Vaticano

El Vaticano confirma que el Papa falleció de un ictus y publica su testamento

Francisco pidió ser enterrado con una sencilla lápida a ras de suelo en la Basílica de Santa María la Mayor.

Maria Candela Temes-21 de abril de 2025-Tempo de leitura: 2 acta
testamento

Fotografia CNS/Meios de comunicação socialaticanos

La Santa Sede ha confirmado que la causa de morte del Papa Francisco fue un ictus cerebral, que lo llevó a un estado de coma y a un colapso cardiocirculatorio irreversible.

El Pontífice sufría desde hace tiempo un cuadro clínico complejo, tal y como se desprende del comunicado publicado en la tarde del 21 de abril: había padecido un episodio previo de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía multimicrobiana bilateral, bronquiectasias múltiples, hipertensión arterial y diabetes tipo II.

El profesor Andrea Arcangeli, Director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, ha informado de que la constatación de la muerte se realizó mediante registro electrocardioanatómico y dio a conocer el resultado.

A las ocho de la noche de este lunes, hora de Roma, ha tenido lugar en la capilla de la Casa Santa Marta la ceremonia de la constatación de la muerte y de la deposición en el féretro, según lo previsto en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis (nn. 21-40), presidida por Kevin Joseph Farrell, el cardenal Camerlengo.

En el rito habían sido convocados también el Decano del Colegio Cardenalicio, la familia pontificia, así como el director y el vicedirector de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.

El testamento de Francisco

En la tarde de este lunes 21 se ha hecho público también el testamento escrito por el Papa Francisco con fecha del 29 de junio de 2022. Se trata de un documento simple, de apenas siete párrafos, en el que expresaba su voluntad de ser enterrado en la Basílica romana de Santa María La Mayor. En aquel entonces, el Pontífice escribía: “Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria sólo en lo que respecta al lugar de mi sepultura”.

Subrayaba que había confiado siempre su vida y su ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Dios. Y por eso deseaba que sus restos mortales reposaran en la basílica papal de Santa María La Mayor, que ha sido objeto de numerosas visitas del Papa argentino, quien acostumbrara a rezar ante la imagen de la Salus Populi Romani antes y después de cada uno de sus viajes apostólicos, “para encomendar confiadamente mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle sus dóciles y maternales cuidados”.

Un sencillo nicho en el suelo

Francisco solicitó además por escrito que se preparase su tumba “en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal”. Y añadió que deseaba que el sepulcro estuviera “en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”.

Y concluía con unas palabras que son un eco de la petición constante de oraciones por su persona que ha guiado su ministerio: “Que el Señor dé una merecida recompensa a quienes me han amado y seguirán rezando por mí. El sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida lo ofrecí al Señor por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos.”

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