El nombre del cielo

Quizás una de las maravillas más impresionantes de la fe católica se resume en esa frase del Credo “creo en la resurrección de la carne y la vida eterna”. Esto no se acaba.

12 de febrero de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
conciencia peregrino

Lo bueno, los buenos amigos, tus amores y los míos, los que han hecho este mundo mejor no se terminan… porque como dice el dicho popular “está vida merece otra”. Y es así.

La marcha al cielo de Mons. Antoni Vadell, que se embarcó con entusiasmo en esta aventura de Omnes poco antes de que se le diagnosticara su enfermedad, solo se explica así. El prefería el Paraíso, lo repetía en los últimos meses con frecuencia, y el Paraíso prefirió pronto a Toni, y a Francisco José, y a Cristina, y a Tito, y a Ángela y a Juan…y a todos los nombres que tú y yo podemos poner en esta frase.

Todos esos que “merecían más tiempo en la tierra”, han merecido el Cielo. Nuestra lógica humana no lo entiende: jóvenes, entregados al servicio y al querer de Dios de diversas maneras, buenas personas, queridas por muchos. ¿Por qué ellos?

Nuestro corazón humano se rebela ante la separación física y, entonces, ese domingo, casi mecánicamente recitamos esa frase del Credo y todo, aún doliendo, cobra nueva perspectiva: yo creo que esto no se ha terminado. Yo afirmo, hoy, ahora, que, como esa canción -que te dejo- de Pablo Martínez, esto es un “hasta luego”.

El cielo tiene, para nosotros, nombre de familia: de Padre, Madre, Hijo y hermanos, el nombre de Toni, Francisco José, Cristina, Tito, de Ángela y de Juan y el de esperanza, el de la esperanza de que nuestros nombres estén junto al de ellos, en el Libro de la Vida.

El autorMaria José Atienza

Redactora Jefe en Omnes. Licenciada en Comunicación, con más de 15 años de experiencia en comunicación de la Iglesia. Ha colaborado en medios como COPE o RNE.

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica
Banner publicidad
Banner publicidad