América Latina

Puerto Rico contará con un Seminario Mayor Interdiocesano

La Congregación para el Clero ha aprobado un decreto para erigir el Seminario Mayor Interdiocesano Santa María de la Divina Providencia, en respuesta a una petición formulada por varios obispos de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico. 

Alejandro Zubieta·3 de abril de 2020·Tiempo de lectura: 5 minutos
Santa María de la Divina Providencia con el niño.

Firmado por el cardenal Beniamino Stella, Prefecto de la Congregación, y por el arzobispo Secretario para los Seminarios, Mons. Jorge Patrón Wong, el decreto elogia el acuerdo entre los obispos que “han unido sus fuerzas con el fin de ofrecer a los futuros sacerdotes una formación en consonancia con la sana doctrina de la Iglesia católica”.

El documento de la Congregación para el Clero subraya que el seminario servirá para “fomentar la formación humana, espiritual, intelectual y pastoral que viene exigida por la realidad cultural actual y en sintonía con la Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis”.

El anuncio fue realizado hace poco de un mes por el arzobispo de Ponce y presidente de la Conferencia Episcopal puertorriqueña, Mons. González Medina, quien ha manifestado la “gran alegría” que significa para los obispos la realización de este proyecto. “Este es un anhelo que durante muchos años hemos atesorado en nuestros corazones y luego de un largo proceso de reflexión, consulta y oración, comenzaremos a partir del 15 de agosto de 2020”.

El arzobispo de Ponce señaló que el nuevo seminario “será el lugar donde se formarán los futuros pastores” de la nación e invitó a todos los fieles católicos a mantenerse en oración para que Santa María, Madre de la Divina Providencia, Patrona de Puerto Rico, los “favorezca con santas y abundantes vocaciones”.

El decreto aprueba la solicitud realizada por el propio Mons. Rubén González Medina; Mons. Roberto González Nieves, arzobispo de San Juan; Mons. Álvaro Corrada del Río, obispo de Mayagüez; y Mons. Eusebio Ramos Morales, obispo de Caguas y administrador apostólico de la diócesis de  Fajardo-Humacao. 

La sede y organización de los futuros sacerdotes en Puerto Rico tiene una larga historia de diálogo por causa de  circunstancias e intereses particulares de las distintas diócesis. Sin lugar a dudas, es un proyecto anhelado desde la erección de la primera diócesis. El reciente decreto de la Santa Sede es el resultado de la experiencia adquirida en ese camino y de una madurez en la comunión que da una gran esperanza para contar con un gran seminario.

Desde el siglo XVIII

El recorrido histórico recuerda que el planteamiento de un seminario en San Juan Bautista, nombre original de Puerto Rico, surgió del obispo Pedro de la Concepción en la segunda década del siglo XVIII. Su deseo fue más que ratificado, y en 1.768 la Corona española exigió que todas las diócesis contaran con un seminario. De esta manera, bajo el gobierno del primer obispo puertorriqueño, don Juan Alejo de Arizmendi, se comenzaron los preparativos para establecer el primer seminario. 

El apoyo y generosidad de los sanjuaneros permitió que don Pedro Gutiérrez de Cos, sucesor de Arizmendi, finalizara y estableciera en 1832 el Seminario Conciliar de San Ildefonso, que se construyó de planta en el casco del viejo San Juan a un lado de la casa arzobispal. 

En este seminario estudiaron no sólo los futuros sacerdotes sino aquellos estudiantes que aspiraban a una mejor formación. Además de desde la isla, los estudiantes provenían de Santo Domingo (actual República Dominicana), Venezuela y España (principalmente de las ciudades de Málaga y Barcelona). 

En San Ildefonso se formaron grandes hombres como el cardenal Luis Aponte Martínez, primer cardenal puertorriqueño, así como grandes próceres y padres de la patria como Román Baldorioty de Castro y Eugenio María de Hostos. Fue tan grande la influencia educativa de esta casa de estudios que durante sus primeras décadas el seminario fue el principal centro docente del país. En su larga existencia, el Seminario Conciliar pasó por cambios importantes de sus fines y regencia. La historia se puede resumir por los tres nombres que fue conocido: Colegio-Seminario, Seminario y Seminario Conciliar.

A partir de 1900, el seminario pasó por cambios de gobierno —uno de éstos fue la asociación política de Puerto Rico a Estados Unidos en el año 1898—, y serias dificultades económicas que aumentaron con el tiempo, y por no poder resolverse llevaron a su cierre definitivo. En 1915, el obispo Guillermo Jones lo reactivó nuevamente bajo la dirección de los Padres paúles. Un nuevo obispo, James Davis, decidió trasladar el seminario al pueblo de Aibonito, regido por los jesuitas. A mediados de los años 30 se cerró definitivamente.

Nuevas diócesis y recomienzo

El aumento de población y el establecimiento de nuevas ciudades y pueblos llevó a la Iglesia en Puerto Rico a la creación y división  de nuevas parroquias y diócesis por toda la isla. De la arquidiócesis de San Juan se crearon las diócesis de Ponce (1924), y de estas dos, otras nuevas diócesis: Arecibo (1960), Caguas (1964), Mayagüez (1976) y Fajardo-Umacao (2008).

Para recomenzar un nuevo seminario se buscó una solución de acuerdo a los tiempos.  Así, en 1948 se fundó en la ciudad de Ponce la Universidad Católica, iniciativa de los obispos James Davis, obispo de la arquidiócesis de San Juan Bautista, y el obispo E. McManus de la diócesis de Ponce. En sus comienzos, estuvo afiliada a la Universidad Católica de América en Washington. A finales de su primer año de fundación, la Universidad obtuvo la acreditación del Consejo de Educación Superior de Puerto Rico. La Universidad fue erigida canónicamente por la Santa Sede el 15 de agosto de 1972 y el  25 de enero de 1991 se le confirió el título de Pontificia.  

En la década de los 60, el obispo de Ponce, Mons. Fremiot Torres Oliver, decidió aprovechar la reciente Universidad Católica para fundar dentro de ésta un seminario diocesano: el Regina Cleri. Como sede, se dispuso del edificio de la facultad de Medicina. 

Más iniciativas

Al comprobar la experiencia de formación sacerdotal del Regina Cleri, algunos obispos propusieron una nueva sede en San Juan en colaboración con la diócesis de Ponce. De esta manera se fundó el Seminario Mayor Interdiocesano de Puerto Rico, con dos sedes: la facultad de filosofía en San Juan y la de teología en Ponce. Los rectores de las  respectivas sedes fueron Mons. Fernando Felices en San Juan, y Mons. Jesús Diez Antoñanzas en Ponce. De esta manera, además de Ponce y Mayagüez, contó el nuevo seminario con alumnos de San Juan, Cagüas y Arecibo. Esta experiencia se mantuvo en los años 1993 a 1996. A pesar de la corta edad de este seminario interdiocesano su existencia ayudó a crear lazos de fraternidad entre los sacerdotes de esa generación, lazos que perduran hasta nuestros días.

A partir de 1996, la arquidiócesis de San Juan fundó el Seminario Mayor Regional San Juan Bautista. Como sede se utilizó una propiedad de la Curia en la calle José de Diego, y se incorporaron al Mayor los seminaristas de la arquidiócesis de San Juan, los de la diócesis de Caguas y brevemente los de la Diócesis de Arecibo. Hasta la fecha, sus seminaristas  cursan las materias de teología en la Pontificia Universidad Católica en la ciudad de Ponce. En 2012, la diócesis de Arecibo busca otra solución y decide fundar un seminario en Pamplona.  

Después de este largo camino, Puerto Rico se llena ahora de esperanza por contar con esta nueva iniciativa, tan deseada por la Sagrada Congregación para el Clero. Pedimos que Dios bendiga copiosamente al nuevo Seminario Interdiocesano Santa María de la Divina Providencia con abuntandes vocaciones sacerdotales, tan necesitadas en la Isla.

El autorAlejandro Zubieta

Puerto Rico

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