Cine

The Chosen: En la piel de los apóstoles y las santas mujeres

La serie creada por Dallas Jenkins pone el foco en los apóstoles y las personas que coincidieron con Cristo en la Palestina del siglo I dando lugar a una historia que pudo ser. Eso sí, plenamente afianzada en el relato de los Evangelios e invitando al espectador a ser un personaje más de los Evangelios.

Pablo Úrbez·27 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos
The Chosen

Foto: Una de las imágenes promocionales de "The Chosen" ©AngelStudios

A través de un proyecto de micro mecenazgo, tan ambicioso como arriesgado, un colectivo de cineastas norteamericanos decidió recrear la Palestina de tiempos de Jesucristo mediante una serie dramática de larga duración, al margen de Hollywood y de las grandes productoras.

El resultado supuso, allá por 2018, una verdadera revolución en el panorama audiovisual, tanto desde el punto de vista de su producción y distribución como, especialmente, desde su contenido. No se estrenó en plataformas al uso ni en los cines norteamericanos, sino que se permitió su visualización completamente gratis, a través de una página web, confiando en el agradecimiento por vía de donaciones y en la difusión mediante el boca a boca.

Varios años después, The Chosen se ha visualizado en más de cien países y ha cambiado, literalmente, la visión de muchas personas acerca de Jesús de Nazaret y sus doce apóstoles. De las siete temporadas previstas, dos se han estrenado a día de hoy, y pronto podrá verse la tercera.

Por iniciativa de la distribuidora “A Contracorriente”, la serie ha sido doblada al castellano e inicia su distribución en España. Por una parte, podrá adquirirse en DVD y en Blu-Ray, y además está previsto su estreno a partir del 2 de diciembre en las salas de cine, en tres pases proyectando varios capítulos cada vez. Quien esté suscrito a la distribuidora, podrá también ver los capítulos vía internet.

La innovación de The Chosen consiste en situar el foco no en la figura de Jesucristo, sino en la de sus apóstoles y las personas que coincidieron con Él en la Palestina del siglo I.

Por tanto, es un producto audiovisual muy alejado de películas como Rey de reyes (Nicholas Ray, 1961), El evangelio según San Mateo (Pasolini, 1964), La historia más grande jamás contada (Stevens y Lean, 1965), la miniserie Jesús de Nazaret (Zeffirelli, 1977) o La Pasión de Cristo (Gibson, 2004). Sí hallamos precedentes, en formato reducido, en Barrabás (Fleischer, 1961), Pablo, el apóstol de Cristo (Hyatt, 2018) o la desafortunada María Magdalena (Davis, 2018).

El director Dallas Jenkins, coautor del guion junto a Tyler Thompson y Ryan Swanson, recrea minuciosamente el espacio y el tiempo en que vivió Jesús, apoyándose escrupulosamente en las fuentes históricas en cuanto a vestuario, ambientación, costumbres sociales y religiosas, y, en definitiva, en cómo se desarrollaba el día a día en aquellas tierras del levante. Pero, una vez colocados esos cimientos (muy firmes, insisto), los guionistas dejan volar la imaginación para configurar un mundo posible, un relato con un sinfín de posibilidades que atañe a los apóstoles, los romanos, los fariseos, publicanos, saduceos y todo aquel cuyo nombre figura en los Evangelios.

The Chosen tiene muy claro que no desea explicar la Historia, puesto que, además, tampoco es esa la función de los Evangelios. La serie pretende contarnos una historia, que bien pudo suceder así, como también pudo suceder de otra manera. Tomando como punto de partida el relato evangélico, se configuran unos personajes con problemas, sueños, preocupaciones, alegrías, virtudes y defectos.

Apenas conocemos de san Pedro su impulsividad, su actitud bravucona y su condición de pescador, lo cual se respeta y queda reflejado en el relato. Pero, a partir de allí, ancha es Castilla para imaginar cómo se relacionaba con sus vecinos, cómo subsistía para ganarse el pan y cuál era su relación con su esposa y con su hermano Andrés.

Igual sucede con Mateo, de quien la Sagrada Escritura solo nos señala que era recaudador de impuestos. ¿Pero por qué se dedicaba a ello y no a otro oficio? ¿Cómo le afectaba el desprecio del pueblo judío?

Y así también con María Magdalena (cuánto sufrió al estar poseída por siete demonios), y suma y sigue con la retahíla de personajes evangélicos.

Sin ninguna duda, la serie demuestra un gran cariño hacia sus personajes, quienes rebosan autenticidad desde el primer minuto.

A través de la puesta en escena de conflictos cotidianos, de los problemas reales que padecen, The Chosen desprende un aire fresco, sin adoctrinamiento ni sensiblería beata.

Al espectador le interpelan las propias acciones de los personajes, su modo de vida y, especialmente, su evolución, fruto en muchos casos de su encuentro con Jesús.

En este sentido, cuando antes señalábamos que Jesucristo no es el protagonista del relato, sino que se sitúa en primer plano a quienes le conocieron más de cerca, conviene matizar: no se narra la vida de quienes coincidieron con Jesús; se narra cómo el encuentro con Jesús cambió la vida de aquellas personas.

Porque Jesucristo es el nexo de unión de todas las tramas, es el pegamento que articula todo el relato. Sin protagonismo, sin aparente relevancia dramática, es quien da sentido a esta historia bíblica. Si no fuese por Él, nos encontraríamos relatos independientes, con más o menos interés, unos sobre la pesca y otros sobre los romanos, unos sobre el sanedrín y otros sobre discusiones domésticas.

La interacción entre esos diferentes personajes, el zurcido de cada una de las tramas, da lugar a una panorámica sobre la presencia de Jesucristo en Palestina. El espectador se aproxima a Jesús a través de los ojos de todos los personajes que con Él coinciden, y es esta perspectiva la que construye una ventana tan amplia.

Por otra parte, The Chosen sabe dar con el tono apropiado para las diferentes escenas de cada capítulo. Como la propia vida, hay momentos de violencia y de jolgorio, de reflexión y de impulsividad.

El director conjuga a la perfección las bromas y la amenidad con situaciones realmente dramáticas, duras e impactantes para el espectador. Estas últimas situaciones, cuidadas a su vez con delicadeza y sugiriendo más que explicitando para evitar la incomodidad.

En definitiva, The Chosen invita al espectador a ser un personaje más de los Evangelios, a interaccionar con los apóstoles, los ciegos, los fariseos y con todo habitante de Palestina. Quien busque una detallada realidad histórica acerca de la vida de estos hombres, en actitud purista, no la encontrará. La propuesta consiste en imaginar un mundo posible y verosímil. Quien desee adentrarse en ese mundo con intención de soñar, disfrutará.

El autorPablo Úrbez

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica
Banner publicidad
Banner publicidad