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Fallece el cardenal australiano George Pell

El cardenal australiano, de 81 años ha fallecido a causa de unas complicaciones derivadas de la cirugía de cadera a la que se sometió el 10 de enero.

Maria José Atienza·11 de enero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos
cardenal pell

George Pell, el cardenal australiano que fuera prefecto de Economía del Vaticano y que fue injustamente acusado abusos, ha fallecido esta madrugada a causa de un paro cardíaco tras complicaciones de la cirugía de prótesis de cadera a la que se sometió el 10 de enero.

“Una persona inocente pudo ser condenada”

Los últimos años de la vida del Cardenal Pell han estado marcados por su paso de más de un año por la prisión después de ser condenado por cinco cargos relacionados con el abuso de dos niños del coro. En junio de 2002, el arzobispo Pell se apartó de sus funciones como arzobispo de Melbourne al ser acusado, por primera vez, de abusos sexuales a un menor. Una investigación eclesiástica no pudo encontrar pruebas suficientes para corroborar la acusación, que se remontaba a 1961.

Un año más tarde, el arzobispo Pell fue creado cardenal por el Papa Juan Pablo II. Como él mismo apuntaba en una entrevista con este motivo, predicar el mensaje de Cristo y presentar claramente la doctrina era, a su juicio, la única manera de garantizar el crecimiento y la fidelidad continuos de la Iglesia católica.

El cardenal Pell participó en el cónclave de 2005 que eligió al papa Benedicto XVI y en el de 2013 que eligió al papa Francisco. Fue nombrado por el Papa Francisco prefecto inaugural de la Secretaría para la Economía, función que desempeñó técnicamente de 2014 a 2019. Aunque, ya el 2017 Pell se tomó una excedencia de su cargo de prefecto para regresar a Australia y hacer frente a las acusaciones de abusos sexuales históricos a menores. Defendió incondicionalmente su inocencia durante todo el proceso que condujo a una condena el 11 de diciembre de 2018 por los cinco cargos en su contra. Dos días después, el Papa Francisco lo retiró de su círculo íntimo de cardenales.

El 13 de marzo de 2019, el cardenal Pell fue condenado a seis años de prisión. Después de 13 meses de encarcelamiento, fue liberado en abril de 2020 tras su segunda apelación.

Durante su estancia en prisión, ocho meses en régimen de aislamiento, el cardenal Pell escribió sus pensamientos y experiencias en el libro “Diario de prisión”. El libro recoge las irregularidades existentes en su proceso, la soledad que vivió e incluso, el pesar por la sospecha que muchas personas de la Iglesia tenían hacia él y el abandono que sufrió dentro incluso de círculos eclesiásticos.

En una decisión dictada el 7 de abril de 2020, el Tribunal Superior de Australia anuló esa condena, concluyendo que existía “una posibilidad significativa de que una persona inocente haya sido condenada porque las pruebas no establecían la culpabilidad con el nivel de prueba requerido.”

El propio Papa Francisco agradeció el testimonio de fe, perdón y valentía del cardenal australiano en una reunión privada el 12 de octubre de 2020, seis meses después de que el Tribunal Superior de Australia anulara la condena del cardenal por cargos de abuso sexual.

El cardenal Pell apuntaba que su experiencia de condena injusta en la cárcel le ayudó a comprender el sufrimiento de Cristo: “quien no acepta su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo”, recordaba el cardenal que admitía que ese paso por el sufrimiento “lo hace difícil para los cristianos”.

El presidente de la Conferencia Episcopal Católica Australiana, el arzobispo Timothy Costelloe, SDB, ha señalado que “el cardenal Pell ha proporcionado un liderazgo fuerte y claro dentro de la Iglesia católica en Australia, como arzobispo de Melbourne y arzobispo de Sydney y como miembro de la Conferencia Episcopal durante más de 25 años. Mientras le recordamos y reflexionamos sobre su legado, invito a todos los católicos y a otras personas de buena voluntad a unirse en oración por el cardenal Pell, un hombre de fe profunda y permanente, y por el descanso de su alma.”

Por su parte, el Arzobispo metropolitano de Sídney y Primado de Australia, mons. Anthony Fisher, O.P., ha celebrado la misa por el cardenal fallecido el 11 de enero en la catedral de Santa María de Sydney, en cuya cripta será enterrado.

Vida del cardenal George Pell

George Pell nació el 8 de junio de 1941 en Ballarat (Australia), hijo de George Arthur y Margaret Lillian Pell. Su padre era anglicano no practicante; su madre era una devota católica de ascendencia irlandesa.

Pell asistió al St. Patrick’s College de Ballarat de 1956 a 1959. Jugador destacado de fútbol, después de la universidad, fichó por lo que hoy es la Liga Australiana de Fútbol, pero entonces sintió la llamada al sacerdocio, por lo que comenzó sus estudios teológicos en 1960 en el seminario regional Corpus Christi College.

En 1963, Pell continuó sus estudios en la Pontificia Universidad Urbana de Roma, y se licenció en Teología en 1967. Durante su último año de estudios, fue ordenado sacerdote de la diócesis de Ballarat el 16 de diciembre de 1966, en la basílica de San Pedro del Vaticano.

En 1971, se doctoró en Filosofía e Historia de la Iglesia por la Universidad de Oxford (Inglaterra), y en 1982 obtuvo un máster en educación por la Universidad de Monash (Australia). Como sacerdote, ocupó diversos cargos parroquiales y diocesanos, entre ellos el de vicario episcopal para la educación y rector del seminario de Corpus Christi.

En 1987, George Pell fue nombrado obispo auxiliar de Melbourne (Australia). El 16 de julio de 1996 fue nombrado arzobispo de Melbourne, Cinco años más tarde, el 26 de marzo de 2001 fue nombrado arzobispo de Sydney, y su toma de posesión tuvo lugar el 10 de mayo de 2001.

En junio de 2002, el arzobispo Pell se apartó de sus funciones al ser acusado, por primera vez, de abusos sexuales a un menor. Una investigación eclesiástica no pudo encontrar pruebas suficientes para corroborar la acusación, que se remontaba a 1961.

En un consistorio celebrado el 21 de octubre de 2003, el arzobispo Pell fue creado cardenal por el Papa Juan Pablo II.

Asimismo, fue miembro de diversos cargos en la Curia romana. Allí formó parte del Consejo Pontificio para la Paz y la Justicia, la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. En 2002, fue nombrado presidente de Vox Clara, el comité que asesora al Culto Divino y a los Sacramentos sobre las traducciones litúrgicas al inglés. También fue consultor del Pontificio Consejo para la Familia. Fue miembro del comité directivo de la Comisión Católica Internacional de Migraciones, y miembro del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. En 2012, fue nombrado miembro de la Congregación para los Obispos.

El cardenal Pell participó en el cónclave de 2005 que eligió al papa Benedicto XVI y en el de 2013 que eligió al papa Francisco. Fue nombrado por el Papa Francisco prefecto inaugural de la Secretaría para la Economía, función que desempeñó técnicamente de 2014 a 2019. Su visión y empeño en restaurar la limpieza y la transparencia en las finanzas vaticanas le granjeó no pocas presiones.

En 2017, el cardenal Pell se tomó una excedencia de su cargo de prefecto para regresar a Australia y hacer frente a las acusaciones de abusos sexuales históricos a menores. Él profesó incondicionalmente su inocencia durante todo el proceso que condujo a una condena unánime el 11 de diciembre de 2018 por los cinco cargos en su contra. Dos días después, el Papa Francisco lo retiró de su círculo íntimo de cardenales.

La condena del cardenal Pell se hizo pública el 26 de febrero de 2019. El arzobispo Mark Coleridge de Brisbane, entonces presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, dijo en un comunicado en ese momento que “la noticia de la condena del cardenal George Pell por cargos históricos de abuso sexual infantil ha conmocionado a muchos en toda Australia y en todo el mundo, incluidos los obispos católicos de Australia”.

El 13 de marzo de 2019, el cardenal Pell fue condenado a seis años de prisión con un período de no libertad condicional de tres años y ocho meses. Después de 13 meses de encarcelamiento, fue liberado en abril de 2020 tras su segunda apelación. Apenas un año más tarde, el Tribunal Superior de Australia anulaba esa condena, concluyendo que existía “una posibilidad significativa de que una persona inocente haya sido condenada porque las pruebas no establecían la culpabilidad con el nivel de prueba requerido.”

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