Familia

Los padres de Samuel, ante la presión de abortar: «No te rindas»

Ésta es la historia de un joven matrimonio de evangélicos, Alejandra y Benjamín, ella costarricense, él alemán, que se negaron a seguir el insistente consejo médico de abortar, y tuvieron a Samuel, con síndrome de Edwards, que vivió sólo 6 horas fuera del seno materno. En vísperas de la Marcha por la Vida de este domingo día 12, lo cuentan a Omnes.

Francisco Otamendi·11 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos
Padres Samuel

Alejandra y Benjamín, padres de Samuel y Ester Marie

Alejandra y Benjamín son un matrimonio evangélico que se negó a abortar a Samuel, su hijo con síndrome de Edwards, quien vivió seis horas fuera del vientre de su madre. “El mayor milagro fue que Samuel llegara a la semana 38 en el embarazo. Fue doloroso, muy duro, perderlo tras el parto, pero hoy está en el cielo”, dice Alejandra a Omnes, tras explicar que se quedó embarazada en el año 2020, en pleno Covid. Su hijo, diagnosticado con síndrome de Edwards, nació el 5 de julio de 2021, y falleció a las seis horas de nacer”. 

Con este síndrome, el bebé, en lugar de tener dos copias del cromosoma 18 (dos pares), tiene tres. Es, por lo tanto, similar al síndrome de Down, aunque éste es una trisomía del cromosoma 21.

“Tuvimos mucha presión de los médicos para abortar”, explica Alejandra, pero “aun en medio del dolor más grande que jamás había sentido, pude escuchar a Dios, en un momento de oración, en la noche, decirme claro y directo: ‘sigue, no te rindas’. Estas palabras me dieron la fuerza para tener fe de que mi embarazo iba a estar bien”.

Para el primer médico al que acudieron, “por lo privado, en un centro médico de Torrejón de Ardoz, el aborto era “la solución más rápida’ y quizás para él ‘menos dolorosa’, pues de todas maneras según las estadísticas médicas, el bebé moriría en mi vientre”.

“Ben y yo quisimos una segunda opinión y la respuesta fue igual, nuestro hijo no sobreviviría en mi vientre y que lo mejor era abortar. Así pasaron las semanas, e incluso meses, en los que me vieron al menos diez médicos; seis de ellos nos sugerían el aborto como solución al embarazo que estaba llevando”, añade Alejandra.

“Mejor el aborto y así no corres ningún riesgo, porque uno de los riesgos era que su corazón dejara de latir y que él muriera dentro de mi vientre, entonces habría que hacer cirugía para sacarlo, etc. Pero como he dicho, tenía como una promesa de Dios de que no iba a morir en mi vientre, no que iba a vivir, sino que no moriría en mi vientre”, precisa la madre de Samuel, al que llaman Sami.

“Pero como he dicho, las palabras que recibí de Dios: ‘sigue, no te rindas’, me mantuvieron firme, conforme pasaba el tiempo yo sabía que Sami no moriría en mi vientre, incluso yo podía sentirlo moviéndose dentro de mí”, revela Alejandra. 

“Fue un embarazo muy duro, una constante lucha por la vida, pero nunca estuve sola”, añade esta costarricense: “me refugié muchísimo en Dios, nuestras familias crearon cadenas de oración para Sami, y nuestra iglesia y amigos siempre estuvieron a nuestro lado dándonos apoyo incondicional. La angustia en soledad hubiera sido mucho más dolorosa”.

Ben: “Una declaración médica no tiene la palabra final”

En la conversación surge una pregunta natural, que Alejandra no evita: ¿Encontraste apoyo en tu marido? Su respuesta es inmediata: “Muchísimo. Él estaba, de hecho, muy dolido porque al estar tan cerca del Covid, con sus secuelas, a él no le dejaban entrar, y yo recibí casi todas las noticias sola. Iba a las citas y él me esperaba fuera. Creo que es doloroso no haber podido estar conmigo en esas consultas. Pero sí, él pensaba igual que yo, en ningún momento el aborto ha sido una opción”.

Benjamín (Hamburgo, Alemania), misionero evangelista, corrobora lo que dice su mujer, y afirma a Omnes que “una declaración médica no tiene ni jamás puede tener la palabra final. En muchas instancias y situaciones diferentes, he visto a Dios sanando personas. Esto no es ninguna exageración. La palabra final sólo corresponde a Dios. Recuerdo que cuando recibimos la noticia, estábamos orando, y dije: no puedo permitir que esto tenga la última influencia sobre la vida de nuestro bebé, que en aquel momento no sabíamos que iba a ser un hijo, pensábamos que sería una hija”.

“Dios ha dado un valor, una dignidad a la vida humana, hecha a su imagen y semejanza, que nadie tiene derecho a quitar, mucho menos por conveniencia. Esto ha sido muy claro para nosotros. Decidimos luchar por la vida de nuestro bebé, en ese momento y en adelante. Porque la dignidad de la vida que se recibe viene de Dios, y no de nosotros, de nuestra conveniencia, o de reportes médicos”, señala el padre de Samuel, que vive en España desde principios de 2018. 

¿Es más duro que tu mujer tuviera que entrar sola, por el tema de la pandemia, a las consultas médicas, o esperar tú fuera el resultado de esas consultas? “Pienso que fue más duro para mi esposa”, contesta, “porque sé que a ella le ha afectado un montón esto también. Para mí, esperar afuera ha sido durísimo en todas las citas médicas, y especialmente en la cesárea. Yo he luchado mucho en la vida, pero donde he experimentado el apoyo y la guía de Dios ha sido aquí. En cada tiempo de espera he estado orando”.

“Él reaccionaba a mi voz”

Dejamos que siga Ben, padre de Sami: “Era muy difícil que sobreviviera nuestro hijo, por todos los problemas que tenía, podía morirse en cualquier momento, y afectar a la vida de la madre. Nosotros pensamos que esto no era verdad, y hasta yo pude sentir desde afuera los movimientos de nuestro hijo, y pudo experimentar que él reaccionaba a mi voz. Esto ha sido un milagro, sí, a pesar de lo que los médicos dijeron”.

“También cuando él nació, en el primer momento no respiró, y los doctores luchaban por su vida, y hemos podido conocer también fuera del vientre a nuestro hijo, le hemos podido coger. Esto era una respuesta a nuestras oraciones. Bueno, yo estaba entre la planta de arriba, para conocerle, y grabarle, y con Ale, que estaba abajo, volviendo de la cesárea. Todo esto ha sido un milagro”.

El regalo de Ester Marie

“Seis meses después nos quedamos embarazados. Me regañó un poco la doctora, pero ahí está Ester Marie, que nació en septiembre de 2022, y ahora tiene cinco meses. La vemos como un regalo de Dios, y está completamente sana, muy rosada, muy gordita, ningún problema genético, ni nada”, me había dicho Alejandra por la mañana. Horas más tarde, su marido, Ben, lo reitera: “Absolutamente, un regalo de Dios”.

Alejandra comenta: “Con AESVIDA fuimos a la Marcha el año pasado. Ahora estamos hablando con Susana, y la idea es crear algo para ayudar a mamás en Torrejón de Ardoz. A semejanza de de los bancos de Alimentos, crear un banco de necesidades de bebé. Porque nosotros trabajamos en Torrejón, aunque vivimos cerca de Alcalá”.

Al concluir, preguntamos a Ben cómo le surgió esa convicción, esa fuerza para defender la vida y su dignidad. “Es una larga historia. Mi familia es algo complicada. Pero surge tras el fallecimiento de mi madre en Alemania, entonces comencé a buscar a Dios. Y conectado con JCUM, empecé a leer la Biblia… Ahí empezó todo. Desde 2010 me entregué a Dios, y he tratado de vivir de la mejor forma que puedo. Y años después me ha llevado a misiones aquí en España. Ahora soy misionero con una organización que se llama Juventud con una Misión. Mi enfoque en estos momentos es Escuelas Bíblicas. Y mi esposa también es misionera, con un ministerio que se llama Transformación”.

Marcha Sí a la Vida el domingo

Como ha informado Omnes, este domingo día 12 tiene lugar una Marcha impulsada por la Plataforma Sí a la Vida, apoyada por más de 500 asociaciones y entidades cívicas, que recorrerá el centro de Madrid, y comenzará a las 12 horas en la calle Serrano esquina Goya, hasta Cibeles, donde se leerá el manifiesto de la Plataforma. 
El acto estará conducido por los influencers Carla Restoy y José Martín Aguado. Juan Herranz, fundador de Eight Ball Events, llevará el tema musical con un pequeño concierto, en el que sonará el himno ‘Que viva la Vida’, creado por Hermanos Martínez, que en 2023 cumple 5 años. Además, entre otros, ofrecerá su testimonio Pablo Delgado de la Serna, influencer, fisioterapeuta y profesor universitario,
La Marcha Sí a la Vida 2023 cuenta ya con más de 400 voluntarios que ayudan a su organización. Según la Plataforma, han confirmado su asistencia organizaciones que saldrán en buses desde ciudades como Murcia, Pamplona, Salamanca, Cuenca, Alicante, Bilbao, Getxo, Valencia, Ávila, Santander, Zaragoza o Huesca, entre otras.

El autorFrancisco Otamendi

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