España

«Hemos descubierto a una Carmen profundamente enamorada de Cristo»

El día en que arranca la fase diocesana de la causa de beatificación de Carmen Hernández, Omnes trae de nuevo una entrevista que se realizó el año pasado a Carlos Metola, postulador diocesano.

Maria José Atienza·4 de diciembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos
carmen hernández

Hace seis años fallecía en Madrid Carmen Hernández, iniciadora, junto a Kiko Arguello, del Camino Neocatecumenal. Cinco años que, siguiendo las normas canónicas vigentes, hacen posible la petición de la apertura de la Causa de Beatificación de una mujer “profundamente enamorada de Cristo, como la describe, en esta entrevista con Omnes, Carlos Metola, postulador diocesano nombrado por el Camino Neocatecumenal.

Hace apenas dos meses, al finalizar la Misa con motivo del quinto aniversario del fallecimiento de Carmen, usted entregaba al cardenal Osoro del libelo de demanda, en el que pide formalmente el inicio de la causa de beatificación de Carmen. En este tiempo, ¿cómo ha sido el proceso de reunir la documentación necesaria para esta causa?

– Cuando murió Carmen en 2016 empecé, junto con algunos colaboradores, a recoger toda la documentación que ella había generado durante toda su vida: sus escritos, cartas que había escrito -de las cuales hacía una especie de borrador- y otras cartas que ella recibía y que hemos recuperado.

Carmen escribía mucho. Para hacer las catequesis, por ejemplo, hacía unos borradores que preparaba con mucha antelación, con muchos libros y apuntes. Carmen y Kiko han predicado el Evangelio principalmente de forma oral, en convivencias, retiros, encuentros… gracias a Dios, todo eso se ha ido grabando yse han podido transcribir sus palabras.

Toda esta documentación escrita la hemos sub-divivido en temas que, a partir de ahora, serán estudiados por la comisión histórica y los censores teólogos de la Archidiócesis de Madrid.

También hemos recogido los testimonios de su fama de santidad y su fama de signos: esas muestras de la capacidad de intercesión de Carmen en el cielo. Las gracias y favores de estos años superan las 1700. Tenemos favores de todo tipo: desde aprobar un examen,  o que salga bien una operación a otras que muestran una ayuda o gracia de Dios por intercesión de Carmen que roza lo extraordinario.

Nos hemos dado cuenta que, en muchas partes del mundo hay un fumus, un convencimiento de que Carmen ha vivido su vida en santidad: tanto en su vida, como justo antes de morir y tras su muerte. De todo ello se ha ido recogiendo documentación. También de las visitas a la tumba de Carmen, por la que ya han pasado más de 35000 personas, la mayoría del Camino Neocatecumenal, pero también, muchas otras personas que se han acercado tras tener conocimiento de Carmen y su vida.

postulador carmen
Carlos Metola entrega el libelo de demanda de apertura del proceso al Cardenal Osoro

Una de las tareas de los postuladores es adentrarse en “el alma” de las personas a quienes se quiere elevar a los altares. Usted ha conocido a Carmen en vida pero, ¿qué  Carmen ha conocido a través de sus escritos o testimonios que desconocía?

-Carmen escribía todos los días de su vida. Tiene diarios de más de treinta años. Cada jornada realizaba un pequeño resumen del día. Lo que hemos encontrado en esos escritos es un amor inmenso a Jesucristo. Todos los días tiene anotaciones como “Señor, qué bien que estamos a solas”, “Señor yo te quiero”, “Señor ayúdame”…

Carmen ha pasado muchos momentos de sufrimiento y de combate, porque no es fácil empezar. El Señor suscitó el Camino Neocatecumenal como una iniciación cristiana. Me explico: durante muchos siglos se entraba en la Iglesia de pequeño pero llegado a la edad adolescente o adulta, la fe que se vivía se quedaba pequeña ante los problemas afectivos, sexuales, económicos, de competitividad y ahí surgía la duda de ¿dónde está la fe?, ¿por qué el Bautismo recibido no se ha hecho un árbol grande y lleno de fruto? Pues porque es necesario que la semilla de la fe recibida sea regada y crezca. Y esto es lo que han hecho Carmen y Kiko: empezar una iniciación cristiana.

Carmen se daba cuenta que el Señor había puesto en sus manos un instrumento estupendo para que la fe madurara y creciera hasta la estatura de Cristo. Ella no quería hacer una congregación o un movimiento, quería renovar la Iglesia, las parroquias. Todo esto lo reflejaba en sus diarios.

Carmen se daba cuenta que la Eucaristía y la Reconciliación son sacramentos fundamentales, porque nos acompañan en la vida cristiana. Estudió ambos sacramentos durante años, hasta las raíces. En estas notas refleja, por ejemplo, esa necesidad de redescubrir la riqueza de nuestro Bautismo, la riqueza de los sacramentos y de la Palabra de Dios.

Muchas veces en los encuentros el que hablaba era Kiko, pero lo que Kiko decía lo había preparado junto a Carmen. Ella lo había preparado, lo habían comentado. El propio Kiko apunta que Carmen era el alma del camino Neocatecumenal, sin ella, el Camino no habría sido posible.

Carmen refleja en sus escritos un amor a Cristo, que le hace heroicamente estar en retaguardia, en la parte de atrás y también un amor grandísimo a la Iglesia, al Papa y una preocupación por lo que ella llamaba las ovejas perdidas: esas personas que, dentro de sus comunidades neocatecumenales, están pasando por una situación difícil, de sufrimiento especial…

Leer las anotaciones de Carmen refleja eso: un amor grandísimo e íntimo a Cristo, a la Iglesia y a los demás.

Curiosamente, en días en los que, por ejemplo, había tenido lugar un encuentro multitudinario con jóvenes en sus apuntes encontramos que sí, da gracias al Señor por ese encuentro, pero enseguida vuelve a su intimidad con Cristo, “Señor yo te quiero, ayúdame, no me dejes caer…”.

Muchas veces Carmen pasaba lo que podríamos llamar “noches oscuras”, una especie de sensación de que el Señor “se le iba” que es el combate de los que anuncian el Evangelio. En sus notas, en muchas ocasiones habla a Dios así, pidiendo que se quede con ella, como una enamorada de Cristo.

Usted ha apuntado que Kiko, iniciador del Camino Neocatecumenal, ha calificado a Carmen como el alma. El alma “no se ve” pero sin ella no hay vida…

– Si. Efectivamente, hay un aspecto de la santidad que es externo. No porque uno se gloríe de ello, sino porque se nota. Quienes hemos conocido a Carmen veíamos su santidad: cuando rezaba, hablaba o nos preguntaba. Pero hay otro aspecto escondido. En la carta a los Colosenses San Pablo dice “vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Es decir, hay un aspecto de la santidad oculto en Cristo. No se puede ser santo si no se tiene una relación seria y profunda con Cristo.

Carmen rezaba las horas del Salterio y las rezaba de verdad, despacio, y a todos nos enseñaba esto: que un cristiano no puede empezar “a lo rápido”, sino que es un proceso. Hay que ponerse de cara al Señor, porque el amor de Dios nos cambia la forma de ver la vida. Carmen tenía un gran amor a la Escritura, la subrayaba, tenía pasajes señalados… se la sabía y siempre encontraba algo nuevo en la Palabra de Dios. Ella tenia esa vida oculta en Dios, y eso es lo que yo como postulador, tengo que demostrar, que aparte de la cara humana y conocida, hay una parte oculta: ese diálogo mudo y constante con Dios que ha de tener todo cristiano y que Carmen vivió.

La esperada apertura de la Causa de Beatificación de Carmen supone la primera persona de esta realidad eclesial que puede ser declarada públicamente santa. ¿Cómo están viviendo en el Camino este proceso?

-Para el Camino esto es nuevo. Es cierto que esta la causa de Marta Obregón, que ha concluido su fase diocesana y la documentación está en Roma, pero en ese caso es por vía de martirio, porque murió por defender su castidad. En el caso de Carmen, la vía por la que se pide la apertura de la Causa es la vida, virtudes y fama de santidad. Estamos recibiendo mucha ayuda, por ejemplo, del Delegado de las causas de los santos de Madrid, el P. Alberto Fernández.

Hay varias cosas que nos ayudan e impulsan: ver que, de todas partes del mundo llegan favores y gracias y, por supuesto, conocer a fondo esos escritos que, hasta ahora teníamos algo dispersos y que, en conjunto, forman algo muy serio, histórico: la fe profunda de Carmen que supone un ejemplo para todos.

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