Mundo

Camino sinodal alemán: Un camino por tierras movedizas

El camino sinodal alemán toma resoluciones que, en parte, se encuentran en clara contraposición a la doctrina de la Iglesia. Los responsables son conscientes de que algunos “cambios” no se pueden realizar unilateralmente en Alemania, pero confían en que otros sí puedan llevarse a cabo en la Iglesia local.

José M. García Pelegrín·5 de febrero de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos
camino sinndal aleman

Un momento de la tercera sesión del camino sinodal alemán ©CNS photo/Julia Steinbrecht, KNA

En Alemania, el camino sinodal ha celebrado su tercera asamblea plenaria los días 3 a 5 de febrero. Previamente a las cuestiones que más eco despiertan en la opinión pública —celibato sacerdotal, diaconado y sacerdocio de la mujer, bendición de parejas sin posibilidad de acceder al matrimonio, “división de poderes” en la Iglesia—, la asamblea trató el “texto orientativo”, una declaración de las “bases teológicas del camino sinodal”, especialmente controvertido tanto por la forma, ya que lo presentó el comité ejecutivo sin consultar con los “foros” ni con la asamblea, como por el contenido: entre los “loci theologici” se nombran allí, junto a la Escritura, la Tradición y el Magisterio, también los “signos de los tiempos” y un “magisterio de los afectados (por los abusos)”.

Aunque la interpretación de los “signos de los tiempos” mostró las diferencias en el seno de la asamblea, se mantuvo la expresión en el texto final. No así la de “magisterio de los afectados”, que fue sustituida por la de su “voz como fuente de la Teología”.

Celibato

En los días anteriores a la asamblea habían causado perplejidad las declaraciones del cardenal Marx de Múnich —anterior Presidente de la Conferencia Episcopal— y de Mons. Heiner Koch, arzobispo de Berlín, en sendas entrevistas. El cardenal Marx dijo al “Süddeutsche Zeitung”: “Sería mejor para todos la posibilidad de que haya tanto sacerdotes que vivan el celibato como casados. Para algunos sacerdotes sería mejor que estuvieran casados; no por razones sexuales sino porque no sufrirían soledad; tenemos que mantener este debate”.

En su entrevista con el “Tagesspiegel” berlinés, Mons. Koch dijo que el celibato es un “fuerte testimonio de fe”, pero no tiene por qué ser “el camino exclusivo al ministerio sacerdotal”, pues él conoce “la fuerte fe y el testimonio de muchos casados, que supondrían un enriquecimiento también en el ministerio sacerdotal”.

Sacerdocio femenino

En cuanto a “la apertura del sacerdocio para las mujeres”, Marx no se definió: “No sería útil responder ahora porque estamos debatiendo sobre ello; yo no solo tengo mi propia opinión, sino que he de velar por la unidad”. Aquí, Mons. Koch fue más explícito: “personalmente, apoyo el diaconado para las mujeres; para asegurar la unidad de la Iglesia universal, el diaconado para las mujeres sería un paso practicable, porque no veo que el sacerdocio de la mujer pueda imponerse a nivel mundial”.

En la rueda de prensa previa a la asamblea, el Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Georg Bätzing, se refirió a esas declaraciones: “el celibato de los sacerdotes es una forma de seguir a Jesucristo, testimoniada en la Biblia. Es un gran tesoro; yo vivo gozosamente —y espero que convincentemente— esa forma de vida. Pero no es la única, tampoco en la Iglesia católica: las iglesias católicas orientales tienen sacerdotes casados. No concibo que el matrimonio y el sacerdocio no puedan ser un enriquecimiento tanto para ese ministerio como para la vida común de los cónyuges”. En referencia al Sínodo especial para la Amazonía, añadió: “nos adherimos a un movimiento que se ha extendido mucho más allá de las fronteras de Alemania”.

No sorprende, pues, que la asamblea se pronunciara a favor de “derogar la obligación de celibato” para el sacerdocio e introducir los “viri probati”; es decir, la ordenación de hombres casados. Ahora bien, se trata de una resolución —aprobada por una amplia mayoría— en primera lectura, al igual que la decisión a favor de la “admisión de mujeres a las órdenes sacerdotales”; por tanto, el texto de la resolución se devuelve al foro correspondiente para su tramitación. En el debate anterior a la decisión, un amplio número de los asambleístas se mostraron a favor de una “plena equiparación de hombres y mujeres en la Iglesia”.

Sin embargo, tanto el obispo de Ratisbona, Mons. Rudolf Voderholzer, como la filósofa Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz y la teóloga Marianne Schlosser se manifestaron en contra. Schlosser subrayó que para cambiar la doctrina constante y la práctica reiterada de la Iglesia, se necesitan argumentos muy sólidos. En su opinión, no basta con referirse a un cambio en la comprensión de los roles. La asamblea del camino sinodal, sin embargo, encargó a la Conferencia Episcopal que solicite del Papa Francisco un “indulto”; es decir, el permiso para admitir mujeres al diaconado.

Bendición de parejas homosexuales

Relacionado con estas resoluciones está asimismo el voto a favor la introducción de “ceremonias de bendición para parejas que se aman”; la asamblea solicita de los obispos que posibiliten dichas ceremonias para parejas que no pueden (o no quieren) celebrar el matrimonio; además de parejas homosexuales se refiere esto también a divorciados que han celebrado un nuevo matrimonio civil o incluso a parejas de no bautizados. El argumento: “negar la bendición de Dios a las personas que expresan el deseo de recibirla es despiadado o incluso discriminatorio”.

Aunque esas ceremonias no estén previstas actualmente, en muchos lugares de Alemania se llevan ya a cabo, por lo que hay que superar la “situación de falta de claridad y de unidad”.

Los laicos en el camino sinodal

El camino sinodal aboga asimismo por una mayor cogestión de los laicos en la elección de obispos católicos; no solo se consiguió la mayoría de dos tercios entre los participantes en la asamblea, sino también entre los obispos: 42 (79 %) votaron a favor y 11 en contra. Aunque cada obispo puede llevarlo a la práctica en su diócesis, se recomienda la creación de un órgano consultivo que elabore —junto con el cabildo catedralicio— la lista de candidatos para enviar a Roma.

Esta resolución está en consonancia con la aprobación de un texto sobre “Poder y separación de poderes en la Iglesia”. Partiendo de la base de que “existe una brecha entre lo que enseña el evangelio y el ejercicio de poder en la Iglesia”, los asambleístas votaron a favor de un texto en el que se consideran positivas las “normas de una sociedad plural y abierta en un estado constitucional democrático”, aunque la Iglesia sea fundamentalmente diferente de los procesos de formación de opinión en la sociedad. Por lo tanto, el concepto central para la Iglesia católica debería ser la “sinodalidad”.

Las resoluciones del camino sinodal

Que dichas resoluciones pueden tener diferente recorrido, lo saben también los responsables del camino sinodal. En una rueda de prensa, el secretario general del comité central de los católicos alemanes (ZdK por sus siglas en alemán), Marc Frings, reconocía que algunas de esas resoluciones han de enviarse a Roma, si bien otras se pueden llevar ya a la práctica en Alemania.

En cualquier caso, ha quedado de manifiesto lo que la Presidenta del ZdK y co-Presidenta del camino sinodal, Irme Stetter-Karp, expresó en la rueda de prensa inaugural: “el ZdK está dispuesto a cambiar la Iglesia; deseo ser presidenta del ZdK en una Iglesia justa, en una Iglesia que no se preocupa en primer lugar de si sale de su crisis de credibilidad y cómo lo hace, sino de cómo hace justicia: para las víctimas de abusos sexuales para los muchos afectados, para las comunidades eclesiales, para familias, para las personas cuya vida no ha mejorado sino empeorado con la Iglesia”.

Entre las diversas voces discordantes con las decisiones que ha ido tomando la mayoría en esta asamblea, resultan especialmente significativas las advertencias del nuncio, Mons. Nikola Eterovic, en las palabras que dirigió a los asambleístas. Tras hacer referencia a que “el Papa es el punto de referencia y el centro de la unidad para más de 1.300 millones de católicos, de los cuales 22,6 millones viven en Alemania” recordó que “el Obispo de Roma expuso su autorizada opinión a los católicos alemanes el 29 de junio de 2019 en la conocida Carta al pueblo de Dios que peregrina en Alemania.

En dicha carta, el Papa subrayaba que las decisiones del camino sinodal han de estar en consonancia con la Iglesia universal, y en particular con las decisiones del Concilio Vaticano II y hacía hincapié en la visión sobrenatural, con oración y penitencia, rechazando el pelagianismo: “una de las primeras y grandes tentaciones a nivel eclesial es creer que las soluciones a los problemas presentes y futuros vendrían exclusivamente de reformas puramente estructurales, orgánicas o burocráticas pero que, al final del día, no tocarían en nada los núcleos vitales que reclaman atención”. Mons. Eterovic se refirió a que el Papa habla frecuentemente de sinodalidad, pero también “anima a evitar una falsa comprensión y errores”. Si bien la Iglesia sinodal exige la participación de todos, “el Papa Francisco advierte frente al parlamentarismo, el formalismo, el intelectualismo y el clericalismo”.

La cuarta asamblea plenaria del camino sinodal se desarrollará en septiembre de 2022; la quinta —y, en principio, última— en marzo de 2023.

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica
Banner publicidad
Banner publicidad