Cultura

Una historia de la salvación que entra por los ojos

Dos historiogramas, uno de la historia de la Iglesia y otro de los acontecimientos bíblicos, ayudan a hacerse cargo del desarrollo temporal de los principales acontecimientos cristianos. Sus numerosas ediciones demuestran su utilidad catequética.

Javier García·26 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos
historia salvación

Hoy en día vivimos en una cultura audiovisual. De ahí la necesidad de ofrecer productos atractivos que presenten la revelación cristiana de una forma cercana y atractiva. Buen ejemplo de ello son los dos historiogramas que presentamos en este artículo, pues constituyen una buena forma de introducirse en la comprensión del cristianismo. Quizá una de las claves del éxito de estas obras es que su autor no es biblista experto sino sobre todo un divulgador, que plantea estas propuestas desde su experiencia dando cursos de formación a público no especializado. 

En el año 2000 el sacerdote argentino Hernán J. Pereda, miembro de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey (CPCR), elaboró un historiograma de la Historia de la Iglesia. Presentaba de una forma gráfica una línea del tiempo con los principales acontecimientos de la historia del cristianismo. El resultado fue tan exitoso que se imprimieron paneles de gran formato para exposiciones temporales de catedrales y museos. La Fundación para la Evangelización y la Comunicación se encargó posteriormente de editar un libro folleto a todo color con 8 láminas desplegables. A lo largo de los años se han publicado 15 ediciones de esta obra, alcanzando los 50.000 ejemplares. 

De Adán al Apocalipsis

Viendo el éxito del producto, en el año 2010 el padre Pereda publicó otro historiograma, esta vez centrada en la historia de la salvación. El formato y diseño también es atractivo e ilustra con claridad los principales hechos de la Biblia. En esta publicación se incluyen también mapas para dar más contexto a los acontecimientos. La acogida también ha sido muy positiva, con más de 15.000 ejemplares vendidos. Fue presentado al Papa Francisco en una audiencia privada en 2016. 

El bibliograma permite recorrer con la mirada el camino de la revelación de Dios al pueblo de Israel y llega hasta los primeros años del cristianismo. Al igual que durante siglos las imágenes han ilustrado con acierto multitud de obras cristianas, los mapas y esquemas de esta obra constituyen una síntesis muy útil para hacerse cargo del espacio y el tiempo en el que se desarrolla la historia de la salvación. 

La secularización de nuestra cultura ha hecho que muchas personas, también cristianas, no estén familiarizadas con muchas de las historias bíblicas. Y por supuesto pocos creyentes son capaces de tener un hilo cronológico de los principales acontecimientos y libros del Antiguo Testamento. En este sentido, la aportación del padre Pereda es especialmente oportuna. A nivel cultural, el conocimiento de las historias bíblicas permite entender mínimamente multitud de obras de arte, sobre todo pictóricas y literarias, además de constituir un enriquecimiento muy notable para comprender la naturaleza humana. 

Un mapa para guiarse

Toda persona mínimamente educada en la fe cristiana sabe que la Biblia empieza por la creación y la historia de Adán y Eva, y que Jesucristo y los apóstoles están al final, en el Nuevo Testamento. Ahora bien, muy pocos sabrían ordenar cronológicamente a Moisés, Tobías, Jacob, Abrahám, Melquisedec y Amós. Es más, tratar de hacerlo puede parecer una empresa imposible salvo que uno dedique muchísimo tiempo a relacionarse con las sagradas escrituras. La iniciativa que ahora presentamos posibilita en gran medida esta tarea.

El bibliograma incluye varios niveles para ayudar al lector. En primer lugar hay un eje cronológico, centrado en el orden de los libros de la Biblia y los principales hechos del Antiguo y el Nuevo Testamento. También cuenta con mapas geográficos para seguir el itinerario del pueblo de Israel, los profetas o la evangelización de las primeras décadas cristianas. No falta tampoco una línea del tiempo para situar los hechos bíblicos en el contexto de los principales acontecimientos históricos del momento. Por último, incluye cuadros temáticos con las ideas principales de cada uno de los 73 libros de la Biblia. De este modo, la obra del padre Pereda abre las puertas para comprender que “el plan de la revelación se realiza por hechos y palabras íntimamente trabados entre sí” (cfr. Concilio Vaticano II, Dei verbum, 2). 

Suele decirse que es importante conseguir que los árboles no le impidan a uno ver el bosque. Lo mismo hay que procurar cuando uno quiere asimilar todos los libros de la Biblia. La propuesta del padre Pereda divide la historia de la salvación en diversas etapas (creación, patriarcas, éxodo, jueces, monarquía, exilio, Jesucristo y la Iglesia), de forma que partiendo de lo más general uno pueda llegar a lo más concreto. 

Visualizar la historia

El segundo producto que traemos a colación en este artículo consiste en una gran línea del tiempo de toda la historia del cristianismo, incluyendo también acontecimientos del siglo XXI. Su principal valor es visualizar los principales acontecimientos de la fe (concilios, santos, papas, pensadores y herejías) enmarcados con los más relevantes acontecimientos históricos de cada época (guerras, gobernantes, artistas, literatos, pensadores, etc). De esta forma, el lector adquiere una perspectiva que le permite relacionar hechos e ideas que de otra forma son muy difíciles de asimilar. 

La obra pretende no solo facilitar la catequesis sino que en sí misma ya es toda una catequesis. En palabras del Padre Pereda, esta obra constituye “una buena ocasión para mirar las estrellas y a través de ellas contemplar el mapa de navegación a fin de no errar en el curso de la historia. He aquí una aproximación hacia esa cartografía para que pueda servirnos a tripulantes, navegantes, pasajeros y visitantes de la nave en puerto a fin de situar mejor el sentido del itinerario. También es una invitación de subir a bordo para los interesados en seguir el viaje, sobre todo si descubren el valor del punto de llegada”.

Comprender a la familia

La Iglesia es una gran familia, el Pueblo de Dios que camina en la historia. Y, como ocurre en las familias, conocer el pasado permite hacerse cargo y comprender muchas cosas. Y es que al recorrer las páginas desplegables con la línea del tiempo, uno asimila muchos acontecimientos y descubre otros que desconocía. Ver los aciertos y errores de 2000 años de historia cristiana ayuda a tener perspectiva y entender que la nave de Pedro y sus marineros han escrito grandes páginas de la historia, pero también algunas no tan positivas. Sin embargo, los contrapuntos negativos ayudan a conseguir que la historia se muestre como una verdadera maestra de la que aprender.

El 12 de enero del año 2000 el Papa Juan Pablo II celebró una Jornada del Perdón, uno de los actos para conmemorar un jubileo tan significativo. 

El marco de aquella celebración estaba acompañado por la publicación del documento Memoria y reconciliación: la Iglesia ante las culpas del pasado. Las reflexiones allí publicadas por la Comisión Teológica Internacional han abierto una nueva etapa sobre cómo la Iglesia interpreta su historia y se comprende a sí misma. 

Otro de los aspectos más llamativos es el pormenorizado número de hechos que se destacan del siglo XX, pero está hecho con intención pues, como señala el autor de la obra, lo hace “pensando en los jóvenes, que sienten poca atracción inicial por la historia, que presentamos el siglo que termina como una introducción a la fascinante aventura de la humanidad”.

Para el público infantil

El bibliograma cuenta además con dos versiones en formato simplificado para el público infantil, especialmente interesantes para las catequesis o las clases escolares de religión. Pueden ser adquiridos a través de la página web por 5€ el ejemplar, mientras que los historiogramas completos rondan los 18€ (aunque hay descuentos del 15% a partir de pedidos de más de cinco ejemplares). Pueden adquirirse fácilmente en la página web de la Fundación para la Evangelización y la Comunicación (www.fecom.org). 

En definitiva, nos encontramos ante una obra evangelizadora de máximo interés e interesante para todos los públicos.

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