Cultura

Javier Gomá: “En la pandemia ha habido tributos y atentados a la dignidad”

Rafael Miner·26 de noviembre de 2020·Tiempo de lectura: 3 minutos

-TEXTO: Rafael Miner

Miseria y dignidad; el progreso (o no) de la humanidad, los más fuertes y los más débiles, o la ejemplaridad, son algunas ideas que han marcado el diálogo entre el escritor y filósofo Javier Gomá y el catedrático de Historia Contemporánea Pablo Pèrez, celebrado en el campus de Madrid de la Universidad de Navarra.

“La dignidad es el concepto más revolucionario del siglo XX”, ha señalado en diversas ocasiones el filósofo, jurista y ensayista Javier Gomá, director de la Fundación Juan March. Su reflexión le llevó a escribir el año pasado un libro titulado precisamente así, Dignidad, que ha cobrado especial relieve en estos tiempos.

Gomá ha tenido oportunidad esta semana de refrescarlas y aplicarlas al fenómeno de la pandemia que, a su juicio, “ha tenido una repercusión extraordinaria en las verdades últimas que tienen que ver con la dignidad”. “Hemos hecho un enorme sacrificio en nombre de la dignidad por los que estaban más expuestos al virus, pero también se ha puesto a prueba la dignidad en la muerte de otras personas en condiciones que hoy calificaríamos de infrahumanas”, señaló en la conversación con el catedrático Pablo Pérez.

A partir del 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma y el confinamiento, “se produjo, desde el punto de vista ético, el hecho de que toda la población tuvo que ceder al equivalente a un arresto domiciliario y a la ruina de los negocios, en perjuicio de las clases activas, y en beneficio de las clases pasivas, más necesitadas y débiles. Hubo, por tanto, un acto de tributo a la dignidad inicial”, añadió Javier Gomá.

Pero también, agregó, ha habido otros momentos en los que se ha producido “un cuestionamiento de esta dignidad”. Por ejemplo, “la triste muerte de gente a la que se le ha arrebatado el derecho a tener una buena muerte y los rituales que normalmente utilizan los supervivientes para consagrar la memoria del que ha fallecido. Y esto es un atentado contra la dignidad”.

La humanidad progresa

El diálogo entre los ponentes, enriquecido por preguntas en la red, abordó cuestiones de fondo, con un enfoque histórico y filosófico. Una conocida frase de Ortega y Gasset, “lo que nos pasa es que no sabemos qué nos pasa”, fue el lema elegido para iniciar la conversación, en el marco del ciclo de conferencias Stop & Think Now, que presentó el catedrático y director científico del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, Pablo Pérez.

La conmoción que ha supuesto la extensión del Covid-19, lo inesperado del hecho, y que afecte a todos al mismo tiempo, merece una reflexión de alcance, señaló Pablo Pérez, al referirse a la contraposición entre la idea de miseria y la idea de dignidad que ha analizado Javier Gomá.

La perplejidad y el escepticismo que ha provocado esta pandemia en algunas gentes puede llevar a pensar en un retroceso de la humanidad. Sin embargo, Javier Gomá considera que a lo largo de la historia, desde los tiempos de Aristóteles, Cicerón, o la Edad Media, en los que el interés particular cedía al interés general, de la polis, “es indudable que ha ido progresando el derecho del más débil” en grandes bolsas de personas situadas en la fragilidad y en la vulnerabilidad.

En su opinión, si se le pregunta al pobre, al enfermo, al niño, al anciano, a la mujer, a la persona con un hándicap psicológico, al preso, al parado, etc.,“en qué época le gustaría vivir, respondería sin duda que ahora”. “El progreso de la cultura se ha verificado en los últimos tiempos como un himno a la dignidad, con todos los inconvenientes que estoy dispuesto a discutir”.

Libertad e igualdad fueron objeto de conversación y cuestiones, y también la fraternidad. Mirando a la Revolución francesa, y en relación a una pregunta sobre la última encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti, Gomá señaló que el riesgo de extinción de la especia humana “nos ha despertado más el sentimiento de pertenecer todos a una sola raza, la raza humana, con un principio, la dignidad. Y en esa raza, en esa dignidad, nos hermanamos”.

Sus últimas reflexiones se centraron en el concepto de ejemplaridad y el uso de la libertad. “No hay zonas exentas a la influencia del ejemplo: todo ejemplo es positivo o negativo”. (En relación a la pandemia) “Cómo se use la libertad ya no es una cuestión de vida privada. Un comportamiento positivo o negativo puede colaborar a la muerte de alguien. Se puede contagiar a un abuelo, o a un hijo, o a la persona con la que se ha convivido. Y se puede contribuir a que la sociedad se comporte de una manera cívica o de una manera bárbara”.

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