de una Iglesia en salida desde ese rico patrimonio de profundización y orientación”, señaló el Santo Padre en la Constitución Apostólica Veritatis Gaudium.

“Ante la nueva etapa de la evangelización, la renovación adecuada del sistema de los estudios eclesiásticos está llamada a jugar un papel estratégico”, señaló el Papa. “De hecho, estos estudios no deben sólo ofrecer lugares e itinerarios para la formación cualificada de los presbíteros, de las personas consagradas y de laicos comprometidos, sino que constituyen una especie de laboratorio cultural providencial”.

Francisco se refirió al desafío de “una valiente revolución cultural”. Y “en este empeño, la red mundial de las Universidades y Facultades eclesiásticas está llamada a llevar la aportación decisiva de la levadura, de la sal y de la luz del Evangelio de Jesucristo y de la Tradición viva de la Iglesia, que está siempre abierta a nuevos escenarios y a nuevas propuestas”.

El Romano Pontífice señaló entre los criterios fundamentales de esta revolución “la inter- y la trans-disciplinariedad ejercidas con sabiduría y creatividad a la luz de la Revelación. El principio vital e intelectual de la unidad del saber en la diversidad y en el respeto de sus expresiones múltiples, conexas y convergentes es lo que califica la propuesta académica, formativa y de investigación del sistema de los estudios eclesiásticos”.

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