América Latina

El Papa viajará a Canadá para reunirse con indígenas

La Conferencia de Obispos de Canadá han invitado al papa Francisco a visitar la región, el cual ha aceptado, como parte del proceso de reconciliación nacional con los indígenas de este país.

Fernando Emilio Mignone·22 de diciembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos
canadá

Foto: ©2021 Catholic News Service / U.S. Conference of Catholic Bishops.

El 27 de octubre la Santa Sede anunció que Francisco viajará a Canadá, invitado por la Conferencia de Obispos, como parte del proceso de reconciliación nacional con los indígenas de este país. Se trata de una visita pedida explícitamente por líderes indígenas canadienses, que en un sonado informe del año 2015 recomendaron que el Papa expresara personalmente disculpas en territorio canadiense por errores históricos pasados: él, dijeron, debería pedir perdón a los sobrevivientes, sus familias y las comunidades indígenas por el papel de la Iglesia católica en el abuso espiritual, cultural, emocional, físico y sexual de los indígenas en los internados dirigidos por católicos. 

El 8 de junio Omnes informó del “descubrimiento” en Kamloops, British Columbia, de unas 200 tumbas no identificadas, quizás de pupilos autóctonos. El cementerio olvidado estaba al lado de un antiguo internado del gobierno canadiense dirigido por Oblatos de María Inmaculada, una orden religiosa que misiona en el oeste y el norte canadiense. Esa noticia hizo explotar un verano caliente. Iglesias cristianas quemadas y vandalizadas, manifestaciones, zapatitos de niños adornando lugares públicos, estatuas derrocadas, peticiones de perdón de autoridades gubernamentales y católicas: ese es el precedente  de esta próxima aventura papal. Con parresía.

Antes de que Francisco venga a Canadá, otros irán a Roma. Aun así, recientemente, se ha pospuesto la visita de una delegación conjunta de obispos y líderes indígenas canadienses que tendría lugar del ​ 17 al 20 de diciembre al Vaticano. Esa delegación se reuniría con Francisco, que escucharía de la boca del león lo que tuvieran que decirle los líderes autóctonos, y se seguiría​ planeando la peregrinación pontificia. La visita de la delegación al Vaticano se desarrollará probablemente en primavera de 2022. Y el viaje del Papa Francisco, después.

Ha habido tres viajes pontificios a Canadá: Juan Pablo II recorrió todo el país en septiembre de 1984, volvió exclusivamente para encontrarse con indígenas en 1987 en Fort Simpson (1.500 habitantes) en el Territorio del Noroeste, y estuvo en la JMJ de Toronto de 2002, donde se congregó la multitud más grande de nuestra historia: 800.000 personas. 

Cuando Francisco venga, será el cuarto viaje papal en cuatro décadas y el segundo para encontrarse con nuestras primeras naciones. Esto en un país multicultural por antonomasia  y que cuenta con medio centenar de culturas y lenguas indígenas, muchas en alto riesgo de desaparecer (habladas por menos de diez mil personas, a veces solo centenares). 

Quizás la mitad de los casi dos millones de canadienses con raíces autóctonas sean católicos bautizados. 

Colonización

Las palabras de Francisco en el Ángelus del pasado 6 de junio dan una idea del fin del viaje, que quizás tenga lugar en 2022: «Sigo con dolor las noticias procedentes de Canadá sobre el espantoso descubrimiento de los restos de 215 niños, alumnos del Kamloops Indian Residential School, en la provincia de Columbia Británica. Me uno a los obispos canadienses y a toda la Iglesia católica de Canadá para expresar mi cercanía al pueblo canadiense, traumatizado por esta impactante noticia.

El triste descubrimiento aumenta nuestra conciencia del dolor y el sufrimiento del pasado. Las autoridades políticas y religiosas de Canadá sigan colaborando con determinación para esclarecer este triste suceso y comprometiéndose humildemente en un camino de reconciliación y sanación. Estos tiempos difíciles son un fuerte llamado para que todos nos alejemos del modelo colonizador y también de las colonizaciones ideológicas de hoy, y para que caminemos juntos en el diálogo, el respeto mutuo y el reconocimiento de los derechos y valores culturales de todas las hijas e hijos de Canadá. Encomendamos al Señor las almas de todos los niños que murieron en los internados de Canadá y rezamos por las familias y comunidades nativas canadienses sumidas en el dolor.»

Nótese el llamado a alejarse de las colonizaciones ideológicas de hoy. No es la primera vez que Francisco señala que los gobiernos y otros actores influyentes “colonizadores” aplastan valores culturales de poblaciones indefensas. 

Un ejemplo canadiense actual. El Partido Liberal de Justin Trudeau, de centro-izquierda, fue reelegido con minoría parlamentaria el 20 de septiembre. Promueve el aborto y otros “derechos reproductivos” en países culturalmente menos materialistas, individualistas y hedonistas que Canadá. Asi, el  4 de junio de 2019, Trudeau anunció que “el gobierno de Canadá incrementará su aportación a mil cuatrocientos millones de dólares canadienses anualmente, empezando en 2023, para apoyar la salud de mujeres y niñas en todo el mundo. Es un compromiso de diez años. Esta inversión histórica apoyara los derechos sexuales y de salud repr​oductiva y la salud de madres, recién nacidos y niños — con 700 millones de dólares dedicados específicamente a los derechos sexuales y reproductivos, a partir de 2023.”

Ahora bien, en la crisis actual se le achaca precisamente al gobierno canadiense que en el pasado no respetó los valores de nuestras primeras naciones.

Quema de iglesias

Este cronista visitó en 2020 una bellísima e histórica iglesia,  en el pueblo de Morinville, Alberta: Saint Jean Baptiste. Pues el 30 de junio de 2021 fue reducida a cenizas. El párroco filipino, Father Trini Pinca, me envió fotos mostrando el sagrario quemado y la hostia grande incinerada en su pix. 

Otras cinco iglesias católicas fueron incineradas en junio y julio del 2021, en las tres provincias occidentales, y muchas otras, también anglicanas, dañadas o vandalizadas.

La reacción del “premier” de la provincia de Alberta a la quema de la iglesia de Morinville fue inmediata: Jason Kenney declaró al visitar las ruinas que “parece haber sido un acto criminal de violencia inspirado por el odio”. Pero Trudeau fue más ambiguo. El 2 de julio el primer ministro describió los ataques vandálicos e incendiarios de iglesias canadienses como “incorrectos e inaceptables”, añadiendo más tarde que la ira dirigida hacia la Iglesia era “totalmente comprensible”.

Mons. Paul Terrio, obispo de la diócesis de Saint Paul, Alberta, donde está Morinville, dijo que la Primera Nación Alexander fue una de las primeras comunidades que lo contactaron después de que salió la noticia del incendio de St. Jean Baptiste. “Fue un mensaje muy conmovedor y personal, que expresaba su aflicción y  su dolor y ofrecía cualquier contribución y ayuda posible” (Edmonton Journal, 28 de agosto). Father Pinca está recabando fondos para reconstruir la iglesia; mientras tanto, dice Misa en el gimnasio de un colegio secundario.

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