Cultura

La Biblioteca Apostólica Vaticana. Un nuevo espacio para la cultura del encuentro

La Biblioteca Apostólica Vaticana ha inaugurado un nuevo espacio expositivo donde pretende crear un ambiente para la “cultura del encuentro”, de la que habla el Papa Francisco. Con motivo de la inauguración, se expone una muestra del artista Pietro Ruffo.

David Fernández Alonso·10 de diciembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos
El Papa Francisco en la Biblioteca Apostólica Vaticana.

El encuentro con el inmenso patrimonio de la Biblioteca Apostólica Vaticana ha sido para mí un viaje al conocimiento, la geografía y la historia de la humanidad”, afirma el artista Pietro Ruffo. Unas palabras que reflejan el sentido del nuevo proyecto concluido de la Biblioteca Apostólica Vaticana, que ha inaugurado un nuevo espacio expositivo, realizado con el apoyo de los herederos del empresario y filántropo estadounidense Kirk Kerkorian.

Este nuevo espacio de exposiciones constituye un nuevo capítulo en la centenaria historia de la misión de conservación y difusión de la Biblioteca Apostólica Vaticana. La exposición preparada para la ocasión, recuerda las reflexiones propuestas por el Papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti, y propone un recorrido que va desde la cartografía “viajera” hasta los mapas utópicos y alegóricos.

Un nuevo capítulo

La Biblioteca Apostólica Vaticana inaugura una nueva sala de exposiciones para apoyar la cultura del encuentro. Nuestra apuesta es reforzar el papel cultural de la Biblioteca Apostólica Vaticana en el mundo contemporáneo”, explicó el cardenal bibliotecario José Tolentino de Mendonça. “De una gran biblioteca”, continúa, “se espera un compromiso para lograr lo que el Papa Francisco llama proféticamente una ‘cultura del encuentro’. Que los libros salgan al encuentro de los lectores, trazando caminos originales. Ese conocimiento conservado como memoria puede responder a las preguntas que plantea la actualidad. Que la historia se encuentre con el presente, abriendo nuevas perspectivas no sólo sobre lo que hemos sido sino también sobre lo que podemos ser”. Realizada en colaboración con Pietro Ruffo, artista romano presente en importantes colecciones nacionales e internacionales, la exposición está encargada a Giacomo Cardinali, Simona De Crescenzo y Delio Proverbio, con el objetivo de establecer un diálogo entre los tesoros de la Biblioteca Apostólica Vaticana y las nuevas tendencias del arte contemporáneo.

Encuentro con el arte contemporáneo

El encuentro con el inmenso patrimonio de la Biblioteca Apostólica Vaticana ha sido para mí un viaje al conocimiento, la geografía y la historia de la humanidad”, afirma el artista Pietro Ruffo. “Analizar la gran obra que es la Tierra a través de los preciosos mapas que aquí se conservan”, añade, “ha dado lugar a una serie de trabajos inéditos. El diálogo entre mis investigaciones y los mapas terrestres y celestes de diferentes épocas y culturas dibuja una humanidad cada vez más interconectada y responsable de su frágil relación con su propio ecosistema”.

La exposición contará, entre otras obras, con el mapa del Nilo del siglo XVII de Evliya Çelebi, una obra única de cartografía de viaje de unos seis metros de longitud, en diálogo con la reinterpretación que de él hace Pietro Ruffo. El artista propondrá en la Sala Barberini, integrándola en la estructura de madera del siglo XVII, una instalación site-specific que transforma el espacio en una frondosa selva tropical. 

El tema de la exposición es el de la ‘cartografía no geográfica’: a lo largo de su historia, en efecto, el hombre ha utilizado el esquema representativo del mapa no sólo para describir la objetividad de la Tierra, sino también su propia interioridad, sus ideales, sus viajes, sus descubrimientos y sus convicciones”, explica Giacomo Cardinali, comisario del espacio expositivo. “El público”, dice, “encontrará mapas alegóricos, teológicos, satíricos y sentimentales. Mapas del deseo y la protesta, de los sueños y la desesperación del hombre”.

El Papa inaugura el espacio

El Papa Francisco visitó la Biblioteca Apostólica Vaticana para inaugurar el nuevo espacio expositivo permanente en el que se expone la muestra Todos. La humanidad en camino. La exposición, como se ha dicho, recordando las reflexiones propuestas por el Santo Padre en la encíclica Fratelli Tutti, propone un camino que parte de la cartografía del viaje para llegar a los mapas del mundo.

También por estas razones” afirmó el Papa durante su discurso para inaugurar el nuevo espacio, “me alegra inaugurar hoy la sala de exposiciones de la Biblioteca Vaticana, y mi deseo es que su luz brille. Sin duda, brillará por la ciencia, pero también por la belleza. Y doy las gracias a todos los que han trabajado tanto para crear este espacio, que ha sido posible gracias a la generosidad de amigos y benefactores, y al cuidado arquitectónico y científico de los profesionales”.

En referencia a la relación que se pretende entre las obras de la Biblioteca y la cultura contemporánea, el Papa Francisco comentó que el nuevo espacio está concebido “como un diálogo construido en torno a obras pertenecientes a la Biblioteca y obras de un artista contemporáneo, al que saludo y agradezco. Agradezco este reto de crear un diálogo. La vida es el arte del encuentro. Las culturas enferman cuando se vuelven autorreferenciales, cuando pierden su curiosidad y su apertura al otro. Cuando excluyen en lugar de integrar. ¿Qué ventaja tenemos al hacernos guardianes de las fronteras, en lugar de guardianes de nuestros hermanos y hermanas? La pregunta que Dios nos repite es: ‘¿Dónde está tu hermano?’ (cf. Gn 4, 9)”.

Aquellos que viajen a la ciudad eterna, o tengan la posibilidad de pasar por ella, podrán visitar la exposición del nuevo espacio, que estará abierta hasta el 25 de febrero de 2022, todos los martes y miércoles de 16 a 18 horas, previa reserva en la web de la Biblioteca Apostólica Vaticana (https://www.vaticanlibrary.va).

La Biblioteca Apostólica Vaticana

La Biblioteca Apostólica Vaticana es una institución antigua, un lugar de conservación e investigación perteneciente al Papa y que está en estrecha relación con el gobierno y el ministerio de la Sede Apostólica.

A partir del Scrinium atestiguado desde el siglo IV, la Biblioteca Apostólica Vaticana comenzó su historia moderna con Nicolás V, que a mediados del siglo XV decidió abrir las colecciones de la biblioteca pontificia a los estudiosos (pro communi doctorum virorum commodo, Breve del 30 de abril de 1451), y con Sixto IV, que dio una organización más estable a la Biblioteca con la bula Ad decorem militantis ecclesiae del 15 de junio de 1475.

Sus vastas colecciones de manuscritos, material de archivo, volúmenes impresos antiguos y modernos, monedas y medallas, grabados y dibujos, material cartográfico y fotográfico han estado siempre abiertas a estudiosos cualificados de todo el mundo, independientemente de su raza, religión, origen o cultura. La Biblioteca está especializada en disciplinas filológicas e históricas y, a posteriori, también en disciplinas teológicas, jurídicas y científicas.

Pietro Ruffo

La relación de Ruffo con la imagen es parte integrante de su trayectoria de investigación, que se deriva de una serie de consideraciones filosóficas, sociales y éticas, y se desarrolla a través de una profunda dimensión conceptual del arte que se deriva de su formación como artista.

El dibujo y la talla son para Ruffo herramientas de investigación que subliman ideas y conceptos en instalaciones que adquieren dimensiones ambientales. Las obras se basan en paisajes naturales y formas humanas, mapas geográficos y constelaciones, geometrías y huellas de la escritura.

El resultado es una obra estratificada, con múltiples lecturas visuales y semánticas, que investiga los grandes temas de la historia universal, en particular la libertad y los derechos humanos.

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