Libros

Emocionarse con la belleza de la naturaleza

Yolanda Cagigas nos recomienda la lectura de "Primavera extremeña", un libro de Julio Llamazares.

Yolanda Cagigas·19 de mayo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos
la belleza de la naturaleza

Foto: Dave Hoefler / Unsplash

Se trata de un libro de viajes, con la peculiaridad de que, en esta ocasión, el autor comienza el suyo el 13 de marzo de 2020, un día antes de que el gobierno decretara el confinamiento en toda España. El lugar elegido es un antiguo lagar en Cáceres, en la sierra de los Lares.

Libro

Título: Primavera extremeña. Apuntes al natural
Autor: Julio Llamazares
Editorial: Alfaguara

Por contraste con los trágicos y dolorosos acontecimientos vividos por todos como consecuencia de la pandemia del COVID, el autor nos invita a contemplar la naturaleza, a emocionarse con su belleza, y a descubrir a su autor.

La prosa sencilla de Llamazares posee en momentos una gran fuerza descriptiva que hace fácil que la imaginación del lector no sólo lo vea, sino que lo huela e incluso lo escuche. “La gama de los verdes iba del suave del pasto recién nacido, al más oscuro de los olivos y al casi negro de las encinas, pasando por todos los intermedios. Una paleta cromática que iría variando con los días”“Recorrerlos…, es adentrase en un túnel oloroso y más en el tiempo en el que el azahar despierta llenándolo todo con su dulzor”“Los mirlos y los ruiseñores ponían la banda sonora a mi tranquilidad”.

Dicen que el Cielo es para quienes ya saben disfrutarlo aquí en la tierra, por ello nos va tanto en aprender a disfrutar con las cosas sencillas, como el autor, cuando dice: “A nuestro alrededor todo invitaba al disfrute, a la contemplación y el goce de la vida pacífica y tranquila… Nos conformábamos con disfrutar de la tranquilidad del monte tomando un vermut y un poco de queso sentados en la hierba”.

De ahí también el interés de capacitarnos para apreciar la belleza que está al alcance de cualquiera, la de la naturaleza, cualidad que sin duda posee Llamazares. “El 19 de abril lució por fin el sol después de una semana lloviendo sin parar. Lo hizo a media tarde, con gran espectacularidad, y el campo, como un espejo se llenó de una luz brillante que resplandecía sobre la vegetación”.

Para emocionarse ante un paisaje es necesario desarrollar nuestra sensibilidad, tal como el autor demuestra. “La primavera extremeña estaba en su máximo esplendor y el campo lo celebraba con todos sus colores y sus luces, que iban desde el amarillo de las coronas de rey y los botones de oro al blanco de las margaritas y al violeta azulado de los lirios. Como si cayeran del cielo en vez de brotar de la tierra, las flores lo coloreaban todo convirtiendo el paisaje en un tapiz flamenco… El milagro de la naturaleza se repetía un año más… y nosotros asistíamos emocionado a él… éste, a esas alturas, era ya un espectáculo en sí mismo… parecía un tapiz de flores, una acuarela pintada por un pintor invisible que se escondía detrás de las nubes”.

La sabiduría posibilita darse cuenta de cuándo uno es un privilegiado, así Llamazares afirma: “Éramos unos afortunados por estar donde estábamos y por poder disfrutar de una naturaleza que la mayoría tenía que imaginar desde sus domicilios”. Y es que, desde la consciencia de privilegio se disfruta aún más de lo sencillo y arranca espontáneo el agradecimiento.

El autorYolanda Cagigas

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